sábado, noviembre 21, 2020

Ford F100 Pick Up 1965 de Goldvarg Collection












Posiblemente haya pocos fabricantes de automóviles que hayan producido tal cantidad de modelos célebres como Ford. Y es que el gigante de Detroit tiene la particularidad de que en muchos periodos de su historia ha mantenido en diferentes mercados gamas de productos antagónicamente diferentes entre sí. La gama de camionetas Pick Up de la Serie F de Ford representa uno de los vehículos más longevos jamás producidos y que hoy por hoy llevan vendiéndose a lo largo y ancho del mundo la friolera de 72 años, desde 1948 en que salió al mercado la primigenia F1 hasta la actualidad. 

En 1961 Ford pondría a la venta la cuarta generación de la Pick Up Serie F. Con respecto a su antecesora, se produjo un completo rediseño del vehículo. Ahora eran más bajas y anchas y se regresó a la frontal con faros individuales. En relación a la cama trasera, se seguían ofreciendo las Flareside y Styleside, aunque con un diseño más integrado en la cabina que le confería una mejora en su aerodinámica.

El modelo que nos ocupa, la versión de 1965, era básicamente igual estéticamente al modelo de 1963, pero los cambios importantes estarían bajo el capó con la introducción de tres nuevos motores: Dos eran de seis cilindros, un 3.9 litros -240 ci- con 150 CV, y un 4.9 litros -300 ci- de 170 CV. El tercero era un V8  352 ci potente y musculoso de 5.7 litros y 208 CV. La nueva suspensión Twin I-Beam para los modelos de tracción trasera proporcionaba una conducción más propia de un turismo lo que repercutía en el confort de sus ocupantes sobre todo cuando e circulaba con el piso muy bacheado. Los cinturones de seguridad se ofrecían como opción en los modelos con banqueta única.

El Pick Up puede considerarse una de las principales contribuciones de los Estados Unidos al mundo de la automoción por tratarse de un tipo de automóvil muy característico de este país y su zona de influencia. Concebidos como vehículos de trabajo, los Pick Up de los diferentes fabricantes fueron evolucionando hasta convertirse en automóviles multipropósito, incorporando todo tipo de refinamientos que los hacían los compañeros ideales para el día a día, superando la condición de vehículo de trabajo. En este sentido, la Ford F100 de 1965 incluyó el acabado Custom Cab con pintura bicolor, neumáticos con banda blanca y tapacubos cromados y detalles más propios de un sedán de lujo. Este acabado se ofrecía con la motorización más potente, el V8.

Esta última entrada de 'El Kekomóvil' supone la entrada en la colección de la quinta miniatura del fabricante argentino Goldvarg Collection. Se trata de una estupenda réplica de una Ford F100 Pick Up de 1965 con el vistoso acabado Custom Cab. El modelo está realizado en resina y muestra un acabado de altísima calidad. Sus formas y proporciones son correctas. Goldvarg Collection ofrece también esta misma miniatura en otra combinación de color turquesa-blanco así como con la decoración publicitaria de dos empresas de aerolíneas escalera incluida. 

sábado, noviembre 14, 2020

Pegaso 1065 L Europa 'El Juanito' de Salvat

















La década de los 60 supuso la consolidación definitiva de la Empresa Nacional de Autocamiones Enasa como el fabricante y suministrador de vehículos industriales de referencia en España. La compañía estatal no sólo ofrecía un producto de calidad contrastada, sino que había conformado una sólida red comercial y de posventa que otorgaba seguridad a sus clientes, lo que a su vez redundaba en beneficio de los mismos a la hora de garantizar su trabajo.

Igualmente, España se adhería a las nuevas normas internacionales de transporte por carretera en relación a las cargas máximas por eje. En aquellos tiempos, la gran referencia entre los industriales pesados era el Pegaso 1060 'Cabezón', el cual respondía a la perfección a las necesidades de los transportistas españoles pero que comenzaba a plantear inconvenientes. La fabricación del 1060 implicaba unos costes especialmente altos en relación a las nuevas limitaciones que se le imponía desde el Código de Circulación, concretamente una reducción de su capacidad de carga que terminaría por afectar a su demanda. 

Enasa trabaja entonces con un nuevo camión en fase de experiencia, el 1065, para el cual ya se había contemplado la adaptación a los nuevos cambios legislativos. El nuevo camión de Enasa fue denominado finalmente Europa en clara alusión a su vocación de adaptación internacionalista y supuso una suerte de comodín para Enasa, dado que si finalmente la normativa perjudicaba a las ventas del 1060, el Europa sería la nueva alternativa.

