jueves, septiembre 29, 2022

Ferrari 330 GT 2+2 'Enzo Ferrari' #4963 de Autocult









En ciertas ocasiones, los grandes estudios de diseño se apartan de su camino dejándose llevar por alguna moda pasajera. Puede que el resultado obtenido no sea un fracaso absoluto al final de todo, pero puede que algunas alarmas se enciendan. Es el caso de cuando a principios de la década de los 60 Pininfarina encomendó a un joven Tom Tjaarda el diseño del nuevo Ferrari 330 GT 2+2.

En enero de 1964, Ferrari reemplazó el 330 América por el más moderno 330 GT 2+2. El primero no era más que la última evolución del 250 GTE 2+2, manteniendo su misma carrocería pero con un nuevo motor de mayor tamaño, un V12 Tipo 209 directamente derivado del 400 Superamérica, con 4.0 litros de cilindrada, de ahí la denominación del coche, que como era tradición en Ferrari, las tres cifras indican el volumen unitario de uno de los 12 cilindros del motor. Esta nueva mecánica erogaba 300 CV de potencia e iba aparejada a una caja de cambios manual de cuatro velocidades con un overdrive Laycock de Normanville.

En términos de diseño, el GT 2+2 era bastante diferente al América. Sus líneas eran limpias y sencillas con tres volúmenes bien diferenciados, pero sobre todo destacaba la solución implementada en el frontal por Tom Tjaarda, unos grupos ópticos dobles y en trayectoria oblicua, precisamente un elemento estético que no fue aplaudido por todos. Pese a todo, era el primer Ferrari con dobles luces frontales que se construía. 

El 330 GT 2+2 tenía un chasis 50 mm más largo que los 250 GTE/330 América, con 2.650 mm de batalla, lo que se tradujo en 10 cm más de espacio para los pies en las plazas traseras. En 1965 se introducen una serie de cambios estéticos, siendo el más vistoso el reemplazo de las luces dobles frontales por unas simples de tipo carenado. Las rejillas de ventilación tras las ruedas delanteras cambiaron también de forma y las llantas de radio Borrani dieron paso a unas de aleación firmadas por Campagnolo. La caja de cambios de cuatro velocidades se sustituyó por una de cinco con todas las marchas sincronizadas. En cualquier caso, la velocidad máxima de 245 Km/H se mantuvo inalterada de una serie a otra. 

Entre 1964 y 1967 Ferrari produjo un total de 1.099 unidades del 330 GT 2+2, 625 correspondientes a la primera serie con doble faro y 455 de la segunda serie. Unos 125 ejemplares son considerados modelos interserie. El 330 GT 2+2 fue sustituido por el 365 GT 2+2, aunque esa es ya otra historia. 

"En esta casa tenemos fe ciega en cada uno de los coches que fabricamos" es la frase que en la película 'Grand Prix' -John Frankenheimer, 1966- profiere el actor italiano Adolfo Celi en diálogo con el americano James Garner. Celi interpreta a Agostini Manetta, patrón en dicha ficción de la Scuderia Ferrari, y Garner al piloto Pete Aaron, que visita la fábrica de coches de carrera de Maranello buscando un puesto como piloto. Puede que dicha escena esté inspirada en la negociación que alguna vez sostuviese Enzo Ferrari con algún piloto y la frase puede encajar muy bien en la filosofía del Commendatore. Sea como fuera, llama la atención que muchas publicaciones se refieren a que Enzo Ferrari rara vez era visto en uno de sus coches, mientras que entre los vehículos que empleaba para sus desplazamientos destacaron especialmente un Peugeot 404 y un BMC Mini. Uno de los primeros Ferrari 330 GT 2+2, con número de serie #4963, fue transferido al Commendatore. Estaba pintado en color verde oscuro y el interior era de color claro. Tenía matrícula 102442-Mo. Este coche fue enviado a EEUU en 1964 y permaneció en manos de coleccionistas privados, entre ellos el piloto y empresario David Piper.

El fabricante alemán de miniaturas Autocult está especializado en modelos de coches únicos y muy exóticos, entre ellos en su catálogo se pueden encontrar los vehículos personales de algunas celebridades, como es el caso del protagonista de esta nueva entrada del blog. En esta ocasión, el Ferrari 330 GT 2+2 réplica a escala del que condujo el mismo Enzo Ferrari pertenece a la serie 'Masterpiece' del productor germano, la misma a la que pertenece su otro Ferrari que tengo en la colección, el 375 MM de Ingrid Bergman. La miniatura está realizada en resina como viene siendo habitual en Autocult, cuenta con un molde correcto en formas y proporciones y un acabado de gran calidad, con muchas piezas independientes en metal fotograbado y una excelente pintura. También el interior cuenta con todo lujo de detalles. Un modelo que no puede faltar en la vitrina de cualquier coleccionista del Cavallino Rampante.

jueves, septiembre 15, 2022

Jeep Wagoneer Limited 1978 de Top Marques Collectibles







Considerado como el gran pionero del tipo de vehículo conocido como SUV y que hoy día el segmento más demandado en el mercado mundial, el Jeep Wagoneer es también un automóvil tremendamente longevo, de hecho es el tercero que más años ha estado en el mercado estadounidense, unos 28 años, que son  algunos más ya porque, recientemente y dentro de la moda imperante en la industria automovilística, el Grupo Stellantis, multinacional a la que pertenece Jeep en la actualidad, lanzó de nuevo un coche bajo la denominación Wagoneer. Durante esas casi tres décadas que el Wagoneer original estuvo en el mercado, la propiedad de la matriz Jeep se repartió entre tres empresas. Si bien en esos 28 años, el Wagoneer mantuvo casi intacto su diseño original obra del célebre Brooke Stevens, los cambios cosméticos y mecánicos se fueron sucediendo y puede hablarse de tres series diferentes: el modelo 1963-1971 correspondiente al periodo Kaiser Jeep; el 1972-1983 de AMC; y el 1984-1991, también de AMC, pero que en 1987 dicho consorcio fue absorbido por Chrysler.

