domingo, junio 17, 2018

Dodge Dart Phoenix Sedan 1961 de Neo Scale Models







La histórica denominación Dart fue introducida por Dodge en 1960 para identificar a una nueva clase de automóviles de tamaño medio pero con equipamiento de gama alta que tenían como fin ocupar el lugar que dejaba libre la liquidación de la marca De Soto, liquidada por Chrysler ese mismo año. En un principio, el coche iba a denominarse Zipp, pero incluso con un estudio de mercado que bendecía tal denominación, fue cambiado a última hora por Dart en referencia a los nuevos aviones militares Dart Delta F106. Rolls Royce también fabricaba motores turbohélice de aviación denominados Dart, por lo que los creativos de Dodge decidieron tratar de asociar el nuevo coche al prestigio y la distinción del mundo aeronáutico. También, en 1957, Ghia empleó el nombre Dart para un prototipo realizado sobre base mecánica Dodge para Chrysler.

El modelo 1961 de la primera generación Dart incorporaba un nuevo y llamativo diseño de Virgil Exner donde las aletas y los cromados fueron racionalizándose respecto a los productos de años anteriores. Era un auto muy estilizado donde aún persistía el concepto 'forward look' de habitabilidad interior. El Dart estaba disponible como sedán de cuatro puertas, coupé y descapotable. Tenía tres niveles de equipamiento: el básico Séneca, el medio o Pioneer, y el Phoenix en lo más alto de la gama.

El Dart se acomodó en el escalafón inmediatamente inferior al Polara y contaba con una extensísima lista de opciones de equipamiento para su personalización. La gama de motores arrancaba con el 'Slant Six' de 3.7 litros -225 ci- y tres V8, el 5.2 -318ci-, el 5.9 -361- y el 6.3 -383 ci-, bien con cambio manual o automático, ambos de tres velocidades. El espejo retrovisor interior fue colocado sobre el salpicadero y no en lo alto del parabrisas, pues según los técnicos de Dodge, se ganaba mejor visibilidad, pero lo cierto es que el campo de visión se veía interrumpido cuando viajaba un pasajero de gran estatura en las plazas traseras. Una de las opciones más llamativas fue la denominada RCA, un pequeño tocadiscos para discos de 45 RPM situado bajo el salpicadero en el centro, de una caja protectora. Estaba conectado con el sistema de audio del coche. Para evitar que el disco saltase por los movimientos del coche en la carretera, el brazo del tocadiscos era extremadamente duro, lo que terminaba afectando a la vida útil de los discos. Sin duda, una gran curiosidad este antepasado de los reproductores de MP3 que llevan hoy nuestros coches.

Merece reseñarse igualmente cómo el empleo del nombre Dart provocó un enfrentamiento legal entre la propia Chrysler Corporation y la británica Daimler. En otoño de 1959, Daimler presentó en el Salón de Nueva York su deportivo SP 250 Dart. Los ejecutivos de Chrysler vieron el coche y reclamaron sus derechos sobre esta denominación, que ya habían empleado en el prototipo de 1957 reseñado más arriba, por lo que Daimler se vio obligada a retirarlo del nombre de su coche.

Igualmente, la empresa española Barreiros Diésel produjo en España bajo la licencia el Dodge Dart de tercera generación, aunque ésa es otra historia. A lo largo de su vida comercial, el Dodge Dart fue viendo reducido su tamaño desde un coche medio hasta un compacto.

La miniatura que protagonizada la entrada corresponde a un Dodge Dart de 1961 con carrocería sedán y nivel de equipamiento Phoenix, el más alto de su gama. Como es normal es Neo, el modelo está fabricado en resina. Cuenta con un alto nivel de calidad que se ve reflejado tanto en la corrección de sus formas como en su exquisito acabado, donde proliferan piezas de metal fotograbado que realzan su realismo.

domingo, junio 10, 2018

Rover P6 3500 S de Vanguards







El Premio al Mejor Coche del Año o 'Car of the Year' fue instituido en el año 1964 y el coche que lo estrenó fue el Rover P6. Lanzado un año antes como sustituto del P5 de 1959 -aunque ambos convivieron unos años, sobre todo la versión 'coupé'-, era un automóvil de estilo clásico, sobrio y elegante, muy al gusto británico, que ejerció a la perfección ese papel de puente tan propio de Rover entre las firmas populares como Ford, Vauxhall o Triumph, y el escalafón superior conformado por Jaguar, Rolls Royce, etc.

