lunes, noviembre 25, 2013

Rolls Royce Silver Cloud III de TSM












La renovación de un automóvil siempre es un asunto complicado. Incluso los productos más exitosos del mercado han planteado problemas cuando llegaba el momento de renovarlos. La apariencia siempre es importante, por mucho que quieran decirnos lo contrario. La vista es posiblemente el sentido más caprichoso y difícilmente aquello que no nos entre por los ojos, nos acabará gustando. La publicidad moderna nos trajo una herramienta que aún hoy día es todo un mantra, el estudio de mercado, o lo que es lo mismo, preguntar al público qué producto quiere y qué espera de él con vistas a trabajar sobre seguro en un desarrollo. No obstante, el deseo es muy caprichoso y pese a los estudios, hay productos que llamados a ser un éxito fracasaron estrepitosamente… y viceversa.

Tras siete años de exitosa producción y dos generaciones el Rolls Royce Silver Cloud ya circulaba por la recta final de su vida comercial. El que para muchos es el modelo que representa a la perfección la quintaesencia del Rolls Royce encaraba sus últimos años de producción como uno de los mayores éxitos del fabricante que se jactaba de producir "el mejor automóvil del mundo", gracias a la mezcla entre su aspecto clásico y conservador con una mecánica excelente que le reportaba una prestaciones sensacionales.

En 1962 ve la luz la tercera generación, denominada Silver Cloud III. La gran novedad estaba en su aspecto. Pese a mantener las líneas originales de la carrocería de acero estándar obra de JP Blatchley, el Silver Cloud III presentaba un nuevo morro más bajo y ancho con unos grupos ópticos dobles iguales a los que incorporó su hermano mayor, el Phantom V de 1959. Para los puristas de la marca fue todo un atentado a la tradición, "como colocar luces de neón en una catedral gótica", se llegó a decir. Pero lo cierto es que los hubo que recibieron de muy gana el cambio, pues en este caso el Silver Cloud ganaba más prestancia y empaque, y, por qué no decirlo, una pizca de modernidad, aunque ello nunca haya sido de vital importancia para el cliente habitual de Rolls Royce.

Bajo el capó también se produjeron importantes cambios, como una nueva y más precisa dirección asistida y un nuevo juego de carburadores para el motor V8, introducido con el Silver Cloud II, además de una mayor relación de compresión, lo que elevó la potencia de 200 a 220 cv, aunque estos datos nunca se revelaron porque como muchos de ustedes sabrá un Rolls Royce siempre tiene la potencia "suficiente".

El Silver Cloud III fue el último Rolls Royce clásico con chasis separado de la carrocería, de modo que al igual que en las anteriores generaciones, hubo clientes que optaron por los otros diseños que artesanos de la carrocería venían ofreciendo, la limousine Hooper, el berlina-coupé (Flying Spur) de James Young o los coupés y cabrios de Mulliner Park Ward y sus característicos "ojos de chino". en 1965 finaliza la producción del Rolls Royce Silver Cloud y de sus hermanos los Bentley S-Type, haciendo aparición el nuevo y más moderno Silver Shadow.

El fabricante norteamericano True Scale Miniatures se consolida como la principal referencia actual en la reproducción de modelos Rolls Royce en escala 1/43. Hoy presentamos una de sus últimas creaciones, el Silver Cloud III en su configuración de berlina estándar (standar saloon), para muchos uno de los Rolls Royce más emblemáticos. La miniatura viene finalizada en un llamativo aunque muy popular color blanco, e inevitablemente nos recuerda al modelo que usaba el actor Al Pacino en su papel del gángster Tony Montana en la película de Brian de Palma 'El Precio del Poder' ('Scarface'). El modelo, realizado en resina como es habitual de la marca, cuenta con un precioso y detallado acabado, a la par que con un molde muy bien realizado. Es una miniatura que no debería faltar en cualquier colección dedicada a la marca del 'Espíritu del Éxtasis'.

martes, noviembre 19, 2013

Bentley S2 Saloon de Minichamps






La aparición de la nueva S-Series de Bentley supuso la completa mimetización con su marca matriz Rolls Royce, de este modo la evolución de este modelo, que inició su fabricación en el año 1955, estuvo ligada a la de su hermano gemelo el Silver Cloud, del que sólo se diferenciaba en la calandra y en los logos de los tapacubos. En 1959 el Bentley S1 da paso al S2, del mismo modo que pasó con el Silver Cloud I y II. El modelo no recibió cambio estético alguno, siendo su primera novedad la incorporación del nuevo motor V8 de aluminio y 6,2 litros desarrollado por Rolls Royce. De este modo, nacía así el primer Bentley movido por un motor V8.

