En marzo de 1957, Sir Leonard Lord, entonces presidente de la BMC da luz verde al proyecto ADO 15, la creación del utilitario definitivo. El objetivo de la compañía británica y citando frases del mismísimo Lord era "limpiar las carreteras de esas horrendas criaturas", y es que el presidente de la principal compañía automovilística de la Pérfida Albión sentía un gran desprecio contra los muchos microcoches, como el Isetta o el Goggomobil, que surgieron desde principios de los 50 como alternativa popular a las motos para que los trabajadores de las clases obreras también pudieran tener un automóvil...o algo que se les pareciera. El Mini debía ser un coche moderno, económico, pequeño y, sobre todo, digno.
Todos los proyectos en liza de Longbridge quedaron en segundo plano y un equipo de ocho personas se puso a trabajar a destajo en los planos del genial ingeniero Alec Issigonis para dar vida a un proyecto grandioso en el que el griego volcó toda su experiencia y conocimientos adquiridos a lo largo de los años.
El ADO 15 destacaba ante todo por el máximo aprovechamiento del espacio del interior del vehículo. Llevaba el motor transversal y el cambio iba alojado bajo el mismo, en el interior del cárter del aceite, por lo que la lubricación de ambos elementos, mecánica y transmisión,era la misma. La tracción era a las ruedas delanteras y Dunlop desarrolló para él unos neumáticos específicos para montar llantas de 10 pulgadas. Para el motor se optó por uno de la casa, concretamente el cuatro cilindros de los Austin serie A pero con 850 cc de cilindrada.
El 26 de agosto de 1959 tuvo lugar la presentación del Mini en el Fvurde, el centro de investigación y desarrollo de vehículos militares del Ministerio de Defensa, el Chobhan. Inicialmente el modelo se vendería bajo los nombres Austin Seven y Morris Mini Minor, unos se fabricarían en la factoría de Austin en Longbridge y los Morris en la de Cowley.
El modelo que tratamos es el Morris Mini Minor 850 MK I. Se distingue de su hermano gemelo, el Austin Seven por su frontal, mientras la parrilla del Austin se compone de lamas onduladas, la del Morris es de tipo red lisa. También cada modelo tenía sus tapacubos exclusivos y sus propios colores. El motor de 850 cc y 34 cv de potencia para un coche del tamaño del Mini le proporcionaba una velocidad de 115 Km/H.
Después de anunciarlo durante un año, por fin Minichamps saca a la luz su ansiado Mini MK I. Ante todo hay que destacar que por fin se opta por una versión básica y no un Cooper. En líneas generales podemos decir que se trata de una gran miniatura del Mini con unas formas muy acertadas y proporcionadas. En el exterior hay detalles muy destacables, como la parrilla de diseño muy realista o unos bonitos y vivos faros delanteros. Los faros traseros y los cristales van rodeados de un fino marco. También los parachoques están magistralmente ejecutados. Llama la atención que le han colocado unos espejos retrovisores altos, elementos que no se incluían en el equipamiento de serie y se vendían como extra, por lo que se puede intuir que se trata de una versión con equimapiento De Luxe. En el interior destaca el típico cuadro de instrumentos central, el volante de dos brazos en posición casi horizontal y la tapicería en color rojo oscuro con guarnecidos en beige. Los únicos fallos que se encuentran es la forma en la que se ha ensamblado la trasera o la colocación de dos palanquitas en la caña de la dirección cuando sólo debería ir una. Con todo, se trata de una excelente reproducción del Mini más clásico.
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