Posiblemente el otorgar o no la consideración de 'obra de arte' a un automóvil sea una cuestión algo complicada y cuente con sus defensores o detractores, sea como sea, hoy día existen en el mundo un importante número de museos, porque así constan, que dentro de sus muros no exponen obras de Van Gogh, sino automóviles, modelos que por su singularidad, exclusividad, innovación, historia, propietarios o palmarés deportivo se han hecho merecedores de que una persona o una entidad hayan decidido guardarlo, restaurarlo y exponerlo para disfrute del público en general. El modelo que hoy les quiero mostrar se encuentra en el Museo Mullin, creado por el apasionado de los coches franceses Peter Mullin en Oxnard, California.
Cuando el empresario Louis Delage unió sus fuerzas con el diseñador Henri Chapron nació uno de los coches más bellos y mejor construidos de todos los tiempos. En aquella época la competencia era feroz y Francia había adquirido un lugar preponderante en la industria automotriz de los autos de lujo. El 2 de junio de 1939 salió de los talleres de Chapron un chasis Delage D8-120 de segunda serie, distinguible por ser más bajo y ligero que los de la primera. Las novedades más significativas de esta nueva serie se encontraban bajo el capó. Los nuevos coches incluían pistones de aluminio, bielas de acero, válvulas en cabeza, carburador doble y una caja de cambios eléctrica de sistema planetario cuyas marchas se insertaban con un pequeño selector tras el volante, un sistema que también tuvieron coches como el Cord 812 o el Tucker Torpedo. Su motor era un ocho cilindros en línea de 4,5 litros y 115 cv de potencia
Su historia es particularmente convulsa, el coche pertenecía a un general francés del Gobierno de Vichy colaboracionista con la Alemania Nacional Socialista del III Reich, el cual en 1946 al término de la II Guerra Mundial envió el coche a los Estados Unidos, aunque finalmente a él le fue negado el visado y tuvo que exiliarse en Argentina, vendiendo el coche a los estudios RKO de Hollywood. Fue allí donde este precioso y elegante Delage dio el salto definitivo a la fama, pues el coche fue usado para la película 'Un Americano en París', donde se lo puede ver transportando a Gene Kelly y a Nina Foch por la Ciudad de las Luces. También tuvo apariciones estelares en 'Corazón de Hielo' ('Kiss Tomorroy Goodbye') y en 'Carmen Jones'.
Finalizado el rodaje de la película, el automóvil volvió a Los Ángeles siendo adquirido por Thol 'Si' Simonson, miembro del equipo de producción de la RKO que lo poseyó hasta 1987 fecha en que tras su venta fue incorporado al patrimonio del Museo Mullin, donde se encuentra hoy día y puede ser contemplado por el público, del mismo modo que cualquier obra de arte.
Esta miniatura que hoy presento es, desde mi punto de vista personal, el mejor modelo a escala que ha hecho Minichamps. Se trata de la primera entrega de la serie de miniaturas dedicadas a la colección del Museo Mullin, de la que ya mostré la segunda, el Hispano Suiza Xenia Dubonnet. La miniatura está hecha en resina y cuenta con una terminación magistral que sitúa a Minichamps a la altura de otras grandes marcas que trabajan con la resina. El modelo tiene unas formas muy correctas y el detallado es especialmente rico, donde predominan las piezas independientes y los fotograbados. En definitiva, un modelo que no va a dejar indiferente a ningún coleccionista que se lance a adquirirlo.
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