Bien es cierto que el motor de seis cilindros aparejado a la carrocería Standar del Bentley S-Series lograba muy buenas prestaciones, la incorporación del V8 no sólo vino a mejorarlas levemente, sino que además le otorgó un carácter más refinado, siendo una mecánica mucho más acorde para un automóvil de este porte.

Tenía muchas ganas de tener entre mis manos esta miniatura y comprobar el trabajo de Minichamps con esta carrocería y ciertamente puedo decir que en materia de molde, la labor es buena, cosa que por otra parte no me suele sorprender con Minichamps. En cuanto al acabado… bueno, vemos algunas de las jugadas habituales de este fabricante, como unos limpias de plástico impropios para una miniatura de este rango. El resto del conjunto me parece bastante bueno. Esta miniatura está disponible actualmente en tres combinaciones de colores, el azul-plata, el burdeos-plata y el burdeos monocolor. Opte por la que creo que es la más apropiada y bonita. La miniatura luce especialmente bien en la vitrina junto con su versión cabriolet que ya presenté en su día.

lunes, noviembre 18, 2013

Bentley 4.25 Litres Embiricos Special de Minichamps






La gloriosa herencia deportiva de Bentley empezó a diluirse cuando la marca se integró en Rolls Royce en 1931. Los 'Derby Bentley', así llamados por su lugar de construcción, no eran más que derivados de los modelos de la gama inferior de Rolls Royce (obviamente el término "inferior" aplicado a Rolls Royce es muy matizable y no debe aplicarse del mismo modo que a otros fabricantes) con las mecánicas levemente modificadas, que poco o nada tenían que ver con aquellos glorioso modelos que ganaron las 24 Horas de Le Mans en varias ocasiones de la década anterior. Los nuevos Bentley ni mucho menos eran coches malos, pero lo cierto es que la marca perdió algo de fuelle con respecto a sus competidores, por lo que hubo que ponerse manos a la obra y recuperar el terreno perdido.

Una serie de pruebas realizadas en el túnel de viento de Bristol revelaron que el chasis del modelo 4,25 Litres tenía unas excelente posibilidades si se le dotaba de la carrocería adecuada. El principal problema era la clásica y tradicional parrilla delantera, todo un símbolo de identidad, pero cuya aerodinámica era la de "un ladrillo". De este modo, lo primero de todo era encontrar un cliente dispuesto a sacrificar este detalle en beneficio de una solución más moderna e innovadora. Esta persona fue el magnate griego André Embiricos, un gran apasionado de la marca que cuando fue informado del proyecto se comprometió a adquirirlo.

Para los trabajos de carrocería se lanzó la vista a Francia, concretamente al diseñador Georges Paulin, cuyo trabajo con los modelos Darl´Mat de Peugeot había llamado la atención de los ingenieros británicos. Paulin se basó en los diseños 'Teardrop' para modelos Talbot-Lago y Delage, realizados sobre chasis similares al del Bentley. El modelo contaba con una parrilla de innegable estilo Bentley pero acorde a las líneas aerodinámicas del diseño. Los ruedas traseras quedaron escondidas en los guardabarros también con estos fines.

La dotación al motor de seis cilindros en línea y 4,25 litros de un carburador mayor trajo consigo el aumento de potencia de 125 a 140 cv. La construcción de la carrocería fue encomendada a la empresa Pourtout, que empleó aluminio y materiales ligeros para ello, logrando un ahorro de 100 kilos de peso respecto a los modelos convencionales.

Tras ser probado en el circuito de Monthlery y romper la barrera de las 100 millas por hora (160 Km/H), el Bentley fue entregado al señor Embiricos, que generosamente lo cedió a la marca para seguir experimentando y servir como baluarte técnico, de este modo, rompió en Alemania el récord de las 80 millas (130 Km/H) en la autovía Berlín-Munich, alcanzando las 110 millas (180 Km/H) y superando al Mercedes Benz 'Grosser'. El señor Embiricos vendió el coche en 1939 a HSF Hay.

El señor Hay disfrutó de su excelente Bentley durante 60.000 millas, incluida una participación en las 24 Horas de Le Mans de 1949, logrando un sexto puesto. En dos participaciones posteriores quedó 18º y 22º. En 1969 el señor Hay lo vendió y pasó por varias manos incluido un pintado en azul marino. Recientemente fue devuelto a su estado original y visitó la fábrica de Crewe en el 90 aniversario de Bentley, además de ser expuesto en Peeble Beach 2009.

Pese a sus muchas bondades, el Embiricos quedó como un modelo único pues el cliente habitual de Bentley no vio con buenos ojos el diseño tan aerodinámico y avanzado, no obstante, muchas de sus características pudieron verse plasmadas en otro de los modelos míticos de la marca, en R-Type Continental de 1952.

Es curioso como Minichamps queriendo ampliar su catálogo Bentley ha decidido hacerlo con este peculiar modelo, justo también cuando acaba de lanzar su serie especial dedicada a los modelos del Museo Mullin, puesto que este Bentley es de la misma época y cuenta con un diseño muy en esta onda. Sea como sea es de agradecer y les felicitamos porque se trata de una trabajo muy fino. Curiosamente, en este caso se ha optado por el diecast como material para hacer esta miniatura y no la resina, cada vez más presente en el fabricante alemán. El modelo cuenta con un molde impecable, una pintura perfecta y un bonito ornamentado, pero seguimos echando en falta detalles en metal fotograbado, pues piezas como los limpiaparabrisas y los marcos de las ventanas no son todo lo fino que un modelo así se merece. Con todo y con esto, me parece una estupenda miniatura.

jueves, noviembre 14, 2013

Maserati México de Neo Scale Models






El ingeniero jefe de Maserati, Giulio Alfieri, hizo ver hacia la mitad de la década de los 60 a sus jefes, los hermanos Orsi, que existía la necesidad de ampliar su gama de productos. Por una parte, el viejo motor seis cilindros en línea introducido en el A6 ya había cumplido su ciclo vital y había sido amortizado con creces con los modelos 3500 GT, Sebring y Mistral. Por la otra, Maserati no contaba con un auto capaz de hacer una competencia real a los Ferrari y Lamborghini de motor V12, pues su superdeportivo 5000 GT no dejaba ser una rara avis con una producción muy limitada.

En este contexto nace en 1965 el Maserati México. Fue el diseñador, Giovanni Michelotti para la empresa Vignale, quien bautizó así este modelo, pues ya empleó este diseño de carrocería para la reconstrucción de un 5000 GT de un rico cliente mexicano. Curiosamente, en el GP de Sudáfrica de 1967, el piloto mexicano Pedro Rodríguez lograba la que sería la última victoria de un motor Maserati para la Fórmula 1, bajo los colores del equipo Cooper.

Partiendo de la base del V8 empleado en el 5000 GT, a su vez basado en el del 450S de carreras, la unidad destinada al México cubicaba 4,7 litros y rendía una potencia de 290 cv. Más adelante se incluyó una versión de acceso con el motor del Quattroporte, el mismo V8 pero con 4,2 litros de cilindrada y 260 cv.

La carrocería, de acero y soldada a un chasis tubular, contaba con un diseño muy limpio de tres volúmenes y al ser de un generoso tamaño, contaba en su interior con espacio para cuatro ocupantes. El deportivo que pretendía ser competencia directa para Ferrari y Lamborghini acabó siendo finalmente un elegante gran turismo con el que viajar cómodamente a alta velocidad. Es por eso que entre su equipamiento se incluían asientos de cuero, elevalunas eléctricos, aire acondicionado, dirección asistida, salpicadero de madera y, en opción, transmisión automática. Las versiones 4,7 equipaban llantas de radios Borrani, mientras que los 4,2 montaban unas de aleación más convencionales.

