La saga de modelos 300 de Chrysler, o como popularmente se la conocía en EEUU, la 'Letter Series', porque cada año se asignaba una letra al modelo correspondiente, anticipó en cierta forma la filosofía 'Muscle Car' en la automación estadounidense unos 10 años antes del nacimiento de este tipo de autos. Y es que básicamente la receta era muy similar, ponga en un coche de tamaño medio grande y de diseño vistoso y atractivo un motor muy potente y dótese de un generoso equipamiento. La diferencia estaba en que los Chrysler 300 siempre fueron autos con un carácter más exclusivo, fabricados en tiradas limitadas y con una difusión menos popular.
El Chrysler 300 F ve la luz en 1960 como un auto completamente nuevo en relación a sus antecesores C, D y E, que básicamente fueron el mismo modelo evolucionado. El estilo de su carrocería, realizada con el nuevo método unibody de construcción ligera, era obra de Virgil Exner, quizás junto a Harley Earl, Raymond Loewy o Bill Mitchell, uno de los grandes gurús del diseño automotriz norteamericano. En él destacaba el frontal con una gran parrilla presidida por un diseño en cruz horizontal. Muy propias de la época eran las aletas traseras, aunque en comparación a los modelos C, D y E, eran más pequeñas pero sí más pronunciadas. El detalle de la rueda de repuesto sobre la tapa del maletero (denominado toilet seat, asiento del water) se tomaba prestado del Imperial, el buque insignia de la Chrysler, por lo que suponía un guiño más hacia el lujo y la exclusividad, un detalle que no gustó mucho y fue eliminado al año siguiente. Los asientos para los cuatro ocupantes eran individuales y los delanteros giraban hacia fuera para permitir salir y entrar con comodidad.
La principal novedad que aportó el 300 F fue la introducción de un nuevo motor, un nuevo y enorme V8 de 6,8 litros (413 ci) tipo 'Cross Ram', con 375 cv de potencia, y con los carburadores y filtros de aire colocados en los lados en vez de en el centro. La versión de competición de este motor para las carreras stock cars (Nascar) ofrecía 400 cv. La caja de cambios era automática de tres velocidades, no obstante también se ofreció una manual de cuatro velocidades francesa fabricada por Pont-a-Mousson, fruto de la colaboración técnica que entonces mantenía Chrysler con el fabricante francés Facel Vega, pero esta caja manual dio muchos problemas y la mayoría de 300 F salieron con la automática Torqueflite y su cómodo sistema de botones. Las ventas de este modelo fueron muy buenas, 969 coupés y 248 descapotables, teniendo en cuenta su alto precio.
Neo, a través de American Excellence, su marca especializada en coches de los Estados Unidos, nos trae este precioso Chrysler 300 F, siendo su primera miniatura dedicada a la 'Letter Series' de Chrysler. En primer lugar me parece muy acertada ya de por sí la elección del modelo, pues bajo mi punto de vista el 300 F es uno de los más bonitos de esta serie junto al primer C300 o 300 A. El acabado está muy cuidado, siguiendo la línea habitual, aunque en los autos americanos es especialmente llamativo. Las formas del molde están muy conseguidas y existe la posibilidad de elegir entre dos colores, por ahora, uno blanco y ésta bitonal, que es una edición limitada de 500 piezas. Estamos ante una de esas miniaturas que destaca por sí sola en la vitrina.
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