1958 fue el último año de la filosofía de 'Contra más grande, mejor' en los coches americanos. Una imprevista recesión económica en el segundo Gobierno de Eisenhower hizo por primera vez al automovilista americano fijarse en coches más pequeños y económicos, todo ello el año en que los adornos cromados y los diseños barrocos alcanzaron las cotas más altas.
Ese mismo año de 1958 fue el segundo de la nueva plataforma introducida por Chrysler en exclusiva para su división Imperial. Contrariamente al resto de marcas, la gama Imperial de 1958 simplificó y redujo al mínimo los adornos cromados de su carrocería, que básicamente era el mismo diseño del año anterior, a su vez la segunda generación del denominado 'Forward Look' de Virgil Exner, coches más anchos, bajos de cintura, con dobles grupos ópticos delanteros y pronunciadas aletas traseras coronadas por luces circulares.
También 1958 fue el último año en que Chrysler emplease en sus coches el exitosos, potente y venerable motor Hemi, una mecánica espléndida pero que resultaba muy costosa de fabricar dada su complejidad y en un momento en que las previsiones de ventas no eran buenas. Con todo, la gente de Imperial se las ingenió para que en el canto de cisne del motor Hemi, ese legendario V8 de 6.4 litros -392 ci- terminase erogando 345 CV de potencia, 20 más que en el año precedente. El propulsor seguía aparejado a una transmisión automática Torqueflite de tres velocidades accionada por botones situados en la parte izquierda del cuadro de instrumentos.
El motor Hemi se destinaría a los modelos de la serie Crown, mientras que los Custom y LeBaron ya montarían el nuevo V8 Wegdehead de 350 CV. Entre las novedades técnicas introducidas por Imperial en 1958 destacaba el nuevo control de velocidad de crucero 'Auto Pilot', de serie en todos los Imperial, así como en los Chrysler New Yorker, 300, Windsor y Saratoga. La gama Imperial 1958 estaba disponible con carrocería sedán cuatro puertas, hardtop Southampton cuatro puertas, hardtop dos puertas, convertible y la exclusiva limousine realizada por Ghia en Turín, con un precio de 15.075 dólares. El modelo más económico costaba 4.736 dólares y 5.598 dólares el convertible.
Un total de 16.133 coches fueron fabricados por la división Imperial de Chrysler en 1958, año de recesión económica, de los que apenas 675 lucían la elegante y distinguida carrocería descapotable, uno de los automóviles más exclusivos de su tiempo, rival directo de leyendas como el Cadillac Eldorado Biarritz y el Lincoln Continental MK III. Dado que contrariamente a Cadillac y a Lincoln, que tenían sus propios concesionarios, los Imperial seguían vendiéndose en los mismos espacios que los Chrysler, lo que provocó que popularmente el público los siguiese identificando como "Chrysler Imperial" y no como Imperial tal y como se pretendía. Ello fue una queja muy común entre los vendedores. La generación de 1958 fueron los últimos Imperial en fabricarse en la planta Chrysler de la avenida Jefferson en Detroit, pues a partir del año siguiente la producción se trasladó a la de avenida Warren.
Great Lightning Models, o GLM, es uno de los fabricantes de miniaturas en escala 1/43 que más reproducciones de vehículos de la marca Imperial realiza actualmente en el mercado. Su última referencia es el modelo que protagoniza esta entrada, un Imperial Crown Convertible de 1958, disponible en cuatro referencias, dos en color rojo, dos en negro, dos con la capota de lona puesta, dos con la capota bajada. Realizado en resina, que es el material con el que GLM realiza todas sus creaciones, es una excelente miniatura tanto por el molde, correcto y proporcionado, como por su terminación. Si se nota últimamente cómo GLM está reduciendo la presencia de elementos de metal fotograbado en beneficio de otras soluciones, piezas cromadas también de resina, que producen un efecto similar y se elimina el riesgo de muchas miniaturas de resina de que estas partes se desprendan. Goldvarg Collection también emplea estas soluciones y lo cierto es que los resultados son positivos. En definitiva, una magnífica miniatura muy recomendable para los coleccionistas de clásicos de los Estados Unidos a escala y confiamos en que GLM nos sorprenda con nuevas reproducciones de Imperial.
3 comentarios:
A partir de los faros, la parte alta de los salpicaderos delanteros y el capó dan un parecido al Cadillac del 59 y 60, pero el frente del Imperial indudablemente con su vida propia.
Hermosa la miniatura.
Saludos !
Hola Eddie, gracias por tu comentario y visita.
Creo que tu comentario debería formularse diferente, más bien el Cadillac 59-60 es el que se da un aire al Imperial, pues este coche es del 58, y el diseño es de un año antes del 57, por lo menos lo veo así.
Saludos
Es que no lo quería decir así por no hacer menos al Cadillac, pero tienes toda la razón.
Saludos !
Publicar un comentario