Siendo uno de los muchos "patitos feos" de la historia del automóvil, no era fácil encontrar una buena miniatura de un Maserati México, pero llegó Neo Scale Models, un gran especialista en la reproducción en miniatura de autos nunca antes reproducidos y nos trae este precioso México, una miniatura realmente bien hecha, de esos Neos que llaman bien la atención en la vitrina. Como podemos ver las formas están realmente bien conseguidas por el molde y el acabado es el habitual de Neo. Existe la posibilidad de elegir tres colores, plata, beige y azul. Quizás el punto menos favorable se lo lleven unas llantas de radios no muy conseguidas pese a estar realizadas en material fotograbado, pero en el conjunto no desentonan.

lunes, noviembre 11, 2013

Maserati 5000 GT Allemano de Neo Scale Models






Corría el año 1957 y Maserati vivió un año bastante agridulce. Por una parte, la empresa vivía una situación económica delicada, y en el lado de la competición, si bien el Chueco Juan Manuel Fangio lograba su quinto y último título a los mandos de su 250F, en las carreras del Mundial de Sport la marca veía como terminaban su temporada con todos los 450S descalificados en el GP de Venezuela en Caracas. La familia Orsi, propietaria de la marca del tridente decidió ponerse las pilas y vocalizar sus esfuerzos en los coches de calle.

Precisamente ese mismo año veía la luz el 3500 GT, un automóvil a todas luces excepcional con el que Maserati iniciaba el asalto a la división de honor de coches deportivos, rivalizando directamente con la mismísima Ferrari. Uno de los clientes más destacados de Maserati era el Shá Mohamed Reza Pahlavi, presidente de la Antigua Persia (Irán), el cual había quedado enormemente satisfecho con su Maserati 3500 GT, tanto, que estaba dispuesto a ofrecer a la marca del tridente un buen incentivo para que le ofrecieran un auto mejor.

El Shá se puso en contacto directamente con el ingeniero jefe de Maserati, Giulio Alfieri, y le puso las cosas muy claras, quería un nuevo coche, basado en el chasis del 3500 GT con un motor de competición del 450S. Era como si el dirigente persa y Alfieri se hubiesen leído la mente, pues el ingeniero soñaba con emplear los motores V8 de los 450S en depósito en un modelo para la calle.

El primer modelo de la Serie 103 (código interno usado para definir al nuevo coche) recibió el nombre de Sciá di Persia, y montaba una carrocería de Touring de Milán, cuyo aspecto era muy barroco ya que recreaba formas de la arquitectura propia de dicho país. La presentación del 5000 GT tuvo lugar en el Salón de Turín de 1959 y se trataba de todo un supercoche, con frenos de disco en las cuatro ruedas, caja de cambios de cuatro velocidades, carburadores Webber (inyección Lucas desde 1961) y la suspensión del 3500 GT. En el vano del motor se encontraba un formidable motor V8 heredado directamente de la competición, aunque convenientemente modificado para su uso en carretera, con la cilindrada aumentada a 5.000 cc y una potencia de hasta 370 cv, suficientes para superar los 280 Km/H.

Con un precio del doble de su hermano menor, el 3500 GT, del 5000 GT se fabricaron 32 ejemplares, de los que 21 tenían la carrocería de Allemano. El resto fueron de Touring (4), Pininfarina, Bertona, Frua, Michelotti, Vignale y Monterosa. Pocos autos de su época podían hacerle sombra, básicamente tenía dos rivales, el Ferrari 500 Superfast y el exótico Facel Vega Facel II con su poderoso motor Chrysler. Aparte del Shá, otros ilustres propietarios del 5000 GT fueron el Aga Khan, el piloto Briggs Cunningham, los empresarios Giovanni Agnelli y Ferdinando Innocenti, el actor Stewart Granger y el presidente de México Adolfo López Mateos.

Como ya hemos dicho, la gran mayoría de los 5000 GT montaron la carrocería de la empresa italiana Allemano, un diseño de Giovanni Micheloti denominado 'Indianápolis', que destaca por su equilibrada mezcla de elegancia y deportividad, destacando sobre todo el predominio de las formas planas y rectas y su gran parabrisas trasero panorámico.

