En la década de los 80, los fans más nostálgicos del popular Mini Cooper tenían dos opciones a la hora de hacerse con uno siempre que no fuera recurrir a comprar un clásico, cuyos precios siempre estaban especialmente altos. Una era adquirirlo en los talleres de Ferring, que mantenía un acuerdo con la British Leyland, o acudir a un kit que se vendía en el Japón. Dada la situación, Rover, propietaria del legado de British Leyland y por ende del Mini, tuvo que comenzar a plantearse volver a introducir en el mercado la versión más deportiva del pequeño utilitario. Bajo las cenizas aún quedaba un rescoldo.
En julio de 1990 aparece el Rover Mini Cooper en Gran Bretaña y en septiembre se lanza en el resto del mundo. Pese a estar técnicamente revisado, el Cooper de los 90 mantenía perfectamente la esencia del modelo clásico. La pintura bicolor, las franjas blancas sobre el capó, los parachoques y calandra cromados, los faros adicionales, las llantas de aleación imitando las clásicas Minilite o las exactas formas y proporciones de la carrocería hicieron que el nuevo Cooper fuese el mismo objeto de deseo que ya fue en los 60.
El motor era la versión más reciente del A Plus, con 1,3 litros y 61 cv de potencia que le permitían una velocidad máxima de 152 Km/H. Fue quizás el punto más criticable, pues era sensiblemente menos potente que en los Cooper originales. Un kit especial introducido en 1991 elevaba la potencia hasta los 78 cv, esto era ya otra cosa. Dicho kit iba acompañado de unos neumáticos especiales y amortiguadores regulables. En octubre, y debido a nuevas normas anticontaminación, el motor incorpora un sistema de inyección y la potencia de serie apenas varía, 63 cv. Pese a que el Rover Mini Cooper se mantuvo en el mercado hasta el año 2000, en 1994 BMW compra Rover y ambas casas, con total autonomía, se pusieron ya a trabajar en el Mini del nuevo milenio...
Por su parte, La Eriba Puk constituye la gama más básica del fabricante de caravanas y autocaravanas alemán Hymer. Se trata de una caravana pensada para que sea usada por dos personas y entre sus principales virtudes están su ligereza y la buena capacidad de maniobra que permite al coche que tira de ella. El diseño de las Eriba Puk apenas ha cambiado en muchas décadas. Dentro de la misma, hay una salita con mesa que hace las veces de dormitorio y una pequeña cocina.
Schuco cuenta en su catálogo con varios conjuntos coche-caravana muy atractivos y que en este blog ya he mostrado tres, uno con un BMW 600, otro con un BMW Isetta y otro con un Goggombil. A finales de 2010 Schuco presentó tres nuevos conjuntos entre los que se encontraba éste del Rover Mini Cooper con una caravana Hymer Eriba Puk. En lo que respecta a la caravana, la miniatura es muy buena en todos los sentidos, proporcionada, bien detallado el exterior y también el interior, aunque tampoco es que sea minimalista. Por su parte, el Mini es correcto de forma y muy bueno en el ornamento exterior, pero tiene ciertas pegas. Una de ellas es muy propia de todos los coches clásicos de Schuco, las ruedas de tamaño desproporcionado, en este caso, demasiado grandes. Igualmente el interior es negro zaíno y no han sido ni para incluir unas calcas en el cuadro de instrumentos. Estos detalles contrastan con la utilización de piezas de fotograbado para algunos elementos. No obstante, el conjunto es bonito y llamativo y seguramente las pegas que he nombrado pueden parecer en un momento dado menudencias a la hora de querer hacerse con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario