sábado, junio 06, 2020

Fadisa Romeo 'El Serpis' de Altaya









La historia de la automoción española en la segunda mitad del siglo XX se caracteriza por una producción industrial nacional bajo control estatal total o parcial de vehículos procedentes de firmas extranjeras cuya fabricación se ejecutaba tras la firma de una licencia. En esta plétora de empresas nos detenemos en la sociedad denominada Fábrica de Motores Diésel SA o Fadisa, una mercantil radicada en Ávila en el año 1956 y cuya presidencia ostentó Nicolás Franco Bahamonde, hermano del entonces jefe del Estado, el general Francisco Franco.

La instalación de esta fábrica en una pequeña ciudad de provincias con entonces una población de en torno a 15.000 habitantes y escaso suelo industrial obedecía a la política del estado para potenciar el desarrollo económico de la España interior. Ávila contaba con escaso suelo industrial pero se encontraba muy bien comunicada con la capital Madrid, donde Fadisa tenía sus oficinas centrales. La fábrica se instaló en un lugar conocido como Las Hervencias y tenía una superficie de 28.000 metros cuadrados. 

La dirección de Fadisa eligió como primer vehículo para producir en su fábrica abulense la furgoneta T10 de la italiana Alfa Romeo, conocido popularmente en el país transalpino como 'Autotutto' -auto para todo- dada su gran versatilidad, y que llevaba en el mercado desde 1954. En Italia se le elogió su fiabilidad mecánica y buen comportamiento rutero, gracias a sus motores diésel de 1.1 litros y gasolina 1.6. Tenía una carga útil de 750 Kg.

No fue hasta 1959 cuando salieron de la cadena de montaje de Las Hervencias las primeras furgonetas Alfa Romeo T10 españolas ya bajo la denominación Fadisa Romeo. En su primer año apenas se fabricaron 38 unidades, pero ello supuso todo un acontecimiento para la ciudad de Santa Teresa de Jesús. Esas primeras unidades eran básicamente las T10 italianas ensambladas en España con la casi totalidad de sus piezas procedentes de Italia. A partir de 1960 el porcentaje de componentes de fabricación española ya era del 50 por ciento. 

Las Fadisa Romeo españolas estaban disponibles con dos opciones mecánicas, siendo la más solicitada el motor Perkins diésel de 1.6 litros y 42 CV. La segunda era el motor cuatro cilindros gasolina de 1.3 litros procedente del turismo Alfa Romeo Giulietta, aunque modificado a un régimen de giro más tranquilo, con 34 CV de potencia. La presencia de este motor fue testimonial y a partir de 1963 dejó de ofrecerse. La Fadisa se comercializaba como furgón de carga, plataforma o minibús acristalado para el transporte de viajeros. La Cruz Roja los empleaba como ambulancias. El precio de una Fadisa oscilaba entre 188.500 y 210.000 pesetas según versión.

En 1966 un rediseño de su frontal da a la luz a la Fadisa Romeo 2 y en 1967 Fadisa es absorbida por Motor Ibérica, la empresa que resultó años atrás de la nacionalización de la Ford española tras la Guerra Civil y que fabricaba los camiones Ebro. En 1971 la Fadisa Romeo se transforma en la Ebro F108, pero esa es otra historia.

Hoy presentamos uno de esos modelos adquiridos hace ya muchos años pero que se ha quedado al fondo de la vitrina. Se trata de la reproducción de la furgoneta Fadisa Romeo que apareció en el coleccionable 'Furgonetas de Antaño' por la editorial Altaya hace años. Dicha miniatura luce una librea de la empresa 'Aceitunas El Serpis', radicada en Alcoy y pionera desde 1926 en la elaboración de un popular aperitivo español, las aceitunas rellenas de anchoa. Desconocemos, y en el fascículo no queda constancia alguna, si 'El Serpis' empleó las Fadisa Romeo en su flota logística en alguna ocasión, pero la miniatura resulta entrañable por el componente nostálgico del modelo que reproduce y la decoración clásica de un producto de los denominados "de siempre". La miniatura es correcta en formas y proporciones y goza de un acabado y calidad adecuados al precio que en su día pedían por ella. 

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