El fabricante holandés Neo Scale Models cuenta en su catálogo con un más que nutrido surtido de modelos de Maserati, siendo este precioso 5000 GT una de sus últimas incorporaciones, que los podemos encontrar en tres colores, negro, rojo y blanco. Las formas del molde son muy correctas y recrean muy bien las líneas del formidable coupé de Allemano, el cual cuenta igualmente con un rico ornamentado y una muy bonita y elegante combinación de colores.

domingo, noviembre 10, 2013

AC Shelby Cobra 289 de Spark







Enzo Ferrari despreció las recomendaciones que para sus coches le hizo Ferrucio Lamborghini, diciendo que un fabricante de tractores y máquinas de aire acondicionado no podía dar lecciones sobre coches deportivos a alguien cuyos coches lo habían ganado todo. Finalmente el fabricante de tractores acabó construyendo autos deportivos. En la misma época, un granjero avícola de Texas, que había ganado las 24 Horas de Le Mans con Aston Martin, también se lanzó a la aventura de proyectar el auto deportivo de sus sueños. En este caso no sabemos si el señor Ferrari llegó a pronunciarse al respecto, pero lo cierto es que tanto los coches del fabricante de tractores, como los del granjero, se enfrentaron a los de Ferrari en múltiples ocasiones, tanto en el circuito como en la carretera, y hubo veces que ambos ganaron la partida al de Maranello.

Carroll Shelby, granjero avícola de Texas, EEUU, representa a la perfección el paradigma del estadounidense burgués de clase media, uno de esos muchos self made man que han engrandecido con su trabajo la Gran Nación Norteamericana. Criador de Gallinas para el sector de la alimentación, tras varios negocios emprendidos, Shelby siempre tuvo una pasión especial por el automóvil que le llevó a debutar en la Fórmula 1 para la temporada 1958, tomando parte en cuatro grandes premios en 1958 con un Maserati privado y en 1959, en otros cuatro con el equipo oficial de Aston Martin en su desastrosa experiencia en F1. Pero precisamente fue enrolado en las filas del constructor británico donde le vino su primer gran éxito en el automovilismo deportivo, al lograr la victoria en Las 24 Horas de Le Mans de 1959 junto a Roy Salvadori. Desde entonces Shelby hizo del automovilismo su modo de vida, tanto como piloto como director de equipo y, también, constructor de coches.

Un buen día en las oficinas de AC Cars recibieron una llamada de los Estados Unidos, se trataba de Carroll Shelby, que quería hacerles una propuesta de negocio. El granjero quería básicamente colocar un poderoso motor V8 de Ford en el pequeño y esbelto AC Ace. Shelby tenía algo de experiencia en el trabajo con autos británicos, no sólo con Aston Martin, también con Allard, es por eso que tras unas pruebas en Thames Ditton la gente de AC mandó un chasis ya preparado a Los Ángeles, donde el equipo de trabajo de Shelby le acopló un Motor Ford V8 (en principio se pensó en Chevrolet, pero GM se negó a cooperar por ver un competidor potencial del Corvette) y en ocho horas el Cobra, nombre ideado por Shelby, ya circulaba.

En un principio los AC Shelby Cobra montaban un motor V8 de 4,2 litros (260 ci), pero finalmente y tras 51 ejemplares construidos se optó por el V8 Windsor de 4,7 litros (289 ci) y 300 cv de potencia. Todos los trabajos del chasis fueron realizados por el ingeniero jefe de AC Cars, Alan Turner. Dado el éxito que registró el nuevo AC Shelby Cobra, que la empresa cesó su colaboración con Ken Rudd y Ford UK para el suministro de motores V6 que hasta entonces habían equipado los Ace. Uno de los autos deportivos más legendarios de todos los tiempos había nacido y Carroll Shelby ya se había ganado un lugar en el Olimpo del motor. A partir de 1965, tres años después del que el AC Cobra entrara en producción apareció una nueva y aún más brutal versión, el Shelby Cobra 427 con el motor V8 Small Block de siete litros y 425 cv, aunque ya estamos hablando de otra historia.

El AC Shelby Cobra 289 es hoy día uno de los modelos más solicitados por los apasionados de la marca, que además destacar su versatilidad en el manejo, cuenta con un aspecto más limpio, elegante y estilizado.

Spark Models reúne en su catálogo a la mayoría de los autos deportivos de competición y de calle más legendarios y el modelo que hoy les presento, de reciente aparición no es para menos, se trata de una fantástica reproducción del AC Shelby Cobra 289, con un aspecto realmente impresionante en cuanto a realización y detallado, destacando las formas del molde y el rico ornamentado de la miniatura con una amplísima utilización de material fotograbado y piezas independientes. Un modelo legendario que quedará bien en cualquier colección.

