sábado, septiembre 25, 2021

Cadillac Eldorado Biarritz 1957 de Stamp Models










Cadillac introdujo por vez primera el modelo Eldorado en 1953 como una versión más lujosa y exclusiva de su ya por si elitista Series 61 Convertible. El Eldorado venía a conmemorar las Bodas de Oro de la marca de Detroit, celebradas un año antes, en 1952. En un primer momento, no existía diferencia estética entre el Series 61 y el Eldorado más allá de algunos elementos distintivos de cada coche, pero a partir de la segunda generación, la vendida entre 1954 y 1956, empezaron a diferenciarse.

En 1957 llega una renovada gama Cadillac donde se incluiría la tercera generación del Eldorado. Para muchos expertos de la historia del automovilismo, el Eldorado del 57 luce el el aspecto más barroco y atrevido realizado por el diseñador jefe de GM, Harley Earl. De mitad hacia delante, los Eldorado eran similares al resto de la gama Cadillac y era en la trasera donde radicaba su diferencia, con dos protuberantes y afiladas aletas de tiburón que coronaban una zaga en caída al estilo de la popa de una lancha motora. Las luces traseras de freno y posición estaban bajo las aletas mientras que las de marcha atrás se integraban en la defensa, de dos piezas. El frontal era también muy llamativo, con un parachoques de tres piezas que se colocaban a los lados y por debajo de la gran calandra. 

Sobre la elección de la denominación Eldorado existen dos teorías, una que se debe al mítico jefe indígena de América del Sur así como a la idílica ciudad, todo relacionado con la cultura precolombina; y otra, por el club de campo de Coachella County en Palm Springs. Del modelo 1957 se vendieron tres versiones, el Biarritz convertible, el Seville con hardtop y el Brougham, una suerte de coupé cerrado con cuatro puertas, dos de ellas de apertura suicida.

Del Eldorado Biarritz se fabricaron un total de 1.800 unidades a un precio de 7.286 dólares de la época, el doble del salario medio anual de EEUU en aquel año. El equipamiento de serie era bien completo e incluía aire acondicionado, dirección asistida, servo freno asistidos, asientos regulables eléctrico, elevalunas eléctricos, capota de accionamiento manual y oculta tras un panel, atenuador de la intensidad de los faros delanteros automático, tapa de maletero con apertura remota, radio AM WonderBar o llantas tipo Sabre con neumáticos 255 de banda blanca. La única opción mecánica era el motor V8 365 CI de 6.0 litros y 325 CV de potencia, aparejado a una caja de cambios automática de tres velocidades GM Turbo Hydramatic.

Los Eldorado siempre han sido un símbolo de status entre los automovilistas de EEUU, pero sin ningún lugar a dudas, los Eldorado de 1957 estaban diseñados para llamar la atención allá por donde pasaban.

El fabricante de miniaturas chino GLM lanzó hace unos meses la serie Stamp Models desde la cual vender miniaturas exclusivamente de Cadillac y en esta nueva entrada presento el primer Stamp Model de la colección, una exquisita reproducción de un automóvil tan icónico como es el Cadillac Eldorado Biarritz de 1957, mi Eldorado favorito. La miniatura cuenta básicamente con la misma realización que el resto de creaciones de GLM, está realizada en resina y cuenta con un acabado muy detallado, con piezas independientes y de metal fotograbado, aunque como ya he comentado en otras entradas dedicadas a las últimas creaciones de GLM, el uso de este tipo de piezas se ha racionalizado con soluciones para impedir los desprendimientos de las mismas. Las formas y proporciones del modelo a escala son igualmente correctas. Un modelo perfecto para cualquier colección de vehículos americanos clásicos.

sábado, septiembre 18, 2021

Imperial Crown Convertible 1961 de GLM









A principios de la década de los 60, elementos estéticos de los automóviles estadounidenses como las aletas empezaron a desaparecer y el uso del cromo se hizo algo más racional... salvo en la división Imperial de la Chrysler Corporation donde el aún jefe de diseño, el popular Virgil Exner, seguía aferrado al viejo estilo, y, de hecho, mantuvo esta tendencia hasta el año 1963, más que ningún otro fabricante americano. 

La gama Imperial de 1960 había destacado por el barroquismo de su diseño, desde la agresiva parrilla frontal hasta la trasera con dos grandes aletas coronadas por unos faros de estilo "mira de fusil". El nuevo modelo de 1961 también destacaría por su estilo radical y recargado, pero sensiblemente diferente a su antecesor. Destacaba por encima de todo su frontal, con una nueva parrilla cromada de lamas horizontales más pequeña, y unos curiosos faros de un estilo denominado "pata de gato", todo un homenaje de Exner a los coches de los años 30. Un llamativo adorno cromado nace casi en la parte superior de la calandra y se expande hacia atrás por los flancos del coche, ensanchándose y terminando casi en las aletas traseras, también de gran tamaño, más afiladas y coronadas por unas luces estilo reactor.

