domingo, abril 04, 2010

Mercedes 230 E, 250 T & 280 CE W123 de Minichamps













Históricamente, la denominada Clase E de Mercedes siempre supuso el principal grueso de ventas de la marca de la estrella en lo que a turismos se refiere, el coche predilecto por las personas de clase media acomodada y los profesionales liberales, un automóvil de una marca de alto standing pero sin grandes ostentaciones. La Clase E W123 es uno de los automóviles más importantes de la historia de la firma de Stuttgart y posiblemente sea uno de los Mercedes del que más unidades se han vendido.

Su antecesor, el Clase E W114/115, también conocido como /8, por la terminación numérica de sus bastidores, fue un automóvil realmente excelente, un éxito de ventas que había dejado el listón de Mercedes muy alto, por lo que sustituirlo no iba a ser tarea fácil.

El 2 de enero de 1976, en el centro turístico de Bandol, en la Riviera Francesa, Mercedes realiza un espectacular despliegue para la presentación del nuevo Clase E, denominado internamente como W123. Tras las primeras impresiones, queda claro que el W123 ha dejado obsoleto a su antecesor.

Estéticamente su diseño no supone una ruptura radical aunque sí llama la atención que los faros delanteros pasan a estar en disposición horizontal en vez de vertical, del mismo modo que su hermano mayor, el Clase S W116. Igualmente el W123 es el primer Mercedes de la historia en contar con una variante de carrocería tipo familiar. La combinación de seguridad activa y seguridad pasiva seguía siendo una de las prioridades de Mercedes, de este modo, el nuevo Clase E incluía elementos de serie tales como los frenos de disco en las cuatro ruedas, faros delanteros ajustables con los antinieblas integrados, parabrisas de dos capas, columna de dirección deformable o cerraduras de espiga. Entre los extras más demandados por los clientes figuraban el climatizador/aire acondicionado, el techo corredizo y el Tempomat, el sistema de control de velocidad de crucero de Mercedes. Desde 1980 todos los modelos llevaban Airbag. Si a la berlina y al familiar se le añade el elegante coupé, ya tenemos las tres carrocerías que se ofrecían de serie. Como encargo especial para coches con chófer, Mercedes ofrecía una versión limousine con la batalla incrementada en 62 centímetros respecto al berlina. Otros carroceros especialistas los adaptaron para servicios de emergencia, ya fuera para ambulancia o bomberos.

Otro factor de éxito del W123 fue su enorme oferta mecánica tanto en gasolina como en diésel. En el primero de los casos, las versiones disponibles eran: 190 E; 200 E; 230 E; 250 E; y 280 E. En el segundo figuraban: 200 D; 220 D; 240 D; 300 D; y 300 D Turbo. Los motores de gasolina eran de cuatro y seis cilindros y los diésel de cuatro y cinco.

Los casi 10 años en que el W123 estuvo en producción arrojan unas cifras de fabricación total de 2.700.000 coches en todo el mundo, muchos de los cuáles sobreviven hoy día ya sea como vehículos de colección o simplemente en uso normalizado. Un importante número de estos fueron adquiridos por flotas de taxistas y los hay con varias vueltas en sus cuentakilómetros que aún prestan servicio. Por tanto, la calidad de fabricación de Mercedes y la fiabilidad que la marca siempre llevó a gala tienen en el W123 su mejor valedor.

Los W123 de Minichamps son quizás uno de las miniaturas más queridas y demandadas por los coleccionistas, unos moldes que cuentan con unos años encima pero cuya realización no les ha pasado factura y que presentan un aspecto inmejorable. El nivel de acabado en cada una de las variantes es muy bueno, en la línea habitual de Minichamps. Quizás el punto más criticable sea la pobre reproducción de los faros delanteros en la berlina y en el coupé, que sebería intuirse la forma redonda de los faros dentro de la tulipa rectangular, cosa que sí trae la berlina. Con todo, son unas miniaturas que no deberían faltar en todo coleccionista de Mercedes que se precie.

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