domingo, febrero 16, 2014

Rolls Royce Silver Spirit de Neo Scale Models











Rolls Royce entró en la década de los 80 de la mejor forma posible para un fabricante de automóviles, con un modelo completamente nuevo, pero que mantenía a la perfección una de las máximas que caracterizaban la idiosincrasia de la compañía, "evolución, no revolución", un cambio tranquilo, pausado, casi impreceptible y sin perturbar a un cliente tan conservador que simplemente busca… lo mejor.

El nuevo Rolls Royce fue presentado en el Salón del Automóvil de París, nada extraño dado que un buen número de los autos fabricados por el fabricante británico pasaban su vida en el elitista paisaje de la Riviera Francesa. Una vez más se recurrió a un nombre relacionado con el mundo etéreo y sobrenatural, en este caso se escogió 'Silver Spirit', el espíritu de plata.

Diseñado por el ingeniero austríaco Fritz Feller, el Silver Spirit era más estilizado que su antecesor el Shadow, aunque se seguía apostando por un conservador diseño de líneas rectas y cuadradas, aunque la superficie acristalada crecía de tamaño otorgando una mayor luminosidad al interior y mejor visibilidad a los ocupantes. Uno de los rasgos estilísticos que más llamó la atención fueron los faros, en este caso los grupos ópticos se integraban en un sólo módulo acristalado, solución que ya se veía en autos norteamericanos de la época.

Pese a todo, bajo el nuevo estilo permanecía el mismo tren rodante del Silver Shadow, el motor V8 de 6.750 cc con la potencia "suficiente" y la caja de cambios automática Turbo Hydramatic GM de tres velocidades. En cambio, sí resultó especialmente novedosa la introducción del sistema de control del balance asociado a una suspensión de gas, todo desarrollado por Girling, que confería al Silver Spirit una mayor estabilidad en su rodaje. Otro detalle singular fue la incorporación de un sistema antirrobo para el 'espíritu del éxtasis', que lo ocultaba dentro de la calandra con forma de partenón.

A lo largo de los 17 años que estuvo en producción tuvo varias puestas al día, la primera en 1989, la segunda en 1994 y la última en 1996. En Silver Spirit tuvo un hermano con carrocería de batalla larga, el Silver Spur, y fue base para las limousinas de Park Ward y Touring. Igualmente los Bentley Eight, Mulsanne, Turbo R y Brooklands se basaban en él, aunque estos, con su motor Turbo, estaban más orientados a los clientes que preferían conducir y no ser llevados.

Después de que el pasado verano Neo presentase el Bentley Turbo R, era una obviedad que tarde o temprano tendríamos a su equivalente Rolls Royce, en este caso un Silver Spirit de la primera serie con sus características llantas cromadas y sus neumáticos de banda blanca, en un típico color azul claro con interior azul oscuro. Puesto que ya conocíamos el molde, en este caso vemos que los elementos que lo caracterizan como Rolls Royce han sido muy bien reproducidos, por lo que la miniatura es muy buena. Posiblemente sigamos viendo variantes de este modelo.

jueves, febrero 13, 2014

Chrysler 300 F 1960 de American Excellence






La saga de modelos 300 de Chrysler, o como popularmente se la conocía en EEUU, la 'Letter Series', porque cada año se asignaba una letra al modelo correspondiente, anticipó en cierta forma la filosofía 'Muscle Car' en la automación estadounidense unos 10 años antes del nacimiento de este tipo de autos. Y es que básicamente la receta era muy similar, ponga en un coche de tamaño medio grande y de diseño vistoso y atractivo un motor muy potente y dótese de un generoso equipamiento. La diferencia estaba en que los Chrysler 300 siempre fueron autos con un carácter más exclusivo, fabricados en tiradas limitadas y con una difusión menos popular.

El Chrysler 300 F ve la luz en 1960 como un auto completamente nuevo en relación a sus antecesores C, D y E, que básicamente fueron el mismo modelo evolucionado. El estilo de su carrocería, realizada con el nuevo método unibody de construcción ligera, era obra de Virgil Exner, quizás junto a Harley Earl, Raymond Loewy o Bill Mitchell, uno de los grandes gurús del diseño automotriz norteamericano. En él destacaba el frontal con una gran parrilla presidida por un diseño en cruz horizontal. Muy propias de la época eran las aletas traseras, aunque en comparación a los modelos C, D y E, eran más pequeñas pero sí más pronunciadas. El detalle de la rueda de repuesto sobre la tapa del maletero (denominado toilet seat, asiento del water) se tomaba prestado del Imperial, el buque insignia de la Chrysler, por lo que suponía un guiño más hacia el lujo y la exclusividad, un detalle que no gustó mucho y fue eliminado al año siguiente. Los asientos para los cuatro ocupantes eran individuales y los delanteros giraban hacia fuera para permitir salir y entrar con comodidad.

