Resulta increible la capacidad que tienen los vehículos clásicos para evocar recuerdos de todo tipo. En el caso de los camiones Magirus, su imagen siempre estará relacionada con los parques de bomberos.
Conrad Dietrich Magirus fundó en 1864 la Magirus Feuerwehr Requisiten Fabrik, en Ulm, su localidad natal. Resulta curioso que la ciudad de Ulm es la patria de otros célebres alemanes del entorno de la ciencia y de la técnica, como Robert Bosch, Otto Kassbohrer (autobuses Setra) o el mismísimo autor de la Teoría de la Relatividad, Albert Einstein.
Entre algunos de los ingenios ideados por Magirus destaca la Magirus Leiter, la escalera extensible y giratoria, algo sin lo que hoy no se concibe el trabajo de los bomberos. En 1938 la casa Magirus fue adquirida por Klöckner Humboldt Deutz, llamándose Magirus-Deutz y adquiriendo su singular logo, una estilizada 'M' cuyo centro se erige hacia arriba y recrea la forma de la torre de la catedral de Ulm.
En 1951 ve la luz la que es hoy por hoy su generación de camiones más popular, los modelos Merkur, Jupiter, S 3500 y S 6500, con su morro redondo de cocodrilo como seña estilística principal. Tres eran las opciones de motor según cada modelo, el cuatro cilindros de 5.3 litros y 85 CV; el seis cilindros en V de 7.9 litros y 125 CV; o la más grande todas, el colosal 10, 6 litros de 8 cilindros en V y 175 CV. Todas contaban con refrigeración por aire.
Los camiones Magirus-Deutz destacaron por la excelente fiabilidad de sus mecánicas y es que éstas contaban con los mejores componentes del mercado, boomba inyectora Bosch, filtros Mann, compresor Westinghouse o cajas de cambio ZF de cinco relaciones. Vamos, que si se obvia el letrero Deutz que había sobre la culata cualquiera podía pensar que estaba ante el motor de cualquier superdeportivo de alta gama. Y es que una publicidad de marca rezaba el lema: "no pretendemos que únicamente nosotros hagamos verdaderos vehículos contra incendios, pero la verdad es que nuestros clientes en Sao Paulo, Moscú, Chicago y San Sebastián los aprecian por su calidad, duración y rendimiento".
Hoy presentamos dos versiones del clásico Magirus de morro redondo las cuales son réplicas de una autobomba y una escalera móvil que pertenecieron al Servicio de Bomberos de Ulm, localidad natal de la marca, como ya se ha dicho antes. En primer lugar está una autobomba Merkur TLF 16, siglas que hacen referencia al tipo de tanque de agua con el que contaba, un modelo TLF 16. En el caso de la escalera, se trata de un modelo S 6500 cuya escalera desplegada (ojo, en el modelo real) alcanzaba los 27 metros de altura.
Ambas miniaturas cuentan con un nivel de acabado de primera línea, en total consonancia con el estándar habitual de Minichamps, aunque claro, al ser una miniatura de gran tamaño siempre es más fácil el añadir el mayor número de detalles realistas. Las piezas independientes son una constante en cada modelo y en ambos las escaleras son operativas. Destaca que el S 6500 tiene el capó practicable y al levantarse se puede contemplar con todo lujo de detalles un enorme motor Deutz de ocho cilindros en V, pintado en negro mate y con la turbina de refrigeración bien brillante en medio. En definitiva, dos hermosas miniaturas capaces de llenar de vistosidad y belleza las vitrinas de cualquier coleccionista.
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