domingo, enero 19, 2020

Crown Imperial Limousine C70 1956 de GLM









Imperial inició su andadura como división independiente dentro de la Chrysler Corporation en 1955. En lo sucesivo, los coches de la marca Imperial pasarían a ocupar el escalafón más alto del grupo y estarían destinados a competir directamente con los productos más exclusivos de sus competidores directos en los EEUU, o sea, Cadillac y Lincoln, aunque también con otros fabricantes del mismo segmento como pudieran ser Rolls Royce, Jaguar, Daimler o los grandes sedanes 300 de Mercedes, entre otros. 

Ese mismo año, Chrysler, a través de su jefe de diseño, el genial Virgil Exner, introduciría su distintivo estilo 'Forward Look' que estaría presente en todos los automóviles de la marca, desde el más modesto Plymouth hasta los nuevos y lujosos Imperial. También se referían al 'Forward Look' como el 'Million Dolar Look'.

Para 1956 la gama Imperial no registró un cambio estético significativo respecto al año anterior con la excepción de las aletas traseras que eran menos pronunciadas y de menor tamaño, aunque seguían coronadas por las peculiares luces traseras con forma de cañón. El motor V8 Hemi creció hasta los 5.8 litros erogando 280 CV de potencia. 1956 fue también el año en que Chrysler introdujo en sus coches la nueva caja de cambios automática Powerflite accionada por botones. También se incluyó una autorradio específicamente fabricada por Philco, el modelo Mopar  914 HR, la cual se vendía como opción a 150 dólares.

La gama Imperial de 1956 estaba integrada por tres tipos de carrocería: sedán -con una increíble batalla de 133 pulgadas para una berlina estándar-, el coupé y la limousine de 149,5 pulgadas de batalla bajo el código interno C70. Todos lucían el mismo frontal que los Chrysler de gama alta con la parrilla de diseño 'egg-crate' dividida en dos, aunque en los Imperial estaba bien visible el emblema del águila en el centro. Un total de 175 limousines fueron fabricadas en 1956, el último año producidas por la propia Chrysler, puesto que a partir de 1957 estas serían fabricadas en Italia por Ghia.

El interior de las limousines Crown Imperial estaba primorosamente realizado en cuero, tela y moquetas de la más alta calidad. Tenían capacidad para ocho pasajeros gracias a dos asientos plegables que se abrían entre las filas principales. Elevalunas eléctricos, aire acondicionado, radio, servofreno y dirección asistida se incluían de serie. En el caso de las limousines Imperial de 1955 y 1956, Virgil Exner inspiró su estilo en el Parade Car Phaeton que diseñó en 1954 y fue empleado por el propio presidente Eisenhower en alguna ocasión. 

Hoy día el término limousine nos suele evocar en la mente la imagen de un Lincoln o a lo sumo un Cadillac Fleetwood, pero hubo un tiempo en que Chrysler fabricó más limousines que nadie y el mejor ejemplo de ello puede ser el Imperial de 1956, sin duda, una de las limousines con más clase y estilo jamás producidas.

GLM, especialista de Hong Kong en miniaturas realizadas en resina de vehículos de alta gama tanto clásicos como actuales, viene labrándose una notable reputación entre los coleccionistas gracias a su bien seleccionada gama de productos y a la calidad de la misma. La limousine Crown Imperial de 1956 lleva en su catálogo unos años, aunque ya cada vez era más difícil de encontrar. No obstante, una vez más la paciencia jugó a mi favor y he podido conseguirla, ligeramente más económica que con su precio original. Fue un regalo de estas pasadas Navidades por parte de mis padres Miguel Ángel y Concha. El coche goza de un acabado de primerísimo nivel destacando el fino detallado con que cuenta, sobre todo por la profusión de piezas independientes de metal fotograbado empleadas que le otorgan un enorme realismo a la pieza. El molde parece correcto en formas y proporciones. Es una miniatura que destaca por su enorme tamaño e incluso por su peso pese a estar realizada en resina. 

viernes, enero 17, 2020

Rolls Royce Phantom II 'Shooting Brake' #67XJ de Matrix Scale Models







El color del emblema de la doble R sobre la calandra en forma de partenón de los Rolls Royce era de color rojo hasta la muerte sir Henry Frederick Royce que pasó a ser negro. El último modelo que el fundador de la marca fabricante del 'Mejor coche del mundo' vio antes de morir fue el excepcional Phantom II. Introducido en 1929, supuso un importante salto cualitativo con respecto a su antecesor, el Phantom I o New Phantom, que ya demostró ser un coche superlativo. Con su motor de seis cilindros y 7.688 cc, su servofreno mecánico o su chasis más bajo, el Phantom II era el coche más deseado de su tiempo.

Vamos a centrarnos en un modelo concreto, exactamente el número de chasis #67XJ. Este automóvil fue entregado a su primer propietario, el señor SC Harrison de Birmingham, con una carrocería saloon de Weymann. A los 10 meses fue vendido a WF Player de Nottingham el cual procedió cambiarle la carrocería, dado que no consideraba que estuviese a la altura del coche. El señor Player escogió como reemplazo una carrocería de las denominadas 'Shooting Brake' con paneles de madera, similar a los Station Wagon americanos o 'Woody'. La denominación 'Shooting Brake' se popularizó en el Reino Unido debido a que estos coches solían usarlos sus propietarios  para ir al campo a cazar, y es que 'shooting brake' quiere decir algo así como 'furgón de caza'. Y es que un Rolls Royce 'Shooting Brake' puede transportar a los señores con la mayor clase y elegancia y además cuenta con espacio para los perros y las escopetas.

