El año 1960 vio la aparición de una nueva gama de coches de la Imperial División of Chrysler Corporation con un diseño renovado con respecto a los modelos 1957-1959, pero con un estilo continuista pues al frente del departamento de diseño del grupo seguía el gurú Virgil Exner, que seguía aplicando la filosofía 'Forward Look' en todos los modelos de la Chrysler.
Tanto el exterior como el interior de los nuevos coches seguía siendo de lo más extravagante y barroco, inspirado en la moda de la 'Era Espacial', destacando su gran parrilla delantera con mucha similitud a una sonrisa de las que enseñan muchos dientes, unos parachoques de generoso tamaño y una enormes aletas traseras coronadas por unos grupos ópticos que reproducían la forma de la mira de un fusil.
Para 1960, tres niveles de equipamiento se ofrecían en el Imperial: Custom, Crown y LeBaron. Igualmente, Las carrocerías disponibles de serie eran: Sedan de dos y cuatro puertas, Southampton con techo bajo y sin pilar B de dos y cuatro puertas, y el Convertible. La limpousine Ghia ensamblada en Turín sólo estaba disponible bajo encargo.
Bajo el capó se encontraba el motor V8 Wedgehead de 6.7 -413 ci- y 350 CV de potencia, aparejada a la caja de cambios Torqueflite accionada por botones justo al lado del volante, por supuesto este elemento era ovalado, no redondo.
Los Imperial contaban con un compuestísimo equipamiento de serie, que incluía control de velocidad de crucero, asientos eléctricos, sistema de desempeñante de los dos parabrisas y aire acondicionado, elementos con los que no concebimos los coches actuales pero que hace 60 años no eran tan comunes.
Vendido con una publicidad que venía a decir "Imperial: el coche americano mejor construido", no sólo era un duro contendiente para los Lincoln y Cadillac, pues para los habituales compradores de un Mercedes 300, un Rolls Royce Silver Cloud o un Bentley S-Type, el Imperial de 1960 era igualmente una alternativa menos conservadora que proporcionaba un punto extra de distinción.
Presentamos en esta entrada la segunda miniatura de Kess de un automóvil de los EEUU que añadimos a la colección. Se trata de un Imperial LeBaron Sedán de cuatro puertas del año 60, y no un Southampton tal y como lo vende el fabricante y reza en la base de la urna en que llega presentado a manos del coleccionista. Bueno, este fallo lo podemos pasar. La miniatura está realizada en resina, que es el material con el que Kess construye sus modelos a escala. La terminación es muy buena, un acabado de primera clase muy cuidado y lleno de buenos detalles. Las formas y proporciones en general parecen correctas viendo imágenes del coche real, las cuales las hemos adjuntados y nos fueron en su día remitidas por nuestro buen amigo Jaime Barrigá. El único fallo que se le percibe a esta miniatura es el frontal, han situado el parachoques un poco hacia detrás y hacia abajo, lo que provoca que la calandra se vea más alargada de lo que debería. No es el fin del mundo, pero debe reseñarse. ¿Es un modelo que merece la pena su compra? Sí, sobre todo para los coleccionistas de clásicos de los EEUU, porque a día de hoy es el único Imperial Lebaron de 1960 que se puede encontrar a escala 1/43 en el mercado, aunque pronto estará disponible la versión descapotable de manos de GLM, aunque esa es otra historia ya.
1 comentario:
I love these baroque shapes of the late fifties. The GLM product will probably not be worse ...
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