De cara a la producción del 1065, Pegaso aplicó criterios económicos mucho más severos de cara a aprovechar al máximo todas las sinergias posibles con el resto de gamas. El nuevo motor 9100 de seis cilindros en línea, con 10.170 cc, era más sencillo al emplear una culata de dos válvulas por cilindro, pero al final ofrecía la misma potencia de 170 CV que la versión del 1060. La caja de cambios era de seis velocidades y marcha atrás

La cabina era muy similar al de su hermano pequeño, el Comet, con un diseño que incorporaba los rasgos estéticos característicos de Pegaso, la chapa corrugada y la calandra en forma de cruz. Era de mayor tamaño y más alta que la del Comet para poder albergar una litera, pues el Europa estaba pensado para los transportes de largas distancias. Sin embargo, la manera más fácil de distinguir a un Europa del Comet son las llantas de tipo araña o artillería de éste último, indicativas de ser un modelo para grandes tonelajes.

La producción del Europa dio comienzo en 1964 y se llevó a cabo en la Fábrica de Barajas en Madrid. Se fabricaron varias longitudes de chasis adaptados a necesidades diversas sobre el 1065, completándose la gama con el 2020 tipo tractora. Algunas de las últimas unidades del Europa montaron el motor 9105 con 200 CV.

En 2019, un Pegaso Europa y su propietario adquirieron un especial protagonismo en los medios de comunicación de España. Juan Pérez Luque, camionero de Iznájar, Córdoba, restauró junto a su padre, Andrés, un viejo 1065 que terminó en un estado de absoluto concurso, de hecho ganó un premio económico en una concentración de vehículos clásicos de Iznájar que Juan donó a su vez a la Asociación Española Contra el Cáncer. Pero este transportista cordobés fue más allá y decidió dedicar su camión clásico a una acción solidaria, que bautizó como 'Camioner@s Contra el Cáncer'. Juan y su esposa recorrieron en el precioso Europa azul y blanco toda la geografía española, apoyado por más de 100 empresas que pudieron lucir sus nombres en la lona del Pegaso. En su itinerario, Juan y su camión visitaron Cádiz y tuve el placer y el honor de conocerle, subirme en su camión y entrevistarle, tal y como atestiguan las últimas imágenes que ilustran la entrada.

Sin duda alguna, podemos decir sin temor a equivocarnos que el coleccionable 'Camiones Pegaso' de la editorial Salvat ha dejado tras de sí excelentes miniaturas en todos los sentidos, y la que protagoniza esta entrada es ya todo un colofón. Se trata de la réplica del Pegaso Europa de Juan Pérez Luque, un detalle genial por parte del equipo que ha diseñado este coleccionable con Luca Parretti a la cabeza. El modelo cuenta con un acabado muy bueno, al igual que el resto de miniaturas de este coleccionable, por encima de la calidad que hasta ahora se nos ha ofrecido con este tipo de productos. Todos los detalles curiosos y representativos del camión de Juan Pérez está reproducidos. La miniatura, como viene siendo habitual en este coleccionable, está realizada por Ixo Models y es correcta en formas y proporciones. En mi opinión personal, es el modelo que más me ha gustado de los que he comprado del coleccionable, y no sólo por ser un vehículo que he conocido en la realidad.

sábado, noviembre 07, 2020

Avia 2500 'Repsol' de Salvat








Avia era la marca comercial empleada por la empresa Aeronáutica Industrial SA -Aisa- en sus vehículos. Esta compañía, un pequeño constructor aeronáutico con sede en Cuatrovientos, Carabanchel -Madrid-, tiene sus orígenes en la mercantil Talleres J Loring, fundada en 1923 por Jorge Loring Martínez, uno de los pioneros de la aviación en España. Desde 1934 la empresa pasaría a denominarse Aisa, la cual se dedicaba a la construcción de aviones alemanes Fokker para el Ejército de la entonces República Española, además de algunas versiones del Autogiro de La Cierva Company. Durante la Guerra Civil, Aisa fue trasladada a Alicante, y al término de esta regresó a su ubicación original, dedicándose entonces a la construcción de avionetas con motor Enmasa.

No fueron buenos años los de la Posguerra en España para la construcción aeronáutica, y Aisa apenas se contentaba con trabajos de reparación y mantenimiento de las aeronaves existentes. La demanda de vehículos industriales y de trabajo abrió un nuevo camino para Aisa, el mismo emprendido por otras empresas aeronáuticas de su época, diversificar la actividad, naciendo de este modo en 1957 el primer vehículo industrial bajo la marca Avia, el Motocarro 200, con capacidad de carga de hasta 500 Kg, y motor Hispano-Villiers, el mismo que montaba el microcoche Biscúter. 

