Hubo un tiempo en que Citroen supo imprimir un carácter muy especial a sus coches con una increíble mezcla de diseños muy radicales y la más novedosa y revolucionaria técnica. Con esta herencia genética nació en el año 1975 el Citroen CX, modelo que vino a sustituir al mítico DS, popularmente conocido como 'El Tiburón'. Y es que aún estando parado, el CX transmite una impresionante sensación de velocidad, todo gracias a la magia en los lápices de Robert Opron, que supo asumir a la perfección el testigo que en calidad de jefe de diseño de la marca le concedió su antecesor y mentor, Flaminio Bertoni.
A mediados de los 80 las tres grandes marcas alemanas dominaban el mercado de las berlinas premium, mientras que otros fabricantes como Opel, Volvo, Saab o Rover intentaban también entrar en ese exclusivo y prestigioso club. Tampoco una marca como Citroen, incluida dentro del Grupo PSA, pensaba quedarse parada mirando, pese a las fuertes restricciones que siempre impuso la legislación francesa a la hora de fabricar automóviles de gama alta. La casa del doble chevrón se vio ante dos líneas de actuación, la primera, trabajar sobre un modelo ya existente, y la segunda, desarrollar uno nuevo.
Puesto que ya Citroen contaba con un modelo que gozaba de muy aceptación por parte del público, el CX, la primera opción fue la elegida para trabajar en ese asedio al segmento premium, de este modo en 1985 nace el Citroen CX 25 GTI Turbo, un modelo que ya podía hablar de tú a tú a coches como el BMW 528i o Audi 100, y que de paso cercenaba una de las principales carencias que había acusado el Citroen CX desde su llegada, que no disponía entre sus opciones de una mecánica poderosa que le hiciera justicia.
Con un turbocompresor Garrett T3 acoplado al motor cuatro cilindros de 2,5 litros la potencia ascendía a los 168 cv. Se trataba del Citroen más potente construido hasta ahora, sin contar con el efímero SM de motor Maserati. Entre sus señas distintivas figuraban las características llantas de aleación de diseño futurista con sus neumáticos Michelin TRX, un alerón trasero de plástico negro o la característica suspensión hidroneumática tarada a un nivel más duro y firme. El conjunto posibilitaba al Citroen una mayor velocidad que el resto de sus hermanos de gama pero sin renunciar a su famoso confort. Los modelos de la Phase 2 incorporaban unos nuevos paragolpes más envolventes y con colores que contrastaban con sus carrocerías. Su velocidad máxima superaba los 210 Km/H.
Citroen también desarrolló una campaña publicitaria muy vistosa para este coche, en este sentido cabe destacar el spot televisivo con la aparición de la popular cantante de los 80 Grace Jones, que en los anuncios de prensa lucía un peinado que imitaba la silueta del coche bajo el polémico slogan '220 Km/H', anuncio que fue prohibido "porque incitaba a sobrepasar los límites de velocidad legales".
Uno de los primeros modelos que Neo Scale Models puso a la venta en su gama de miniaturas de escala 1/18 fue un precioso Citroen CX GTI Turbo 2 y muchos nos preguntamos si lo veríamos en escala 1/43 y así fue, hace pocos meses llegaba a las tiendas esta preciosa miniatura de uno de los autos más fascinantes de la década de los 80, la cual la podemos encontrar en dos colores, esta burdeos y una edición limitada en gris plata, dos de los colores más populares. El modelo cuenta con un molde muy bien realizado que reproduce con mucha fidelidad las líneas de este modelo y con un acabado muy preciso y minucioso muy habitual en la marca Neo. Un clásico imprescindible.
1 comentario:
Si hay alguna manera de ponerme los dientes largos es con miniaturas como este precioso Citroën CX 25 GTI Turbo 2. Acertadísimo el color elegido y gran artículo redactado.
Un saludo.
Publicar un comentario