En 1962, un célebre coleccionista escocés, propietario de coches muy exclusivos como el Alfa Romeo 8C 2900 Aerodinámico que corrió Le Mans o el Hispano Suiza del conde Zborowsky, adquiere el #67XJ. Como curiosidad, este señor, que también era un deportista de élite, ostentaba el título de Earl of Moray, o sea, descendiente directo del Rey de Escocia, concretamente de James V. Ya en la década de los 80, el célebre coleccionista estadounidense Charles Bickley, adquirió el coche para guardarlo y exponerlo en su museo particular Woody World de Florida, la mayor colección a nivel mundial de coches con carrocería de madera.

El #67XJ cuenta con tres filas de asientos en su interior tapizados en verde oscuro, con las moquetas en un tono similar. No puede faltar el tradicional salpicadero de madera de raíz de nogal. El coche ha participado en numerosos eventos de clásicos y llama la atención allá por donde pasa. 

De la mano de Matrix Scale Models presentamos en esta nueva entrada la fantástica reproducción del Rolls Royce Phantom II 'Shooting Brake' #67XJ. La firma holandesa cuenta con un más que nutrido catálogo de miniaturas de Rolls Royce clásicos, sobre todo carrozados especiales y versiones muy específicas. Aquí en el blog ya hemos mostrado alguno. Esta miniatura destaca, como viene siendo habitual en Matrix, por su esmerado y preciso acabado. Cuenta con numerosas piezas independientes y de metal fotograbado que le otorgan mucho realismo. La parte de la carrocería de madera está hecha en resina y con calcas de color ocre. Obviamente se trata de un automóvil muy peculiar y habrá lectores a los que les sorprenda que se haya fabricado un Rolls Royce así, aunque no es el primero, pues hace unos años ya presentamos otro modelo similar, pero del fabricante GLM. Esta miniatura ha sido un regalo de mi querida madrina Charo Gómez Rivas, Mima, por los últimos Reyes Magos y ha sido un acierto total.

sábado, enero 11, 2020

Trident Venturer 1971 de Esval Models






En las décadas de los 60 y 70 proliferaron en el Reino Unido muchos pequeños fabricantes artesanales de automóviles. Empleando gran parte de los elementos -chasis, motor y componentes- de la gran serie y apenas diseñando una carrocería atractiva, lograban resultados interesantes que no siempre solían ir acompañados de buenos resultados comerciales. Entre esa amalgama de productores independientes figura Trident, quien nos ocupa la entrada de hoy.

El Trident surge como un proyecto del fabricante británico TVR, que encargó al diseñador Trevor Fiore un coupé y un descapotable empleando como base el chasis del Grantura y al que acoplaron un motor Ford V8. Las carrocerías fueron fabricadas por Fissore. Este coche no pudo llevarse a la producción dado que TVR se vio inmersa en una de sus muchas crisis financieras, pero Fiore decidió llevar a la producción el proyecto Trident de forma independiente.

Trident Cars se estableció en 1966 como fabricante de automóviles deportivos en el región de Suffolk, primero en Woolbridge y más tarde en Ipswich. Su primer coche fue el Clipper, primero construido sobre el chasis de un TVR Grantura y posteriormente sobre el de un Austin Healey 3000. El motor era un Ford V8 de 4.7 litros y 390 CV de potencia. El precio del coche era notablemente más alto que el de competidores naturales como el Jaguar E-Type o el Aston Martin DB5.

Visto que las ventas eran muy escasas, Trident Cars lanzó en 1969 el Venturer como versión económica del Clipper. Estaba construido sobre un chasis del Triumph TR6 y en lugar de un motor V8 americano se empleó un Ford V6 Essex de 3.0 litros y 150 CV, que unido a la ligereza del chasis le confería muy buenas prestaciones. Y es que el Venturer casi alcanzaba los 200 Km/H mientras que el Clipper, con más del doble de su potencia apenas ofrecía 20 Km/H más de velocidad punta. El diseño era básicamente el mismo que el del Clipper. Aún con su vocación de ser un coche más económico, su precio seguía siendo desorbitado en comparación con otros coches que ofrecían mucho más. La revista 'Motor' probó un Venturer y sus opiniones no fueron buenas, especialmente el capítulo donde se mostraron muy críticos con su manejabilidad. 

Un tercer coche lanzado por Trident fue el Tycoon, un Venturer con motor seis cilindros de Triumph.  En 1972 Trident Cars entró en bancarrota cesando su actividad. En 1976 se intentaría reflotar la marca. Se puso a la vente un Clipper con motor Chrysler V8 de 6.0 litros, pero nadie mostró interés en sus coches, con lo que en 1977 liquidaron por completo. Apenas 225 coches fueron fabricados por Trident, de las que 84 unidades fueron del Venturer.

Esval Models, fabricantes de miniaturas en resina procedente de los Estados Unidos no se prodiga mucho y sus lanzamientos suelen coincidir bien con la Navidad o con los primeros meses del año. Especializado en la reproducción de automóviles raros y exóticos, esta miniatura del Trident Venturer es una de sus últimas creaciones. La reproducción está en línea con el producto habitual que ya conocemos de Esval, o sea, una replica realizada en resina con un acabado de mucha calidad. La miniatura reproduce aparentemente bien el coche que representa, las formas y proporciones parecen correctas. Y, lo más importante, puede ser el único modelo de un Trident que se pueda encontrar hoy día a escala. Una miniatura interesante y que se sale de lo común, para coleccionistas que buscan algo más, algo diferente.