domingo, octubre 18, 2009

Iso Rivolta GT de Neo Scale Models







Iso era una próspera compañía italiana propiedad del industrial Renzo Rivolta. Su actividad se dividía entre la construcción de electrodomésticos y pequeños scooters y motocarros, uno de ellos el conocido popularmente en España como el Isocarro. La primera experiencia de Rivolta con los coches fue el Isetta, el famoso coche huevo que ya ha aparecido alguna vez en el blog. 

El dinero que el señor Rivolta obtuvo de que marcas como BMW y Velam produjeran para Alemania, Gran Bretaña y Francia el microcoche bajo licencia hizo a la empresa Iso adquirir una más que notable solvencia económica y fue así como los Rivolta, Renzo y su hijo Piero, se lanzaron a la construcción de vehículos de lujo y deportivos.

Marcas italianas como Ferrari, Alfa Romero, Maserati o Lancia no sólo eran famosas por la construcción de hermosos coches deportivos, sino por los logros deportivos que estos obtenían en las competiciones. Sin embargo, otras marcas como Lamborghini, Iso o De Tomaso se distinguieron por el hecho de construir coches más exóticos y exclusivos cuya única demanda era que sus acaudalados propietarios disfrutaran en el plano particular de sus coches.

Renzo Rivolta pensó en llamar a su primer coche Iso Jet, pero fue el propio Zora Arkus Duntov, el padre del Corvette, quien le recomendó que lo bautiazase con su propio apellido, pues el ruso-americano sostenía que el nombre Jet era muy común y vulgar. Así pues, en 1962 ve la luz el Iso Rivolta GT. Un coche llamado a ser extraordinario tenía que estar construido por gente extraordinaria, de este modo los Rivolta ficharon al prestigioso ingeniero Giotto Bizzarrini para la construcción del chasis y el diseño de la carrocería salió de la pluma de un joven y prometedor Giorgetto Giuggiaro, que por entonces desempeñaba su labor en los talleres de Bertone.

Para la construcción del chasis también se empleo un método muy revolucionario, pues Bizzarrini eludió sus habituales construcciones multitubulares y optó por un monocasco de chapa de acero. Ese factor unido a la ligereza y rigidez de la carrocería lo conviertieron en un coche muy rápido y efectivo. En lo que a la carrocería se refiere, Giuggiaro trazó las líneas de una berlina clásica de dos puertas, un diseño muy similar al que había empleado en el BMW 3200 CS. La mecánica elegida fue el V8 de bloque pequeño Chevrolet de 5.3 litros de cilindrada (327 ci) que se usaba en el Corvette Sting Ray, unido igualmente a una caja de cambios manual Borg-Warner de cuatro relaciones. Para redondear la faena, el interior fue revestido de cuero y madera. Con todo, el resultado fue un hermoso GT con un marcada carácter italiano, sin los problemas mecánicos habituales de estos coches gracias a su fiable motor americano y más barato que un Ferrari de similares características. Según el año y el motor, hubo dos versiones del Rivolta GT, el 300 y el 340, cifras ambas alusivas a la potencia que cada una entregaba.

Una vez más es la marca holandesa Neo la que sale al paso de un modelo más olvidado por los fabricantes de miniaturas actuales, pues básicamente el último Rivolta GT que se recuerda es el fabricado por la extinta empresa española Joal en los 80, amén de alguna realización artesanal desconocida. Como todo lo que ha hecho Neo hasta ahora el Rivolta es una excelente miniatura, ya sea por sus formas, sus proporciones y su acabado. Pese a ser un coche sencillo destaca la finura con la que se han ejecutado los detalles de la carrocería, todos en fotograbado y en piezas independientes. Igualmente llamativo es su interior con los habituales adornos de madera del salpicadero. Quizás el detalle peor terminado sea la palanca de cambios. El Rivolta GT de Neo será un buen complemento para todos aquellos coleccionistas que tienen en sus vitrinas el bonito Grifo de Minichamps, aunque ya se anuncia como novedad un Grifo MK2 de Neo. Esperemos que en un futuro próximo Neo ofrezca a los coleccionistas otros modelos de Iso como el Lele y el Fidia.

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