Mercedes-Benz, el fabricante de automóviles premium de Europa por antonomasia, llevaría a cabo a finales de 1982 una maniobra sin precedentes al introducir un nuevo modelo llamado a convertirse en su escalón de acceso, hasta entonces representado por la Clase E. La nueva berlina se conocería con la denominación interna W201 y 190 desde su salida al mercado. Como viene siendo habitual en la marca de la estrella, el nuevo 190 destacó entre sus virtudes por disponer de un nutrido catálogo de versiones con motores de gasolina y diésel, siendo especialmente exitosas comercialmente hablando estas últimas por su buena relación entre prestaciones más que razonables y consumo aquilitado. Los principales contendientes del nuevo 190 serían los BMW Serie 3 y Audi 80.
En 1983, en el Salón del Automóvil de Frankfurt se presentaba la versión más potente y prestacional hasta entonces del 190, el 190 E 2.3-16, concebido directamente para medirse con el BMW 325i. Aparte de su motor de 185 CV, lo que realmente llamaba la atención era su estética, pues muy contrariamente a la filosofía de la marca, que siempre había apostado en ese aspecto por el recato y la sobriedad, el 2.3-16 lucía una serie de aditamentos cosméticos que acentuaban su vocación, faldones delantero, trasero y laterales y un pequeño alerón sobre el maletero. El 190 E 2.3-16 fue igualmente el arma elegida por los de Stuttgart para su regreso oficial a la competición, concretamente al Campeonato Alemán de Turismos dentro de la categoría del Grupo A donde se mediría con los BMW M3 y Ford Sierra Cosworth, dos automóviles que tanto dentro como fuera de los circuitos serían los grandes contendientes de la versión más potente del 190.
A finales de los 80, tanto el M3 como el Sierra Cosworth vieron incrementar sus potencias hasta alcanzar el umbral de los 220 CV. Por este motivo, desde Stuttgart se tomó la decisión de hacer "evolucionar" a su 190 más deportivo. Así fue como en 1988 veía la luz el nuevo 190 E 2.5-16 Evolution. El primer cambio llegaba a nivel mecánico. El motor de 2.3 litros, el bloque de cuatro cilindros gasolina de los 190 estándar con una culata multiválvulas realizada por el especialista británico Cosworth, crecía hasta los 2.5 litros y veía aumentar su potencia desde los 185 CV originales hasta los 195 CV, que volvía a incrementarse hasta los 204 CV en las versiones con catalizador.
En el plano estético, el 2.5-16 veía como su aspecto ganaba en agresividad en todos los sentidos, los spoilers delantero y trasero aumentaban de tamaño, pudiéndose regular la altura del delantero. También crecían los faldones laterales y los pasos de rueda, precisamente para poder albergar un nuevo juego de neumáticos de 225 con llantas de 16 pulgadas similares a las del buque insignia de la marca, el 560 SEL W126. Un nuevo alerón trasero algo más grande y con dos soportes en cada lado terminaba de rematar el cóctel. Su velocidad máxima era de 234 Km/H. En el Salón de Ginebra de 1990 se presentó una nueva versión, el Evolution II con un motor similar pero optimizado para ofrecer 235 CV y el aspecto exterior al estilo de las versiones de competición del DTM, incluido el gran alerón al estilo del Ferrari F40, pero esa es ya otra historia. Sea como sea, los 190 E 2.5-16 marcarían para Mercedes el inicio de una exitosa saga de sedantes compactos deportivos que a día de hoy está más que bien representada con el todopoderoso C63 AMG.
En lo que a la competición se refiere, el piloto alemán Klaus Ludwig se proclamó campeón de la edición de 1992 del Campeonato Alemán de Turismos DTM a los manos del 190 E 2.5-16 en su versión Evolution II.
Nunca he sido un admirador del Mercedes 190 W201, per si hablamos del 2.5-16 Evolution la cosa cambia. La miniatura de Minichamps del Evo1 data del año 2015 y fue realizada en dos colores: gris oscuro y rojo, ambas en resina, un material al que cada vez recurre más la marca alemana para sus modelos dejando los de diecast para su nueva línea económica Maxichamps. Vendido a un precio de 89 euros en su momento, pospuse su compra y al poco tiempo quedó descatalogado y casi imposible de encontrar. Recientemente, un conocido coleccionista puso a la venta varios modelos de su colección y entre los que se encontraba este Evo1 de color rojo, y como el precio era más que competitivo y el vendedor una persona de absoluta confianza, pues había llegado el momento de que en mi colección entrase un 2.5-16. La miniatura es correcta en formas y proporciones y goza de un acabado propio de un fabricante de réplicas en resina de alta calidad, con piezas independientes y fotograbados. El interior también está muy bien reproducido pese a que es de color oscuro y ya de por sí el Evo1 tenía un interior muy sencillo. Sin duda, una miniatura de sobresaliente que merece un hueco en cualquier colección, como diría mi hermano y socio Daniel Laborde en uno de sus trabajos, "Te lo Mercedes".
2 comentarios:
Hola.
Tengo muchos modelos de minichamps. Una inversión en dinero considerable. Y una gran decepción.
Me está apareciendo en muchos modelos con más de 10 años impurezas del zinc. ( La peste del zinc). Está ocurriendo de repente en muchos modelos. La palma se la lleva 4 Lancia beta. Los cuales da pena verlos,están lleno de granos. Mi decepción ante esa marca es insuperable y más cuando comparo con modelos de vitesse q están en perfecto estado siendo más antiguos. Es una vergüenza ,me ha tirado por los suelos el estereotipo de que los alemanes lo hacen todo muy bien. Es el único fabricante de miniaturas de mi colección q está dando ese problema. Una estafa alemana. Yo esperaba disfrutar de sus modelos toda mi vida y me da coraje hasta mirarlos. Con la ilusión y la confianza q puse en esa marca.
Un saludo
Hola, a mi con los Minichamps no me ha pasado nada, pero sí con Schuco, Norev, muchos Ixo... Es lo que tienen los modelos diecast... por tal motivo ya apenas compro modelos de metal e intento que todas mis miniaturas sean de resina... Yo les escribiría y se lo haría saber aunque no hagan mucho, pero que quede constancia. Este Mercedes, por ejemplo, es de resina, no de metal.
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