miércoles, noviembre 21, 2007

Lotus Esprit S1 Type 79 de Auto Art






Lotus presentó en el Salón de Turín de 1972 un hermoso prototipo de color plateado que esbozaba el coche pensado para sustituir al viejo Europa de motor central. Tras sus modernas y vanguardistas líneas se encontraba la mano del italiano Giorgetto Giugiaro, ya al frente de su empresa Italdesign. En un principio se le propuso como nombre Kiwi, pero finalmente la tradición de denominar a todos sus coches con la letra E prevaleció, imponiéndose el nombre de Esprit finalmente.

Presentado de forma oficial en el Salón de París de 1975, resulta necesario conocer el contexto en el que la nueva criatura de Lotus venía al mundo. Porsche instalaba un motor Turbo en el 911 y Ferrari introducía su nueva berlinetta de motor central V8 y tamaño compacto, sucesora espiritual del mítico Dino, el 308, presentado curiosamente en el mismo evento que el Lotus. La firma de Hethel depositaba sus mayores esperanzas de situarse en un lugar preferente dentro del universo de los supercoches en el Esprit.

El Esprit se basaba en un chasis de acero sobre el que se acoplaba la afilada carrocería de Giugiaro construida en fibra de vidrio. El motor de cuatro cilindros Type 907 de 2.0 litros construido por Lotus y visto unos años antes en el deportivo Jensen Healey erogaba 160 CV de potencia e iba aparejado a una caja de cambios de cinco relaciones proveniente de los Citroen SM y Maserati Merak. Puede que la potencia del Esprit pudiera parecer insuficiente frente a sus rivales antes mencionados, los Ferrari 308 y Porsche 911 Turbo de 250 y 260 CV, pero lo cierto es que el Esprit jugó la baza que siempre caracterizó la filosofía de Colin Chapman, prestaciones desde la ligereza. El Esprit, con apenas 1.000 Kg de peso lograba un rendimiento similar a otros deportivos con motores más poderosos. Con una velocidad máxima de 220 Km/H, aceleraba de 0 a 100 en 6,8 segundos.

La primera generación del Esprit se denominó S1 y era fácilmente distinguible por su toma de aire frontal con forma de pala, las luces traseras del Fiat X1/9, las llantas deportivas de aleación Wolfrace y el tablero de manos de una sola pieza con los instrumentos Veglia de fondo verde. El más famoso de todos los Esprit S1 fue el ejemplar en 'Blanco Mónaco' que condujo el actor Roger Moore en la película 'La espía que me amó', de la saga del Agente 007. Este peculiar Lotus, convenientemente mejorado por la Sección Q del MI6 podía convertirse en un submarino, entre otros muchos gadgets. La miniatura de Minichamps de ese coche ya fue reseñada en este blog. Después de dos años, Lotus introdujo en 1978 una segunda generación del Esprit, el S2, pero ésa es ya otra historia.

La miniatura objeto de esta entrada está realizada por Auto Art, siendo el segundo Lotus Esprit de este fabricante que presento en el blog tras el Turbo. Este modelo al igual que otro pone en evidencia la gran maestría de Auto Art como fabricante puntero de miniaturas a escala. Un molde excelente en formas y proporciones y un esmerado detallado exterior arrojan un conjunto excelente, siendo quizás la mejor réplica que a escala 1/43 existe de este coche. Destacar igualmente la idoneidad del color elegido, el amarillo que resalta su deportividad, y un detalle muy propio de los Auto Art en 1/43, dirección activa de las ruedas delanteras.

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