La gama Imperial 1961 estaba compuesta por tres modelos: Custom, Crown y LeBaron; y cinco tipos de carrocería: sedán cuatro puertas, sedán hardtop con dos y cuatro puertas, convertible y Limousine Ghia. Todos los Imperial de 1961 iban equipados con el mismo motor V8 413 ci de 6.8 litros y 350 CV de potencia, aparejado a una caja de cambios automática Torqueflite accionada mediante botones colocadas a los lados del cuadro de instrumentos, el cual parecía digno de una nave espacial, incluyendo el célebre volante de forma ovalada.

La producción de Imperial en 1961 fue de solo 12.259 coches y, con sólo 429 unidades producidas, el Crown Convertible fue el modelo menos fabricado de toda la gama. El Imperial de 1961 sería el último modelo con grandes aletas traseras.

El fabricante chino GLM añade un nuevo Imperial a su catálogo siendo el productor de modelos a escala que más atención dedica a la vieja marca premium de Chrysler, algunos de los cuales ya los hemos mostrado en el blog y forman parte de la colección. Realizado en resina, se trata de una miniatura de excelente factura a la que no le falta un detalle. El molde es correcto en formas y proporciones y la terminación es de primer nivel, con muchas piezas independientes y de metal fotograbado, con excepción del adorno cromado de los flancos, que es pintado y en su caso es un punto a su favor, pues ya hemos visto como piezas así en otros fabricantes terminan desprendiéndose. El interior del coche está tan bien reproducido como el exterior. También me gustaría destacar el atractivo color empleado por GLM, un rosa metalizado que le va como anillo al dedo a los coches de esta época y le hace destacar especialmente cuando se le coloca en la vitrina. Y, como siempre, esperando más miniaturas de Imperial de GLM.

sábado, septiembre 11, 2021

Chrysler 300 C 1957 de GLM










Todos los fabricantes de automóviles tienen un modelo especialmente representativo. En el caso de la Chrysler Corporation, sin ninguna duda se trata del modelo 300, también conocido como las 'Letter Series', pues cada modelo iba identificado anualmente con una letra diferente. Chrysler fabricó el modelo 300 de forma ininterrumpida entre los años 1955 y 1966. En 1970 la denominación resucitó momentáneamente con el Muscle Car Hurst 300 y ya no fue hasta 1999 cuando volvió a rescatarse, primero para el 300 M, vendido hasta 2004, y luego con el 300 C de 2005, automóvil que aún se vende en EEUU y que en Europa dejó de venderse en 2011 como Chrysler y pasó a denominarse Lancia Thema hasta el año 2014 en que cesó su producción. El Chrysler 300 -los 'Letter Series' originales hasta 1966- no sólo representó a la perfección la filosofía de su empresa, si no también ejemplificó muy bien el tipo de automóvil al que aspiraba todo ciudadano de los EEUU, de gran tamaño, muy equipado y con un motor potente.

De toda la estirpe Chrysler 300, el 300 C resulta uno de los modelos más legendarios. Presentado en noviembre de 1956 bajo el eslogan comercial "America's highest performance automobile", el nuevo 300 C presentaba un diseño completamente renovado respecto a su antecesor, el 300 B. Más bajo, ancho y con aletas traseras más prominentes, el 300 C estrenaba la primera evolución del diseño 'Forward Look' introducido por el diseñador jefe de la empresa, Virgil Exner, en el C300 de 1955. Llamaba la atención la gran calandra delantera que daba la impresión de un gran animal abriendo sus fauces, de hecho fue apodad 'yawning grill' -bostezo-.

Aparte de su aspecto completamente renovado, la principal novedad del 300 C estaba bajo el capó, pues el tercer miembro de la familia de las 'Letter Series' estrenaba una nueva versión del célebre motor V8 Hemi, con 6.4 litros -392 ci- y dos niveles de potencia, 375 y 390 CV. El motor se aparejaba a un caja de cambios automática Chrysler Torqueflite A488 de tres velocidades. Por primera vez se ofreció también con carrocería descapotable. Dos bandas cromadas recorrían los flancos del coche desde la mitad hacia atrás y sobre ellos se colocaron por primera vez los medallones tricolor rojo, blanco y azul con la leyenda 300 inscrita.

Pese a su gran tamaño, el 300 C gozaba de muy buena manejabilidad, al igual que sus dos antecesores, y al igual que estos, los pilotos del Campeonato Nacional de Stock Cars, la Nascar, se fijaron en él como no podía ser de otro modo. Un 300 C batió el récord de velocidad en la Chelsea Proving Ground alcanzado 234,4 Km/H -145,7 MPH-. Poco después ganó la Flying Mile en Daytona alcanzando 215,6 Km/H. Del total de Chrysler 300 C fabricados, 1.918 eran hardtop, mientras que 484 eran convertible. Para 1958 fue sustituido por el 300 D, estéticamente casi idéntico, pero esa ya es otra historia.

