Jean Daninos es una de las grandes figuras del automovilismo francés. Especialista en la fabricación de carrocerías, cobró una merecida fama al frente de la compañía Facel Metallon (Forges et Ateliers de Construction de Eure et Loire) construyendo diseños especiales para diferentes marcas de automóviles, como Panhard, Simca, Ford France y Bentley, pero su gran sueño era fabricar su propio coche. Su gran oportunidad llegó tras la realización de un prototipo que denominó Vega, como la estrella más brillante de la constelación Lira.
Dos años después, en 1954, sale de los talleres Facel Metallon el primer coche definitivo, denominado Facel Vega FV. Era un elegante coupé de cuatro plazas construido sobre un chasis tubular. Su carrocería de formas redondeadas era una especie de síntesis entre dos de los autos carrozados por Daninos unos años antes, el Bentley MK VI Cresta II y el Ford Comete. Capturaba especialmente la atención el diseño del frontal, con unos grupos ópticos en disposición vertical y una gran calandra central en la misma disposición acompañada de otras dos, horizontales y más pequeñas. Ello constituiría el principal rasgo estético por el que todos los Facel Vega son tan reconocibles.
En el capítulo mecánico, consciente del importante coste que para una empresa del sector del automóvil supone producir un motor y de que no disponía ni del dinero ni de la técnica necesaria, Daninos fija su mirada en el otro lado del Atlántico. Antes de su trabajo para Facel Metallon, Jean Daninos pasó unos años, concretamente los de la II Guerra Mundial, como consultor en la compañía norteamericana General Aircraft. El técnico francés había estado empleado en la también aeronáutica gala Bronzavia, y General Aircraft empleaba sus patentes. En ese periodo, Daninos tuvo la oportunidad de realizar importantes contactos. La solución para el motor de sus coches la encontró en la Chrysler.
Daninos no fue pionero en Europa en la utilización de motores americanos. Unos años antes, el fabricante británico de vehículos de lujo Railton ya había equipado sus coches con motores Hudson y Sydney Allard empleaba mecánicas Cadillac V8 para sus coches deportivos. Chrysler proporcionó a Facel Vega motores procedentes de su división De Soto, concretamente el bloque Firedome V8 de 4.8 litros y 180 cv. Estos motores, aparejados a una caja de cambios manual de cuatro velocidades Pont-à-Mousson proporcionaban excelentes prestaciones y su fiabilidad estaba bien contrastadas. Sin embargo, el hecho de ser mecánicas procedentes de la gran serie restaban exclusividad a los Facel Vega en comparación con sus rivales, que empleaban sus propias mecánicas, mucho más sofisticadas.
La primera serie de modelos Facel Vega se fabricó de forma semi artesanal hasta 1958 a través de tres modelos, los FV1, FV2 y FV3, que montaban carrocerías de dos puertas bien cerradas o bien descubiertas. El total se unidades producidas fue de 354.
La miniatura que ilustra esta entrada corresponde al número 16 del coleccionable 'Nos Chères Voitures D´Antan', editado por Altaya en Francia, equivalente a 'Nuestros Queridos Coches' en España. El modelo está realizado por Ixo en metal. Representa a uno de los primeros Facel Vega FV. Su acabado puede calificarse como muy bueno siempre teniendo en cuenta que se trata de una miniatura de clase económica vendido en un coleccionable de prensa. Tiene un molde de proporciones correctas y adecuadas y todos sus detalles están plasmados ya sean con tampografías o piezas independientes de plástico. Sin duda su aspecto más negativo es el plástico cromado con el que se han realizado los ornamentos del frontal, que le dan un aspecto muy jugueteo. Por lo demás se trata de una excelente miniatura, teniendo en cuenta que no es que haya una oferta muy grande en lo que a Facel Vega a escala 1/43 se refiere, y ésta en concreto permite al coleccionista hacerse con unos a un precio más que competitivo.
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