Si algo que ya era muy bueno -un éxito rotundo-, encima mejora y tiene como padrino a Steve McQueen, el mismísimo 'Rey del Cool', sólo puede ser el Ford Mustang del 68. Tres años después de su lanzamiento, Ford acometió la primera renovación del Mustang. El primer rasgo de esta nueva generación del 'Pony Car' fue su aumento de tamaño. Exteriormente, su frontal y su trasera cambiaban de forma y se afilaron dando un aspecto muy agresivo.
Una de las principales novedades fue la llegada de un nuevo motor de altas prestaciones derivado del empleado en el Thunderbirds, un V8 de 6,4 litros (390 ci) y 325 cv de potencia. Los interiores se hicieron más lujosos existiendo la opción de incorporar paneles ornamentales bien de acero pulido o bien de madera. Un volante de nuevo diseño de dos brazos con absorbe-impactos sustituyó al antiguo de tres y a partir de 1968 se incorporaron los cinturones de seguridad de tres puntos.
Pero como ya se ha dicho al principio, lo mejor que le pudo pasar al Mustang del 68 no fue otra cosa que contar con el padrinazgo del mismísimo actor de moda del momento, Steve McQueen, que se encargó de provocar que todos los conductores de la época quisieran un Fastback GT después de ver el trepidante thriller de acción 'Bullit', donde un duro detective recorre las calles de San Francisco en su Mustang 'verde Highland' para resolver un misterioso asesinato, teniendo como colofón la que es hoy por hoy la mejor persecución de autos del cine, entre el Fastback y un Dodge Charger RT terminando con ambos coches -dos de las leyendas del automovilismo americano- destrozados. Dos Mustang se usaron en el rodaje de 'Bullit' y uno de ellos terminó en el desguace.
El Mustang Fastback de 1968 de Minichamps es bajo mi punto de vista una de las mejores realizaciones de este fabricante. Una miniatura de una realización impecable que llama la atención desde cualquiera de sus ángulos. Cuenta con un molde de formas perfectas y proporciones muy correctas, además de una terminación excelente. Minichamps lo ofrece en varios colores incluidos la versión 'Bullit', que sólo puede conseguirse en el mercado de segunda mano y a precios altísimos. Yo en su día opté por este castizo color 'Lime Gold', muy propio de su época, lo que no quita que si se me pone por delante un 'Bullit', allá que iré por él.
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