El ingeniero jefe de Maserati, Giulio Alfieri, hizo ver hacia la mitad de la década de los 60 a sus jefes, los hermanos Orsi, que existía la necesidad de ampliar su gama de productos. Por una parte, el viejo motor seis cilindros en línea introducido en el A6 ya había cumplido su ciclo vital y había sido amortizado con creces con los modelos 3500 GT, Sebring y Mistral. Por la otra, Maserati no contaba con un auto capaz de hacer una competencia real a los Ferrari y Lamborghini de motor V12, pues su superdeportivo 5000 GT no dejaba ser una rara avis con una producción muy limitada.
En este contexto nace en 1965 el Maserati México. Fue el diseñador, Giovanni Michelotti para la empresa Vignale, quien bautizó así este modelo, pues ya empleó este diseño de carrocería para la reconstrucción de un 5000 GT de un rico cliente mexicano. Curiosamente, en el GP de Sudáfrica de 1967, el piloto mexicano Pedro Rodríguez lograba la que sería la última victoria de un motor Maserati para la Fórmula 1, bajo los colores del equipo Cooper.
Partiendo de la base del V8 empleado en el 5000 GT, a su vez basado en el del 450S de carreras, la unidad destinada al México cubicaba 4,7 litros y rendía una potencia de 290 cv. Más adelante se incluyó una versión de acceso con el motor del Quattroporte, el mismo V8 pero con 4,2 litros de cilindrada y 260 cv.
La carrocería, de acero y soldada a un chasis tubular, contaba con un diseño muy limpio de tres volúmenes y al ser de un generoso tamaño, contaba en su interior con espacio para cuatro ocupantes. El deportivo que pretendía ser competencia directa para Ferrari y Lamborghini acabó siendo finalmente un elegante gran turismo con el que viajar cómodamente a alta velocidad. Es por eso que entre su equipamiento se incluían asientos de cuero, elevalunas eléctricos, aire acondicionado, dirección asistida, salpicadero de madera y, en opción, transmisión automática. Las versiones 4,7 equipaban llantas de radios Borrani, mientras que los 4,2 montaban unas de aleación más convencionales.
Siendo uno de los muchos "patitos feos" de la historia del automóvil, no era fácil encontrar una buena miniatura de un Maserati México, pero llegó Neo Scale Models, un gran especialista en la reproducción en miniatura de autos nunca antes reproducidos y nos trae este precioso México, una miniatura realmente bien hecha, de esos Neos que llaman bien la atención en la vitrina. Como podemos ver las formas están realmente bien conseguidas por el molde y el acabado es el habitual de Neo. Existe la posibilidad de elegir tres colores, plata, beige y azul. Quizás el punto menos favorable se lo lleven unas llantas de radios no muy conseguidas pese a estar realizadas en material fotograbado, pero en el conjunto no desentonan.
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