Ferrari 250 GTE 2+2 de Bang









Verano de 1960, fin de semana del 25 y 26 de junio. En el circuito galo de La Sarthe se celebra la prueba automovilística más célebre del mundo, Las 24 Horas de Le Mans. El Commendatore Enzo Ferrari tenía motivos para estar muy contento, seis de las siete primeras posiciones de la prueba las coparon sus coches y sus pilotos (en ese orden), alzándose como ganadores absolutos el dúo belga formado por Olivier Gendebien y el periodista Paul Frère al volante de un TR 60. Pero este acontecimiento deportivo tenía otro protagonista de excepción, el coche de la Dirección de Carrera, un fabuloso y elegante coupé con la insignia del Cavallino Rampante sobre su capó del que nadie sabía nada y que se había elaborado en el más absoluto de los secretos.

Los ingenieros de Maranello en colaboración con el equipo de diseño de Pininfarina supieron emplear todo su talento y maestría para desarrollar un Ferrari que mantuviese toda su esencia en lo que a estilo, técnica y prestaciones se refiere, con un habitáculo capaz de albergar a cuatro pasajeros. Para ello emplearon un chasis con 2,6 metros de batalla y colocaron el largo motor V12, y eso que emplearon el bloque compacto Tipo Colombo, 200 milímetros más adelantado. El modelo fue presentado en el Salón de París y la crítica alabó de él su diseño grácil y equilibrado, su amplitud interior y, como no, su comportamiento cien por cien Ferrari, que era de lo que se trataba ante todo. Decir igualmente que en su diseño se veían algunos de los rasgos más característicos de Pininfarina, de hecho encontramos muchas similitudes entre este coche y otros coetáneos del mismo diseñador, como el Peugeot 404 (sedán y coupé), Fiat 1800-2100, Morris Oxford y Austin Cambridge, sobre todo en el frontal y en la trasera, con las clásicas colas.

El 250 GTE 2+2 tuvo un padrino de absoluta excepción, el propio Enzo Ferrari, siendo el primer Ferrari de serie que el patrón usaba para su desplazamientos. Bajo su capó se hallaba el clásico V12 Colombo de tres litros con 240 cv de potencia, asociado a una caja de cambios de cuatro velocidades con overdrive, una desmultiplicación de la cuarta marcha para velocidades de crucero. Fue el propio piloto de la casa, el americano Phil Hill, quien se encargó de mostrar a la prensa especializada el nuevo Cavallino, logrando parar el coche desde una velocidad de 160 Km/H en 25 segundos, teniendo en cuenta que su hermano, la berlinetta SWB, lo hacía en 22. Dichas prestaciones hacían que superase a su principal adversario, el Aston Martin DB4.

El 250 GTE pasará también a la historia por ser el primer Ferrari en servir en un cuerpo de Policía. El presidente de la República de Italia, Giovanni Gronchi se encontraba realizando un homenaje a la Squadra Mobile de Roma y al hacerles entrega de un premio, preguntó a los agentes presentes en el acto por un regalo que les gustase, a lo que estos respondieron "una Ferrari". Sorprendentemente Gronchi se puso en contacto con el señor Ferrari y, más sorprendentemente, éste aceptó. De modo que desde Maranello se enviaron a la Squadra Mobile de Roma dos unidades del 250 GTE. Una de ellas quedó destruida el mismo día de su prueba en un fatídico accidente, de modo que los restos fueron trasladados a Maranello para su desgüace, pues Enzo Ferrari era una persona muy supersticiosa. Los agentes de la Squadra fueron invitados a hacer un curso de conducción de Ferrari y llamó poderosamente la atención el mariscal Marcello Spatafora, quien tuvo una oferta de la marca para correr en su equipo, oferta que el agente declinó educadamente. Fue precisamente Spatafora el protagonista de unas de las persecuciones más trepidantes que se conocen en Italia, persiguiendo a unos malhechores bajando a toda velocidad con el segundo Ferrari 250 GTE por las escaleras de la Trinitá del Monti, en la plaza de España de Roma. Aún hoy ese automóvil tiene en los bajos de su chasis las marcas de esta persecución. El Ferrari fue sacado del servicio activo en 1968 y subastado en 1972. Desde entonces es propiedad de un coleccionista. Por tanto, que nadie se sorprenda tanto de las noticias sobre los coches de los cuerpos policiales de los países del Golfo Pérsico, todo está inventado.