El fabricante de miniaturas con base en Hong-Kong, Great Lightning Models, conocido entre los coleccionistas como GLM, incrementa su catálogo de clásicos americanos con esta preciosa miniatura de un auténtico mito sobre ruedas como es el Chrysler 300 C de 1957. Como todas las miniaturas de GLM, está realizada en resina y cuenta con un finísimo y cuidado nivel de acabado. El molde cuenta con formas correctas y proporcionadas y la terminación incluye muchas piezas independientes realizadas en metal fotograbado. No es la primera miniatura que se realiza del Chrysler 300 C, ni mucho menos, pero sí una opción muy recomendable para el coleccionista que no tiene aún el 300 C y desea añadirlo a su colección. No se arrepentirá, además se puede elegir color entre esta versión en ocre-dorado metalizado, negro y uno blanco en exclusiva para los coleccionistas de EEUU.

jueves, septiembre 02, 2021

Barreiros 82/35 D 'Puleva' de Salvat






A finales de la década de los 60, Barreiros trabajaba en una alternativa para solucionar los problemas  de sobrecostes derivados de emplear las cabinas de diseño Berliet en sus camiones. El fabricante había incrementado su capacidad industrial y estaba listo para poder producir sus propias cabinas a gran escala. El nuevo diseño se denominó CP67 -Cabina Panorámica 67- y en un principio se pensó en presentarla en sociedad para 1967, pero finalmente se retrasó dos años, a 1969, y su diseño fue obra de Mario Gamarra. Esta nueva cabina debutaría con el nuevo camión 42/20 y destacó por ser moderna e innovadora, y en línea con lo que el mercado del vehículo pesado ofrecía en Europa.

En 1974 Barreiros pone al día la Serie 42 presentando la nueva Serie 200. La empresa ya se encontraba bajo el control de Chrysler y Eduardo Barreiros se había desligado de la misma, no obstante, el nombre Barreiros siguió estando muy presente en los camiones junto al logotipo de Chrysler. La nueva Serie 200 mantenía el mismo diseño de cabina y su seña de identidad era el cambio de posición de los faros delanteros, que pasaban a estar sobre la defensa, una solución estética que también empleaban otros fabricantes en sus camiones coetáneos, como Mercedes, Renault o Fiat. Con la Serie 200 Barreiros introduce también la nueva cabina versión CP73, pensada para los camiones de larga distancia, con espacio para colocar la litera. 

Otra de las novedades importantes de la Serie 200 de Barreiros fue la introducción del motor BS-36 Turbo, de seis cilindros en línea y 12.0 litros de cilindrada que erogaba 275 CV, aparejado a una caja de cambios Barreiros 815 con ocho velocidades -4+4-. Esta mecánica gracias a la sobrealimentación ofrecía una potencia muy superior a los 216 CV de la versión original atmosférica. 

Dentro de la Serie 200, nos vamos a detener en el modelo concreto 82/35 D, de cuatro ejes con doble dirección y configuración 8x2, un vehículo desarrollado para cargar hasta 36,2 toneladas, más que ningún otro camión español en su momento. El aumento de la distancia entre el segundo eje y el motriz en 300 centímetros con respecto a los doble dirección de la generación precedente permitió igualmente el aumento de la superficie carrozable. Con la tracción en el tercer eje, el cuarto era autogiratorio y ello proporcionaba una longitud total de bastidor de 10 metros, permitiendo albergar una caja de hasta 8,25 metros. Dada la alta exigencia a la que estos camiones eran sometidos, el bastidor estaba especialmente reforzado y contaba con frenos neumático y eléctrico. El gran rival del Barreiros 82/35 D fueron los Pegaso 1186 y 1187, ambos de cuatro ejes y con potencias de 260 y 306 CV.

Tras el éxito obtenido con los coleccionables 'Camiones Pegaso' y 'Vehículos de Reparto y Servicio', la editorial Salvat acaba de poner a la venta una nueva colección de miniaturas, en esta ocasión bajo el título 'Camiones y Autobuses Españoles', la cual hace unos meses se lanzó a modo de pruebas en algunas ciudades españolas. El primer número de este nuevo coleccionable es la miniatura que protagoniza esta nueva entrada del blog, el Barreiros 82/35 D con la decoración de la empresa andaluza de productos lácteos Puleva. Ya nos hemos referido a la excelente calidad de los productos de las anteriormente citadas colecciones de Salvat con respecto a los de otras editoriales como Altaya-Planeta Deagostini, y en esta primera miniatura del nuevo coleccionable la tendencia se mantiene. Y es que esta miniatura, realizada por Ixo, como viene siendo habitual en los coleccionables vendidos en España, es de muy buena manufactura y tiene un acabado bastante similar a camiones Minichamps vendidos hace unos años. En formas y proporciones parece correcta. Como suele pasar en todos los primeros números de estos coleccionables, su precio es irrisorio, en este caso no llegó a siete euros. Una miniatura que merece la pena tener pese a que no se tenga la intención, como es mi caso, de completar el coleccionable al completo. Sin duda, un gran acierto de mi amigo Luca Parretti y su equipo a la hora de diseñar y desarrollar para Salvat esta nueva colección que viene cargada de piezas de gran interés para los coleccionistas de clásicos del transporte español.