La principal novedad que aportó el 300 F fue la introducción de un nuevo motor, un nuevo y enorme V8 de 6,8 litros (413 ci) tipo 'Cross Ram', con 375 cv de potencia, y con los carburadores y filtros de aire colocados en los lados en vez de en el centro. La versión de competición de este motor para las carreras stock cars (Nascar) ofrecía 400 cv. La caja de cambios era automática de tres velocidades, no obstante también se ofreció una manual de cuatro velocidades francesa fabricada por Pont-a-Mousson, fruto de la colaboración técnica que entonces mantenía Chrysler con el fabricante francés Facel Vega, pero esta caja manual dio muchos problemas y la mayoría de 300 F salieron con la automática Torqueflite y su cómodo sistema de botones. Las ventas de este modelo fueron muy buenas, 969 coupés y 248 descapotables, teniendo en cuenta su alto precio.

Neo, a través de American Excellence, su marca especializada en coches de los Estados Unidos, nos trae este precioso Chrysler 300 F, siendo su primera miniatura dedicada a la 'Letter Series' de Chrysler. En primer lugar me parece muy acertada ya de por sí la elección del modelo, pues bajo mi punto de vista el 300 F es uno de los más bonitos de esta serie junto al primer C300 o 300 A. El acabado está muy cuidado, siguiendo la línea habitual, aunque en los autos americanos es especialmente llamativo. Las formas del molde están muy conseguidas y existe la posibilidad de elegir entre dos colores, por ahora, uno blanco y ésta bitonal, que es una edición limitada de 500 piezas. Estamos ante una de esas miniaturas que destaca por sí sola en la vitrina.

martes, febrero 11, 2014

Iso Rivolta Lele de Neo Scale Models








Piero Rivolta se hizo cargo en 1966 de la empresa familiar Iso Rivolta, fundada en 1939 durante la Segunda Guerra Mundial por el padre de éste, Renzo, y cuyo bagaje de producción puede resumirse en unidades de refrigeración, motocicletas, el microcoche Isetta y automóviles de gran turismo. La repentina muerte del patriarca puso al frente de la compañía a un joven de 25 años.

En 1969, Piero decide introducir un nuevo modelo en su gama de autos de gran turismo, un modelo que pudiera rellenar el hueco existente entre el deportivo de dos asientos Grifo y la berlina Fidia. El nuevo coche fue bautizado con el nombre de Lele, el de la esposa de Piero Rivolta. Se trataba de un coupé con capacidad para cuatro personas con una carrocería de atractivo diseño obra de Giugiaro para Bertone. Su estilo era un reflejo de la tendencia del momento en lo que a coches de alta gama se refería, con el morro largo y la zaga compacta.

Las primeras unidades montaban el motor V8 Chevrolet de 5,3 litros, con 300 cv en su versión automática y 350 en la manual. Un año después el motor evolucionó a las 5,7 litros, aunque mantuvo las cifras de potencia, no obstante, ganó en par motor y elasticidad para los viajes. Para 1972, General Motors requirió a Iso el pago por adelantado de las unidades mecánicas, por lo que las relaciones comerciales entre ambas empresas terminó e Iso se asoció con Ford como suministrador mecánico, pasando todos sus modelos a equipar el motor V8 Cleveland, bien de 5,7 o el todopoderoso 7,4 litros Cobra Jet para los modelos más excepcionales.

Para los años 1972 y 1973 Iso Rivolta fabricó su propio coche para participar en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, para lo que buscó la asociación con Marlboro como patrocinador principal.  En 1973 la tabaquera Philip Morris comisionó a Iso la fabricación de dos unidades del Lele para sus pilotos de Fórmula 1, el inglés Howden Ganley y el italiano Nanni Galli. Ambos Lele montaban un motor modificado por Giotto Bizzarrini así como una serie de extras que los hizo únicos. El de Ganley era rojo con distintivos de Marlboro en blanco y el de Galli, al revés, blanco con los distintivos de Marlboro en rojo. El equipo Iso-Marlboro no logró actuaciones brillantes. Gente como Helmut Marko o Jigs Van Lennep también pilotaron para Iso en alguna ocasión.

En 1974, con la empresa en situación delicada,  Piero Rivolta cede el control de la compañía al financiero Ivo Pera bajo la promesa de reflotarla y aplicar el método de dirección de las compañías americanas (lo que los finos llaman Know-How), pero finalmente Iso acabó cerrando sus puertas y cesando la producción, siendo el Lele su último modelo fabricado. Dos intentos, a través de dos prototipos, de restablecer el nombre de Iso de nuevo en el panorama de los autos de altas prestaciones, los Iso 90 (1993) y 96 (1996), no pasaron de eso, prototipos, por lo que a día de hoy Iso es uno de esos fabricantes de los que se habla en pasado, orgulloso, pero pasado.

La introducción de una miniatura del Iso Rivolta Lele en el catálogo de Neo hace que ya casi dispongamos de la totalidad de la gama de modelos en escala 1/43. La miniatura ejecutada en resina cuenta con el habitual acabado de este fabricante, muy fino y detallado, estando disponible en dos colores, rojo y azul. Sólo nos queda que Neo nos sorprenda buen día con una miniatura del Fidia, y así poder completar la gama.