El cinturón industrial aledaño a París fue desde principios del siglo XX el lugar elegido por grandes firmas especializadas en la construcción de carrocerías de automóviles como base de operaciones. Henri Chapron, Figoni & Falaschi, Vanvooren, Saoutchik, Binder, Kellner, Franay, Labourdette o Letourner & Marchand son algunos ejemplos de ello. En el año 1924 se une a este elenco una nueva compañía fundada por dos estadounidenses expatriados, Thomas Hibbard y Howard 'Dutch' Darrin, que se establecieron con la razón social y comercial Hibbard & Darrin.
Ese mismo año de 1924 en el que la firma carrocera Hibbard & Darrin inicia su actividad, la marca española de automóviles de lujo Hispano Suiza presentaba su nuevo modelo H6C. Denominado internamente T56 -sus antecesores, los H6B, fueron los T46-, la nueva familia H6C puso el broche de oro la estirpe de los grandes Hispano Suiza de seis cilindros iniciada con los H6A y continuada con los exitosos H6B. El motor en su última evolución ya cubicaba 8.0 litros de cilindrada y lograba potencias entre los 160 y 200 CV según el modelo y su preparación. La producción de los H6C se llevó a cabo en la planta parisina de Bois-Colombes pues la firma española ya había fijado el país galo como su sede oficial tras los numerosos periodos de inestabilidad que se vivían en España y que conforme avanzaban los años la situación iba a peor.
Como era habitual en aquellos años en todos los fabricantes de automóviles de lujo, Hispano Suiza entregada el H6C como un conjunto chasis, motor y transmisión. Una vez que el propietario tenía clara qué carrocería quería para su automóvil, la marca enviaba el chasis al artesano de turno para que culminase el trabajo. En esta ocasión nos centramos en uno de los más famosos Hispano carrozados por Hibbard & Darrin.
Se trata del número chasis 12036 al que la firma francomericana vistió con su diseño denominado Transformable Torpedo, un descapotable de cuatro puertas cuya capota de lona tiene la peculiaridad de ser ajustable para conformar un bonito efecto rígido y rellenando el hueco entre las ventanas trapezoidales. Este mismo diseño fue adaptado por Hibbard & Darrin a otros coches, como es el caso del Rolls Royce realizado para la actriz Marlene Dietrich.
El Transformable Torpedo Hibbard & Darrin fue enviado nada más ser terminado en los talleres de París al empresario estadounidense Clarke D Pease, distribuidor oficial de la marca en su país, por lo que este automóvil parece ser uno de los pocos H6C vendidos directamente en los Estados Unidos. Su primer propietario fue uno de los hermanos Chopitea, de una rica familia peruana del sector azucarero afincada en Norteamérica. El Hispano compartiría garaje con un Duesenberg J y un Packard Twelve. Los siguientes dueños del Transformable Torpedo fueron el señor Marais y Mirant Eknayan, un prominente comerciante de diamantes de origen armenio y apasionado coleccionista de vehículos. En esos años la carrocería recibe algunas actualizaciones estéticas, como guardabarros integrales de tipo pontón y una reforma de la trasera con la adición del maletero en línea descendente, cobrando el coche un nuevo aspecto en boga con el tan de moda estilo art decó de los años 30. El célebre coleccionista californiano Arturo Keller también fue propietario del Hibbard & Darrin. Su actual dueño lo adquirió en 2013.
Sus elegantes y sensuales líneas se ven realzadas por la sutil combinación bicolor beige, que crea un muy bonito contraste con la capota marrón oscura casi negra. Ese mis contraste se produce en el interior entre la tapicería de color crema, las molduras de madera de las puertas y las alfombras en tono chocolate. En 2019, el coche fue subastado por RM Sothebys en Phoenix, Arizona.
Siempre decimos que cada vez que un Hispano Suiza se incorpora a la colección de 'El Kekomóvil' es una especie de fiesta. Y en esta ocasión es más festivo aún, pues con esta adquisición completo todas las referencias de Hispano Suiza realizadas hasta el día de hoy por el fabricante de miniaturas de Países Bajos Matrix Scale Models. Añado también que este modelo es un regalo de mi mujer por el reciente bautizo de nuestra hija. Como viene siendo habitual en todos los trabajos de Matrix, no sólo estamos ante una miniatura de matrícula de honor, si no que este tipo de coches destacan de forma especial cuando son realizados en resina y se reproducen con minuciosidad los muchos detalles que tienen. Las formas y proporciones parecen correctas si comparamos con fotos del modelo real. Muchas veces es complicado poder transmitir a otros coleccionistas en imágenes la calidad de una miniatura pues son muchos los condicionantes que determinan el resultado final de una foto. Modestamente creemos que con el reportaje fotográfico al H6C de Matrix hemos logrado el efecto deseado, no obstante, serán los lectores los que deberán confirmarlo. Por último, añadir que esta miniatura cuenta con una satisfacción más, haberla encontrado rebajada de precio en una conocida tienda online alemana. ¿Se puede pedir algo más? En este caso, nos damos por más que satisfechos.
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