El motocarro Avia 200 permitió a Aisa desarrollar su red comercial y de asistencia, lo que allanó el camino a la empresa para optar a objetivos más ambiciosos, y de este modo, en la Feria de Muestras de Barcelona de 1960 se presentó el modelo más ambicioso y popular de la firma, el Avia 2500. 

Entró en producción un año más tarde con una importantísima novedad, su diseño de cabina avanzada, en lugar del original que nunca llegó a ver a luz. Iba equipado con un motor diésel de cuatro cilindros Perkins P4 de 3.1 litros y 68 CV de potencia. Un año más tarde se añadirían los modelos 1500 y 3500 con mayor capacidad de carga, incluida una versión autobús de 15 plazas. Estos modelos fueron certificados por el propio Instituto Nacional de Industria, propietario del 33 por ciento de las acciones de Aisa. 

La gran ventaja del camión ligero Avia fue su versatilidad, dado que su chasis admitía numerosas variantes de carrocería según el uso que se le quisiera dar. En 1963 se añaden a la gama los modelos Avia 4000, 5000, 6500 y 7000, con una cabina un poco más ancha y motores de mayor cilindrada, lo que provocó la entrada de Aisa en el segmento de los camiones medios, entrando en competencia directa con los Ebro de Motor Ibérica, además del segmento de los autobuses. La gama de furgonetas y camiones ligeros Avia tuvo un gran éxito, llegándose a vender en Portugal bajo la firma Sodag y fabricándose en Setubal, siendo una de las primeras firmas españolas en exportar su tecnología.

A mediados de los 60, el mercado del vehículo industrial en su segmento medio y ligero comienza a cambiar en España. De una amalgama de fabricantes muy diversa, las diferentes empresas comienzan a integrarse unas en otras, Enasa se hace con SAVA, Fadisa pasa a formar parte de Motor Ibérica, Barreiros adquiere los industriales ligeros Tempo e Imosa, fabricante de las furgonetas DKW en España, absorbe la filial de Borgward. Cuando la canadiense Massey Fergusson adquiere Perkins Hispania, principal suministrador de motores de Aisa, y la mayoría del accionariado de Motor Ibérica, Aisa quedó en una situación muy complicada pues ahora debía adquirir sus motores a una empresa de su competencia directa, además, todo se vio agraviada por una situación financiera complicada, por lo que Aisa finalmente pasó a integrarse en Motor Ibérica. 

Las furgonetas Ebro F260/275/350 también se vendieron bajo la marca Avia bajo las denominaciones 1000, 1250 y 2000. Motor Ibérica siguió vendiendo el Avia 2500 y sus derivados gracia a su gran aceptación, y es que transportistas autónomos y empresas no sólo se fijaban en el camión de Aisa por su calidad y su practicidad, también por su estética. Y es que pese a que el criterio estético no suele ser determinante a la hora de adquirir un vehículo industrial, el agradable diseño redondeado de Avia con su gran calandra central era muy bonito y llamativo.

Desde el año 1969, la empresa petroquímica Repsol viene patrocinando activamente en España los deportes del motor con la creación de un equipo propio inclusive. El vehículo elegido por esta formación para el desplazamiento del material, repuestos y utillaje fue la versión furgón del Avia 2500, decorado con los entonces colores corporativos de la empresa. Importante, los vehículos Avia de Aisa nada tenían que ver con los fabricados en la entonces república socialista de Checoslovaquia por una empresa también denominada Avia y, curiosidades de la vida, también aeronáutica.

Ruidosos y arrojando grandes humaredas de color negro, pero con su entrañable apariencia, los camiones y furgonetas Avia eran una visión habitual por las calles de las ciudades españolas para aquellos que nos acercamos a los 40 años. De manos de la editorial Salvat y su coleccionable 'Vehículos de Servicio y Reparto' ya es posible disponer fácilmente de una réplica de un Avia 2500, que hasta ahora sólo ofrecía el fabricante artesanal asturiano Modeltrans, cuya actividad ya cesó. Realizado por Ixo Models en zamac, la Avia 2500 de la editorial Salvat representa un modelo con carrocería furgón, de la primera serie y con la decoración del equipo Repsol de competición. La miniatura es correcta en formas y proporciones y destaca por un excelente acabado pese a ser un modelo económico que se vende en un coleccionable de las tiendas y kioscos de prensa. No es que tampoco sea fácil adquirir un ejemplar, pues lo cierto es que los comercios donde se venden apenas ofrecen las unidades que traen para los suscriptores, pero algunas superficies suelen disponer de ejemplares extras, aunque hay que buscarlas bien. Sea como sea, es un modelo muy interesante para el coleccionista español, que también se presta para que los más manitas puedan realizar modificaciones sobre el mismo.