Este artículo se va a centrar en el Wagoneer 1972-1983 del periodo principal AMC. La American Motors Corporation surge el 1 de mayo de 1954 de la unión de dos pequeños fabricantes estadounidenses independientes ajenos a los conocidos como 'Big Three', o sea, GM, Ford y Chrysler. Estos eran Nash y Hudson, dos firmas automovilísticas que competían en la liga menor del mercado de EEUU contra otras compañías similares como Packard o Studebaker. La idea de unirse fue poder mejorar su competitividad y tratar de acercarse a las cifras de los 'Big Three'. A principios de 1970 AMC adquiere Kaiser Jeep. La compañía estaba a punto de desaparecer por considerarse deficitaria, pero en la American Motors vieron una oportunidad de añadir a su consorcio una línea de productos que no disponían y podía mejorar su competitividad. 

En principio, los efectos positivos del cambio de propiedad se hicieron patentes, concretamente los Wagoneer se vieron beneficiados de una actualización de su gama, mejoró la eficiencia en el proceso de fabricación y se economizó el mismo gracias a la incorporación de piezas y componentes compartidos con otros coches de AMC. Entre las primeras mejoras que se palparon en los Wagoneer fue la reducción del ruido, la vibración y la aspereza en la conducción. El cambio estético más vistoso fue la incorporación de una nueva calandra frontal de plástico cromado, con diseño de huevera en sustitución de la anterior de metal y con barras verticales. El viejo motor Buick V8 de los Wagoneer de la era Kaiser se sustituyó por mecánicas de la casa, también V8, el 360 ci de 5.9 litros y el 401 ci de 6.6 litros. 

A partir de 1972, cuando ya AMC tenía control total sobre la producción del Wagoneer, comenzaron a llegar una serie de importantes novedades que mejoraron la categoría del mismo. En 1973 se incorpora el novedoso sistema de tracción integral permanente Quadra-Trac el cual se podía conjugar con un cambio de velocidades automático. Hasta ahora ese tipo de transmisiones sólo se combinaba con cambio manual. 

En 1974, la gama Wagoneer se completa con una versión de dos puertas denominada Cherokee, y ese mismo año los frenos de disco delanteros pasan a ser de serie.  Con la llegada del Cherokee, de aspecto más rústico y aventurero, en AMC se plantean la posibilidad de subir de categoría en el mercado al Wagoneer otorgándole un notable salto de exclusividad. Dado que el público de alto poder adquisitivo se interesa cada vez más por el Wagoneer, Jeep introduce en 1978 la versión Limited, mucho más exclusiva y equipada que la hasta ahora versión tope de gama, el Super Wagoneer. El Limited, fácilmente reconocible por sus ornamentos de madera en los laterales del coche y sus llantas de aleación de aluminio, incluía tracción Quadra-Trac, frenos de disco con servofreno, aire acondicionado, asientos con regulación eléctrica, cierre centralizado, elevalunas eléctrico, dirección asistida, volante de cuarto, control de velocidad de crucero, revestimientos interiores de cuero, enmoquetado de felpa, radio AM/FM/CB y baca portaequipajes en el techo. De serie de entregaba con el motor de 5.9 litros, pero podía encargarse con la versión de 6.6. Con un precio entonces de 10.500 dólares, el Wagoneer Limited se movía al mismo nivel que Cadillac, Lincoln o Imperial, y por supuesto, era el SUV más caro y exclusivo del mercado americano. Sus principales competidores eran el Range Rover y el Mercedes Clase G, introducido en 1979. 

En 1981, la gama Wagoneer se componía de tres modelos: Custom, Brougham y Limited. A partir de 1983 el cambio automático Select-Trac fue equipamiento de serie y un mando dispuesto en el salpicadero permitía al conductor cambiar la tracción de dos a cuatro ruedas según necesidad. A partir de 1984, la versión Limited cambia de nombre y pasa a llamarse Grand Wagoneer, pero esta es ya otra historia.

'El Kekomóvil' suma a la colección una miniatura de un nuevo fabricante, se trata de Top Marques Collectibles, un fabricante de modelos a diversas escalas en resina con sede en los Países Bajos, o por lo menos eso reza en la razón social que consta en su web. No es un buen comienzo empezar señalando fallos, y es que el primero lo encontramos en la denominación de la miniatura, pues se presenta como un "Jeep Grand Wagoneer de 1979" y no es así, se trata de un Jeep Wagoneer Limited de 1978, pues no fue hasta 1984 cuando se empezó a emplear la denominación Grand Wagoneer para este coche. Sorteado este primer escollo, podemos decir que en líneas generales se trata de una muy buena miniatura, con molde correcto y acertado en formas y proporciones, y el típico acabado de las miniaturas en resina, en este caso con mucha profusión de piezas en metal fotograbado, en algunos casos algo toscas, como los limpiaparabrisas, pero muy buena terminación. ¿Con qué otro fabricante podríamos comparar esta miniatura de Top Marques Collectibles? Pues bajo mi punto de vista, me recuerdan a los primeros Spark, de hecho, se mueven en un precio medio similar a estos, un poco más alto. Realmente, Top Marques Collectibles cuenta con un catálogo bien atractivo y estoy muy seguro que poco a poco irán llegando más modelos de este fabricante a la colección.