La incorporación de un nuevo motor de dos litros a la nueva serie 02 amplió las ya de por sí buenas posibilidades que tenía el nuevo sedán coupé de BMW. Ya el modelo básico, el 1600-2, había demostrado un gran interés por parte del gran público pero a la hora de exportarse a los Estados Unidos un motor de cuatro cilindros y 1,6 litros no tendría una gran acogida en un país donde todavía los automovilistas querían coches potentes.
El BMW 2002, un serie 02 con motor 2.0, resultó un éxito inmediato y así comenzó un nuevo periodo de bonanza dentro de la Bayerische Motoren Werke. El gran paso de modernidad que supuso el sedán 1500, el pionero de la nueva generación de coches BMW denominada 'Neue Klasse', se afianzó con los sedanes de dos puertas de la serie 02, especialmente con el 2002.
La gama 2002 se fue nutriendo de modelos cada vez más potentes, de este modo primero se introdujo el 2002 Ti, con doble carburación, y el 2002 Tii, alimentado por inyección. Igualmente se ofrecía el Tii L, por Luxus, que incluía un equipamiento más rico y de primer orden. Este modelo era fácilmente distinguible por sus faros supletorios delanteros de serie y unas llantas de aleación tipo nido de abeja. Su motor rendía 130 cv de potencia y ofrecía cambio manual o automático.
Pero la guinda del pastel fue sin duda el 2002 Turbo, primer coche europeo de fabricación en serie en incorporar un sistema de sobrealimentación del motor, concretamente un turbocompresor KKK que elevaba la potencia de serie de 130 cv a 170 cv. Este modelo era también fácilmente reconocible estéticamente gracias a la inscripción 'Turbo' escrita al revés en el faldón delantero con los colores de guerra de BMW Motorsport de fondo. Se decía que este ornamento estético se había colocado para que los conductores leyeran por los retrovisores la palabra al derecho.
La palabra Turbo también estaba escrita en la parte trasera de las aletas delanteras y de la misma salían tres franjas en los tonos cyan, violeta y magenta que recorrían todo el perfil del coche por la parte de abajo. Las primeras versiones llevaban las llantas de aleación pintadas de negro mientras que las últimas eran del color del aluminio. Un discreto alerón trasero cerraba el capítulo de ornamentos estéticos del Turbo. No obstante y pese a ser un coche con todos los ingredientes para tener éxito, no fue así, pues el BMW 2002 Turbo tenía una conducción muy difícil debido a la respuesta retardada del turbo. La crisis del petróleo tampoco ayudó a mantener en el mercado a un coche especialmente gastoso.
Estas dos miniaturas de Auto Art son especialmente atractivas y ambas tienen ese sello indiscutible y tan peculiar que este fabricante imprime a sus creaciones y que tanto gustan a los coleccionistas. Las excelentes proporciones del molde a lo que se añade el rico y cuidado ornamento tanto del interior y del exterior hacen a estos dos BMW dos auténticas joyas en 1/43.
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