Llevaba mucho tiempo siguiendo la pista a esta preciosa miniatura del extinto fabricante italiano Bang y por fin hallé una a un precio que me satisfizo. El modelo está realizado en diecast y tiene numerosos detalles en fotograbado, como las llantas, limpias, molduras y la parrilla del radiador. El molde tiene unas formas muy acertadas y el nivel de detalles y ornamentado es un muy bueno. Digamos que es una miniatura que en relación a otras marcas de diecast, estaría en un nivel muy alto, cercano a Auto Art me atrevería a decir. La combinación de color de mi modelo, gris plata metalizado por fuera y marrón por dentro me parece muy elegante y con un contraste que causa mucho realce. En definitiva, una miniatura excepcional y una pena que ya no tengamos a Bang en activo.

domingo, noviembre 03, 2013

Rolls Royce Silver Cloud III HJ Mulliner DHC de Matrix Scale Models













La tradición carrocera italiana y sus principales artesanos como Pininfarina, Bertone, Touring de Milán, Frua o Zagato han eclipsado mediáticamente a otros nombres, pero lo cierto es que fuera del país transalpino existen excelente ejemplos de artistas que supieron vestir al automóvil con gran maestría, y uno de estos casos es HJ Mulliner del Reino Unido, compañía cuyo trabajo de construcción de carruajes para el Royal Mail en Northampton data de 1760. En 1897 Henry Jervis Mulliner se estableció como carrocero en Mayfair. Desde el año 1913 desarrolló una íntima colaboración con Charles Stewart Rolls así como con su gran competidor, Walter Owen Bentley, construyendo carrocerías para sus modelos. Destacar igualmente que durante la II Guerra Mundial realizó piezas para los aviones De Havilland Mosquito de la RAF. La empresa pasó en 1959 a formar parte de la Rolls Royce-Bentley Motor Company hasta 1998, fecha en que ambas marcas se separaron y Mulliner pasó a integrarse en Bentley, como departamento de encargos especiales.

HJ Mulliner realizó a lo largo de su carrera algunas de las carrocerías más bellas vistas en un Rolls Royce, como es el caso de la versión descapotable del precioso Silver Cloud. Si este modelo ya de por sí es una escultura rodante, la versión descubierta puede definirse como una obra de arte, quizás el convertible de cuatro plazas más elegante de su tiempo, dado que HJ Mulliner optó por un diseño que respetaba las líneas originales. En referencia a su hermano de cuatro puertas, el Silver Cloud Drophead Coupé ganó más ligereza y algo más de músculo en su motor V8 de 6,2 litros, que fue introducido en el Silver Cloud II, una potencia que se calculaba en 220 cv aunque como era norma en la casa, no se revelaba. El Silver Cloud III DHC mantenía la principal seña de identidad estética diferenciadora de la berlina, los grupos ópticos delanteros dobles. Si un Silver Cloud era un auto muy distinguido, el cabriolet lo era aún más y era muy normal verlo en los lugares más selectos. El actor Kurt Jürgens poseyó uno en color champagne.

Matrix Scale Models es el nuevo proyecto de un viejo conocido de los coleccionistas de 1/43, el empresario holandés Jaap Van Dyck, fundador de Neo Scale Models, ahora en manos del alemán Klaus Kiunke (Modelcarworld). De hecho, vemos cierta relación entre los dos nombres de ambas marcas de miniaturas. Matrix mantiene una filosofía muy similar a la de Neo, miniaturas 1/43 de autos exóticos y versiones especiales de carroceros, construidos en resina. Sí es cierto que son algo más caros y la calidad es similar. En este caso tenemos un precios Rolls Royce Silver Cloud III en su versión convertible de HJ Mulliner, en una muy llamativa combinación bitongo amarillo-negro, igual al que hace unos años ofrecía el elitista y extinto fabricante de miniaturas francés FYP Creations (faltan las costuras de los asientos en amarillo). Se trata de un modelo muy bien ejecutado y con un gran nivel de terminación, si me apuran, algo mejor que los Neo, aunque no justifico su precio superior. De todos modos, se trata de un modelo que por su color, puede causar sentimientos encontrados, aunque en mi caso, me encanta, pues además de ser muy similar a ese FYP que nunca pude tener (600 euros que costaba en su día y hoy descatalogado, pues imagínense), tiene los mismos colores que el Rolls Royce Phantom II de la película 'El Rolls Royce amarillo'.