Su diseño fue obra de David Bache y estaba construido sobre un armazón de acero al que se acoplaban los paneles de la carrocería y los órganos mecánicos. En un primer momento sólo se ofrecía con el motor cuatro cilindros de 2.0 litros y cambio manual. Tres años después llegaría la caja de cambios automática y la versión TC -Twin Cam- con dos carburadores que le otorgaban unos caballos extra de potencia.

En 1968 aparecen las versiones con motor V8, la mecánica de 3.5 litros de origen Buick que Rover asumió como propia en el P5B Coupé y que en lo sucesivo motorizaría a todos los coches de más alto rango del fabricante de Solihull. Denominado Rover P6 3500, las primeras versiones sólo se ofrecían con cambio automático hasta la aparición del P6 3500 S en 1971. Se cuenta que fueron los entusiastas de la marca quienes reclamaron la versión con cambio manual. Con el motor V8, el Rover P6 se convirtió en un excelente automóvil rutero a la par que elevó su categoría social, estando más cerca de marcas como Jaguar e incluso Rolls Royce.

En 1973 el P6 2000 se sutituyó por el P6 2200. La vida comercial del P6 finalizó en 1977 con la introducción del nuevo SD1, radicalmente diferente en el plano estético. El Rover P6 fue un automóvil muy empleado por los diferentes constabularios de policía de toda Gran Bretaña. Fue también el automóvil con el que la princesa Grace de Mónaco perdió la vida en un accidente de tráfico. Los años 70 comenzaron a vislumbrar la decadencia de la industria británica de la automoción, la misma que dos décadas antes registraba el mayor número de coches fabricados en Europa. El P6 de Rover viene a ser una de sus últimas, un coche con una gran personalidad y que reflejaba a la perfección la idiosincrasia de un país aplicada a un coche.

No sé lo años que llevo queriendo incorporar a la colección un Rover P6, pero siempre terminaba enredándome con otra compra y se me iba olvidando. Recientemente estuve muy cerca de adquirir el bonito P6 realizado Matrix Scale Models, pero finalmente lo descarté ya que me parecía algo exagerado los casi 80 euros que cuesta para un coche así. Dos amigos precisamente británicos, David y Andy, me recomendaron la miniatura de Vanguards, la que siempre tuve revoloteando delante, sobre todo una de sus últimas versiones, la que viene conmemorar los 100 años de Corgi en color marrón. Finalmente, hace unos días, con motivo de una escapada de fin de semana a Madrid y su correspondiente visita a Bazar Matey, me topé con esta miniatura, que es la versión más reciente que ha lanzado al mercado Corgi para la serie Vanguards, y lo vi claro, se tenía que venir para casa. Y me alegré por ello, pues me parece una excelente miniatura por menos de la mitad del Matrix con una calidad excelente. Y es que ya muchos coleccionistas lo sabemos, Vanguards es posiblemente una de las marcas de miniaturas de coches en 1/43 con mejor relación calidad precio. Un molde correcto y proporcionado y un exterior cargado de buenos detalles, incluidos los faros clásicos de diamente o los limpiaparabrisas en metal fotograbado, esto último algo que sólo vemos ya en los fabricantes en resina. Quizás flojea un poco en el detallado interior, pero creo que no se le puede pedir más a este fabricante. Yo estoy encantado con mi Rover P6 de Vanguards y más aún después de poder haber hecho la foto con los P5B Coupé de Neo y el SD1, también de Vanguards.