Los primeros vehículos concebidos de forma exclusiva para el transporte de autos de competición vieron por la luz en los años 50 del siglo pasado. Eran modelos únicos y construidos por expreso encargo de los propios equipos. Quizás uno de lo modelos más famosos fue el encargado por la Escudería Ferrari que prestó sus servicios entre 1957 y 1967. Fue construido sobre un chasis de autobús Fiat tipo 642 RN2 por la empresa Carrozeria Bartoletti, un especialista en vehículos industriales de la ciudad de Forly, Módena.
El modelo era de carrocería abierta y tenía dos pisos, pudiendo transportar hasta tres autos. Aparte estaba el propio habitáculo y una pequeña estancia, la cual era utilizada para diversos motivos, oficina, almacén o incluso como improvisado dormitorio. Montaba un motor Fiat diésel de seis cilindros en línea, de 6,6 litros de cilindrada y 92 cv de potencia y podía alcanzar una velocidad máxima de 85 Km/H. El equipo Maserati dispuso también de otro camión idéntico al de Ferrari, en este caso pintado con los colores corporativos azul y amarillo. Bartoletti también construyó otro transporte similar para el equipo de Carroll Shelby, aunque en este caso con tres ejes. El Fiat 642 RN2 Bartoletti de la Scuderia Ferrari se encuentra actualmente expuesto en el Museo de la Técnica de Sinsheim, en Alemania. Dicho Camión realizó una aparición estelar en la mítica película 'Grand Prix', en una escena en que se lo ve llegando al Autódromo de Monza.
Esta miniatura está fabricada por Old Cars, un fabricante de modelos a escala italiano de producción muy limitada. Pese a ser una miniatura muy vistosa, su acabado es muy modesto, incluso con detalles muy rudimentarios para la exigencia que se tiene hoy día. Incluso hay una versión actualizada de este modelo algo más detallada. El fabricante norteamericano Exoto realizó una formidable miniatura de este simpático camión mucho más detallada, cosa que se nota en el precio.
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