viernes, mayo 01, 2020

Kawasaki Z1 900 1972 de Schuco


























Kawasaki es un gigante industrial japonés cuya principal actividad siempre ha sido la metalúrgica y la industria pesada, por lo que fue el último de los cuatro grandes fabricantes de motos nipones en sumarse a dicho mercado. La aventura de Kawasaki en el mundo de las dos ruedas dio comienzo de forma oficial en 1960 cuando la matriz Kawasaki Heavy Industries se asocia con Meguro, un fabricante japonés de motos especializado en réplicas de Harley Davidson o BSA. A partir de 1964 Kawasaki toma totalmente el control sobre Meguro y el nombre de la firma metalúrgica de Kobe ocuparía por sí sólo el tanque de gasolinas de sus motos.

El aterrizaje de Kawasaki en Estados Unidos y Europa se produjo a mediados de los 60 de la misma forma que sus principales competidores: con motos pequeñas y económicas. En 1967 la firma quería ir a más y encarga a un grupo de trabajo comandado por el ingeniero Gyoichi Ben Imamura el desarrollo de una moto con motor de 750 cc, cuatro cilindros y cuatro tiempos. Debía tener frenos de disco, arranque eléctrico y distribución DOHC -doble árbol de levas-, un proyecto muy ambicioso para una marca cuya principal experiencia era con motos de dos tiempos a excepción de la W1 650 de los tiempos de Meguro, una bicilíndrica con el aspecto de una antigua BSA concebida para el mercado americano y sin aspiración deportiva ninguna. 

Ya con el prototipo a medio terminar y listo para ser exhibido, el desastre se desencadena en el Salón de Tokyo de 1968, cuando Honda presenta de forma oficial su CB 'Four' 750. Ello supuso un duro golpe y una humillación en toda regla, ya se sabe, la cultura japonesa, y el proyecto quedó cancelado. no obstante, Kawasaki siguió trabajando y realizó varios estudios de mercado, uno de ellos les reveló que un buen producto a desarrollar sería una moto deportiva de al menos 1.000 cc y buen equilibrio. El equipo de Imamura se puso de nuevo manos a la obra, tenían una nueva directriz bajo la denominación 'New York Steak', y mucha experiencia ganada con el proyecto anterior.

La denominación del proyecto era todo un guiño hacia el público objetivo principal de la moto, los Estados Unidos, de hecho, la mayor parte de su diseño se realizó en el McFarland's Design de Nueva York. En 1970, la Z1, bajo código interno T103, estaba completamente concebida, y en 1971 rodaba en fase de prototipo en el circuito de Yatabe, cerca de Tokio, además de realizar un viaje de pruebas por los Estados Unidos entre Daytona y Los Ángeles recorriendo 22.000 Km en dos semanas. A finales de ese año el equipo de Imamura dio por concluido el proyecto y en marzo de 1972 se presentó de forma oficial en el Salón Internacional de la Motocicleta de Colonia.

La presentación se celebró el 26 de septiembre de 1972 en dicho evento y la nueva 'superbike' de Kawasaki resultó un éxito absoluto e inmediato. Con un diseño realmente atractivo, llantas de radios Takasago y frenos de disco delantero, su auténtico éxito residió en su motor y sus prestaciones: un cuatro cilindros DOHC de 903 cc y 82 CV que le permitían una velocidad máxima de 211 Km/H... ¡Era la moto más rápida y potente de su tiempo! Finalmente, Kawasaki no sólo pudo resarcirse de la humillación que tres años antes sufrió con Honda la CB 'Four', sino que superaron a la moto del ala dorada.

Con la Z1 900, Kawasaki inició una de las sagas más exitosas del universo de las dos ruedas. El éxito de la hermana mayor dio lugar a toda una serie de versiones pequeñas, destacando la Z3 750, la Z1 1000 o la Z1 1300 de seis cilindros. Estaban tan de moda, que incluso protagonizaron la popular película de acción de 1977 'Mad Max', y es que tanto el policía 'Ganso' como todos los villanos de la banda de motoristas de 'El Cortauñas' lucían las Kawa Z1 1000 ampliamente modificadas con colines, escapes y carenados. Diversos cuerpos de Policía de los Estados Unidos cambiaron sus habituales Harley Davidson por la nueva Z1 1000 de Kawasaki gracias a su buena fiabilidad y excelentes prestaciones. Si bien la Honda CB 'Four' se le considera la primera 'Superbike' de la historia, la Z1 pronto fue merecedora de tal título convirtiéndose en una de las motos de referencia en la competición de derivadas de serie, algo que a día de hoy sigue ostentando.

La atractiva estética con el colín trasero y los escapes con dobles silenciadores han hecho de la Z1 900 un mito del motociclismo. La saga Z de Kawasaki se mantuvo en el mercado en primer momento hasta 1983. 'Fast' Eddie Lawson fue campeón del AMA con su Z1R, de ahí la versión réplica que se puso a la venta. En 1991 la Z regresa de nuevo a Kawasaki con la serie Zephyr, siendo la ZR 750 de 1999 la que mejor representaría el espíritu de la vieja Z1. Sin embargo, en 2003 Kawasaki replantea la situación lanzando una nueva serie Z más fiel al concepto original, conformada por modelos tipo 'Nake' de diseño muy agresivo que aún perdura. Recientemente y motivados por la fiebre actual por todo lo retro y vintage, Kawasaki ha puesto de nuevo a la venta la Z 900 en una suerte de interpretación actual con aspecto clásico, aunque esa es ya otra historia.

El mundo de las dos ruedas regresa de nuevo a 'El Kekomóvil' con una nueva réplica de la serie Piccolo de Schuco, en este caso otra gran alegría pues se trata de otra de mis motos favoritas, la Kawasaki Z1 900 de 1972. Sobre esta miniatura podemos decir lo mismo que en la dedicada a la  Honda CB del mismo fabricante, es correcta en formas y proporciones y tiene un acabado todo lo detallado que permite una miniatura tan pequeña y realizada principalmente en metal con algunas partes de plástico y goma. Y es que el gran atractivo de estos pequeños modelos, por lo menos en mi opinión, es su aplicación en composiciones de diorama. Con todo, se trata de una miniatura realmente encantadora a la que es muy difícil resistirse y, posiblemente, no sea la última moto de la serie Schuco Piccolo que se vea por aquí.

2 comentarios:

Fran Galea dijo...

Realmente hermosas las motos, quedan perfectas junto a autos y edificios.

Keko dijo...

Hola Fran, gracias por tu visita y comentario. Realmente, son lo que son, no tienen el nivel de definición y acabado de los coches, se ve en detalles como las horquillas, pero para dioramas vienen muy bien porque dan mucho juego. Eso sí, no creo que sea la escala para un coleccionista de motos en miniatura, imagino que en esos casos se va uno a cosas más grandes. Pese a todo, Spark está poco a poco introduciendo motos en resina, esencialmente las de MotoGP, pero alguna de calle va cayendo.

Saludos