Llegado el momento de renovar al Fregate, Renault quiso jugar la baza de la utilidad y practicidad que hasta ahora le había impedido tener un modelo de carácter polivalente, principalmente porque la práctica totalidad de los coches que fabricaba la Regie empleaban motor trasero. El nuevo utilitario Renault 3/4L y la furgoneta Stafette marcaron de un modo el camino que querían seguir en la firma del rombo y tras diversos estudios de mercado que evidenciaban que la sociedad europea de los 60 demandaba un vehículo práctico y moderno, un equipo capitaneado por el diseñador Phillipe Charbonneaux se puso manos a la obra con el denominado Proyecto 115.
El nuevo modelo incorporaría igualmente la tracción delantera toda vez que poco a poco iba implantádose en todos los coches y vehículos de la marca. Un primer estudio de una berlina de tracción trasera y motor de seis cilindros fue desechado por sus altos costes. Con un diseño denominado 'Limousine Break' el inicialmente denominado Renault 1500 resultó ser una sugerente mezcla entre una berlina del segmento D y un familiar. Su amplio habitáculo le otorgaba un gran espacio interior que redundaba en su confort, y su portón trasero lo había muy práctico para la carga de equipaje u otros menesteres.
Presentado en el Salón de Ginebra de 1965 como el definitivo nombre de Renault 16, las modestas prestaciones de su motor cuatro cilindros de 1,5 litros y 55 cv y la sencillez de su interior no impresionaron mucho a los comerciales de la marca y a sus futuros compradores, pero lo cierto es que la prensa especializada lo encumbró a la gloria, destacando de él su estabilidad, confort, manejabilidad y carácter práctico. Un año después era elegido 'Coche del año en Europa' superando nada más y nada menos que al sofisticado Rolls Royce Silver Shadow.
El R16 inauguró su producción en la nueva planta de Renault de Sandouville, cerca de Le Havre. La aparición de una versión TS con motor de 1,6 litros y 85 cv, que le permitían alcanzar los 165 Km/H, acalló las críticas a las pobres prestaciones que recibió el modelo básico 1,5. En 1973 hace su aparición el TX, que con sus 1,7 litros y 93 cv alcanzaba 170 Km/H y gracias a sus llantas de aleación y su discreto alerón superior, mejoraron la manejabilidad del coche ostensiblemente. Renault ofreció su R16 con una caja de cambios automática en opción, algo no muy común en coches de pequeña cilindrada. Los conductores europeos, entonces muy escépticos con este tipo de transmisiones optaron en su mayoría por la manual de cinco velocidades. Tras 1.850.000 unidades vendidas hasta 1980, el R16 abandonó su producción, pese a que sus sustitutos, los Renault 20 y 30, llevaban en el mercado desde 1975. El R16 marcó la tendencia que siguieron las berlinas de gama media y alta de la marca, como los anteriormente nombrados 20 y 30, el R25, el Safrane y el Velsatis, sedanes de gran porte, con un toque de distinción pero con su gran portón trasero que los hacía extraordinariamente atractivos como vehículos familiares.
El R16 de Minichamps fue la primera incursión del fabricante alemán de miniaturas en la marca del rombo. Cuenta con un molde excelente y un muy bien acabado que lo situan como una de las mejores reproducciones a escala de este coches, junto con las de Universal Hobbies y muy por encima del obsoleto Norev.
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