domingo, enero 02, 2011

Renault 8 Gordini de Minichamps






Infinidad de apasionados del motor han visto su sueño de poseer un automóvil rápido y deportivo interrumpido por dos escollos principalmente, el primero, y creo que el más importante, el factor económico. El segundo, el familiar, pues para llevar de viaje a la mujer, los hijos y la suegra lo que hace falta es un auto grande, cómodo y seguro, tres características que normalmente los deportivos no suelen cumplir. 

Pero ya en los años 60 hubo algunas personas, preparadores entusiastas, que se encargaron de dar a algunos utilitarios familiares ese extra de pimienta que el padre de familia demandaba. Hablamos de gente como el austríaco Karl Abarth o el francés Amadeé Gordini. En 1962, la Regié pone a la venta el Renault 8 Major en sustitución del Dauphine. El R8 seguía manteniendo una filosofía similar a su antecesor, la del "todo atrás", aunque las líneas cuadradas de su carrocería introducían un nuevo estilo más propio para una nueva década. 

El R8 se convirtió inmediatamente en un habitual del paisaje de la Francia y la Europa de los 60, el coche familiar por antomasia. Al igual que hiciera con el 4/4 y con el Dauphine, el mago de la preparación Amadeé Gordini puso sus manos en el R8 para desarrollar una versión sport. El R8 Gordini fue presentado en 1964 y la frase principal del dossier de prensa lo decía todo: "El Renault 8 Gordini debe permitir a una amplia clientela de entusiastas y aficionados a la conducción deportiva satisfacer su pasión sin para ello tener que invertir mas dinero que lo que vale un automóvil de gran serie". A buen entendedor, pocas palabras. 

El 4/4 y el Dauphine Gordini realmente no fueron producidos en masa, más que nada para algunas participaciones en rallys, pero con el R8 el panorama era diferente, pues ahora sí que había una potencial clientela dispuesta a adquirirlo. Exteriormente, el R8 Gordini se distinguía por sus cuatro faros frontales y su carrocería pintada de azul Bugatti con dos bandas blancas recorriendo uno de los laterales. También se ofertaba en amarillo o en blanco, también con bandas de colores. Pero los principales cambios se encontraban en su interior, una suspensión más deportiva con muelles más cortos, frenos de disco servoasistidos en las cuatro ruedas, caja de cambios de cinco velocidades y un depósito de combustible extra en el capó delantero. 

El motor Sierra de cuatro cilindros en línea de 950 cc y fue modificado hasta los 1.100 cc en la primera serie y hasta los 1.255 cc en los Gordini 1300, Gracias a los dos carburadores Weber los Gordini de calle llegaron a erogar hasta 88 cv. El R8 Gordini también incorporaba algunos elementos exlusivos en su interior, como asientos de skay, retrovisores noche-día, asidero para el copiloto, salpicadero con cuadro de instrumentos específico y volante deportivo Quillery. 

Los Lotus Cortina y Mini Cooper S fueron la competencia más directa que el R8 Gordini encontró por entonces. Igualmente el R8 Gordini goza de un currículum bastante abultado en la competición de la época, resultando ganador del Tour de Corse en 1964, 1965 y 1966. La labor de promoción de la Copa Gordini en los circuitos permitió el debut de grandes estrellas como Jean Luc Therier, Jean Pierr Jabouille, Jean Ragnotti o Jean Claude Andruet en el mundo de la competición. 

Minichamps reeditó este año su miniatura del R8 Gordini después de casi una década que de dejara de vender. Se trata de la tercera variante de color, la primera azul y la segunda amarilla. La marca alemana ha optado por una librea blanca con bandas rojas muy poco común aunque no por ello menos atractiva. Lo mejor sin duda de esta miniatura es su acertado molde, muy proporcionado, y el nivel de detalle. Especialmente me gustan las llantas, muy bien ejecutadas, y los faros, con una excelente sensación de profundidad. El interior es negro aunque el salpicadero está pintado en plateado con el cuadro de instrumentos y el bonito volante Quillery. En la parte de atrás vemos el logo de Renault sobre el capó y el de Gordini bajo los faros. El único fallo grande que tenía este coche era el parachoques delantero mal colocado, pero es algo con solución muy fácil, pues sólo basta tirar con un poco de delicadeza del mismo, que sale sin problema, darle la vuelta y colocarlo con un poquito de pegamento. Así lo dejaremos perfecto.

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