Corría el año 1975 cuando Peugeot adquiere a su compatriota y uno de sus principales rivales en el mercado automovilístico, Citroen, y la primera medida que la firma del león adopta es deshacerse de la firma de autos de lujo y deportivos Maserati, la cual se enfrentaba a un futuro incierto tras varios años bajo el control de Citroen. El periodo de Maserati bajo la batuta de Citroen se distinguió por ser la época en la que firma de Módena contó con los modelos más modernos e innovadores de su historia, como los Merak y Bora de motor central. No obstante, quizás el modelo más característico fue el Quattroporte II, que con su motor V6 y tracción delantera compartía todos sus órganos mecánicos con el Citroen SM.
Pero lo cierto es que el Quattroporte II fue un coche que no superó las expectativas generadas y su producción apenas superó la decena de modelos (seis fueron prototipos pre-producción y sólo siete de vendieron) y es que ni la tracción delantera, ni el poco potente motor V6 que apenas rozaba los 200 cv convencieron a un público que buscaba una super berlina de altas prestaciones y no de alta tecnología, tan alta que las averías y los fallos eran constantes.
El industrial argentino afincado en Módena Alejandro De Tomaso se hizo con el control de Maserati una vez que Peugeot pasó a controlar Citroen. La presencia de este ex piloto y apasionado de los coches deportivos provocó una vuelta de Maserati a sus esquemas más clásicos recuperando así la imagen que la marca poseía antes de formar parte de Citroen.
En 1976 se presenta la tercera generación del Maserati Quattroporte. En esta ocasión era Giorgetto Giugiaro de Italdesign el artífice de sus líneas, que tomaban los rasgos de los prototipos Medici I y Medici II. Se tomó como base el chasis alargado del coupé Kyalami que a su vez se basaba en los De Tomaso Longchamp y Deauville.
El diseño de su carrocería era sobrio y elegante y su forma de cuña le transfería a su vez una imagen muy deportiva, de este modo se recuperaba la esencia del Maserati Quattroporte I, una gran berlina dotada de un poderoso motor para viajar cómodamente a la más alta velocidad. En el capítulo estrictamente mecánico se recuperaban señas clásicas de identidad, un motor V8, bien de 4,1 litros y 255 cv o bien de 4,9 litros y 288 cv, y tracción trasera. Su interior era un compendio de piel de la mejor calidad y adornado con maderas nobles y muchos elementos de confort. Todo ello encaminado a luchar de tú a tú con la superberlina de la década de los 70, el todopoderoso Mercedes 450 SEL 6.9 con motor V8 de 300 cv.
El Quattroporte III es sin duda el más longevo de su saga puesto que estuvo a la venta hasta 1990. En 1986 se fabricó una edición limitada con el nombre de Royale, en claro homenaje Bugatti, con una versión de cinco litros y 300 cv del V8. El Quattroporte III más famoso de todos fue el que usó como coche oficial el presidente de la República Italiana Sandro Pertini.
El año pasado pudimos ver cómo en las vitrinas del stand de Neo en el Salón de Nuremberg se mostraba ya el molde maestro del Maserati Quattroporte III, una miniatura que no contaba con reproducción en escala 1/43. Pues bien, un año después el modelo es realidad y ya lo podemos disfrutar los coleccionistas. Me llama mucho la atención de este modelo sobre todo lo cuidado que está el molde, sus formas y sus proporciones, aparte del acabado habitual que nos suele ofrecer el fabricante holandés. Muy acertada, aunque muy clásica y típica, la combinación de colores elegida, casualmente la misma que la del coche de Sandro Pertini. Se trata del primer Maserati que Neo ha añadido a su catálogo y visto el resultado esperamos que vengan más con este estupendo acabado, pues somos muchos los coleccionistas que esperamos más modelos de la firma del tridente.
2 comentarios:
Hola Keko,
Buenísimo artículo el que has redactado sobre este Maserati. Sin duda arroja muy buena información.
A ver si algún fabricante tipo Minichamps, Neo, se anima con el Quattoporte IV, que el que hay en la actualidad es de baja calidad.
Un placer saludarte.
Hola Keko!
Indudablemente éste es otra cosa, y juega en otra liga.
El color es lo primero que percibo y lo que más me gusta, hace un buen contrajuego con el interior. Supongo que el modelo que menciona Javier anteriormente es el que tengo, y le doy totalmente la razón por lo de la baja calidad.
Gracias por referirte a él en mi blog, pude descubrir otro modelo poco visto.
Saludos!
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