viernes, mayo 06, 2016

Rolls Royce Phantom III HJ Mulliner 'General Montgomery-Monty´s Rolls' #3AX79 de TSM







Todos los automóviles de la gama Phantom de Rolls Royce son, han sido y siempre serán formidables. Existe un acuerdo general entre los estudiosos y expertos del mundo del automóvil en otorgar el título del Phantom más exclusivo de todos a su cuarta generación, el Phantom IV, principalmente por el hecho de que solamente se fabricaron 18 unidades que fueron todos a parar a personajes de la nobleza y aristocracia internacional, pero lo cierto es que su antecesor, el Phantom III, tiene todos los mimbres para disputarle ese título de gran exclusividad, pues se trata del último de los grandes Rolls Royce de antes de la II Guerra Mundial y técnicamente es mucho más innovador y sofisticado. Sólo se fabricaron 727 coches en el trienio comprendido entre 1936 y 1939, por tanto, ¿quién da más?

El Phantom III fue el último coche que proyectó Henry Royce, de hecho sólo lo vio sobre los planos de la mesa de trabajo ya que falleció antes de que estuviera terminado el primero de los ejemplares. El Phantom III es un fiel reflejo de su tiempo, un tiempo, los excesivos y convulsos años 30, en el que los fabricantes de más renombre de la industria automotriz construyeron los motores de mayor tamaño y cilindrada que se han conocido, además de vestir sus creaciones con las carrocerías más espectaculares y extravagantes que se hayan visto. Así pues, la fabricación del sustituto del Phantom II se vio influenciada por estas tendencias.

El nuevo Phantom III comenzó a desarrollarse entre 1934 y 1935 a través de un prototipo denominado Spectre. La principal novedad de este automóvil era su motor. Por primera vez Rolls Royce renunciaba al uso de su venerable seis cilindros en línea, que desde entonces sería destinado a los modelos de las gamas inferiores. La mecánica del nuevo Phantom tenía una arquitectura de 12 cilindros en V. En un principio se barajó la posibilidad de usar un ocho en línea, pero la experiencia de Rolls Royce en la construcción de motores aeronáuticos V12 -los legendarios Supermarine que montaban tanto los Spitfire ingleses como los P51 Mustang yankis, por ejemplo- hizo a los ingenieros decantarse por esta solución, de este modo se puede decir que el motor V12 del Phantom III guarda un estrecho parentesco con el de los principales cazas de la aviación aliada de la II Guerra Mundial. El propulsor era sumamente sofisticado técnicamente y de un gran refinamiento, pues su construcción y ensamblaje estaban pensados para ofrecer el mayor confort posible. Con 7,3 litros de cilindrada y una potencia que se estimaba en 120 cv -Rolls Royce nunca reveló la potencia de sus motores, pues siempre era "la suficiente"- el ejemplar probado por la revista 'The English Autocar' superó sin problemas los 140 Km/H.

Cabe hacer dos apreciaciones más al respecto del motor V12 de Phantom III. Desde el fin de fabricación de este modelo, en 1939 y hasta 1998, fecha en que se fabricó el primer Rolls Royce de la nueva era bajo el control de BMW, el Silver Seraph, la firma no usó un motor de esta arquitectura. Hay 50 años de diferencia entre un motor y otro. La firma española Hispano Suiza empleó en la misma época una mecánica V12 para su modelo más exclusivo, el J12 -que ha protagonizado varias entradas en el blog- y, al igual que el V12 de Rolls Royce, era un motor derivado de la aviación.

Como era norma habitual y más en aquella época, los coches se entregaban al afortunado propietario como un conjunto chasis-motor-transmisión encargándose el trabajo de carrocería a un maestro especialista. En el caso del Phantom III, la mayor parte fueron carrozados por Park Ward, HJ Mulliner, Hooper y Thrupp & Mabberly.

El ejemplar objeto de esta entrada es el número de chasis 3AX79, el cual además de un diseño bastante exótico y peculiar, tiene una interesante historia tras de sí en lo que a sus propietarios se refiere. 

El coche fue encargado originalmente por Alan Samuel Butler, presidente de la célebre empresa aeronáutica 'De Havilland Aircraft Company'. El departamento aerodinámico de la compañía se encargó de diseñar la carrocería bajo las indicaciones de Mr Butler, que a su vez encomendó la construcción a HJ Mulliner, uno de los carroceros más experimentados en el trabajo con Rolls Royce. El chasis 3AX79 entró en los talleres de HJ Mulliner el 20 de noviembre de 1936. Llama especial la atención el parabrisas convexo en forma de V e invertido de abajo hacia dentro que, según los técnicos de la De Havilland, era un 15 por ciento más aerodinámico que en disposición más tradicional. Otro recurso aeronáutico es su trasera inclinada, de estilo 'Streamlined'. También incluía curiosidades como la rueda de repuesto en el interior en vez de estar tras las aletas delanteras, como era normal en la época, o un altímetro aneroide marca Smith presidiendo el tablero de mandos.

En 1940 el señor Butler dona su súper exclusivo Rolls Royce al Departamento de Guerra del Gobierno Británico, regalo al que estipuló una serie de condiciones: debería tener un mantenimiento rutinario por personal de la Rolls Royce y nunca debería salir del Reino Unido. El Phantom III 3AX79 prestó servicio a varios generales de la plana mayor del Ejército Británico hasta que en 1944, en vísperas de "El día más largo", fue asignado al general Bernard Montgomery, uno de los grandes héroes y estrategas de la II Guerra Mundial y de la Historia Militar, famoso por entre otras gestas, por derrotar al mariscal de campo Erwin Rommel del III Reich en la batalla de El-Alamein.

Un año más tarde y terminada ya la contienda, el general Montgomery logró adquirir al Departamento de Guerra el Phantom III 3AX79, de hecho, hizo su entrada triunfal en Berlín montado en él -seguramente Mr Butler de la 'De Havilland' no puso ningún impedimento a que el coche abandonara Reino Unido-. El coche prestó servicio a Montgomery hasta que en 1962 falleciese su chófer de toda la vida, el sargento Cecil Parker. Un año después, la esposa del general vendió el Rolls al coleccionista norteamericano Jim Leake, de Oklahoma, que desde entonces lo expone en su museo en Muskogee.

Durante las más de 364.000 millas que marcan su tacómetro ha visto sentarse en su interior a personajes como Winston Churchill, el Rey Jorge VI y el presidente -entonces general- Dwight David Eisenhower. También ha sido visto en muchos documentales y películas de la II Guerra Mundial, como el film 'The good german', de Steven Soderbergh.

La miniatura del Phantom III 3AX79 es la guinda del pastel de la excelente serie dedicada a Rolls Royce del fabricante True Scale Miniatures. Como es norma en esta casa, está realizada en resina. Destaca por tener un acabado de mucha calidad y con gran cantidad de detalles, tanto en el exterior como en el interior. El molde cuenta con formas precisas y proporcionadas. Si bien es una miniatura costosa, su calidad no la hacen desmerecer del modelo que realiza el fabricante artesanal Hilario, que cuesta cinco veces más. En mi caso es un modelo que quería añadir a mi colección pues aparte de ser un automóvil muy interesante por sí, tiene el aliciente de ser un auto histórico en su sentido más literal.

2 comentarios:

A.Sivianes dijo...

No podía dejar pasar esta maravilla!!
Este entonces es el coche del general Montgomery... tiene su carga de historia detrás.
Me parece sublime y es una pieza que no conocía (como tantas!).

Saludos y felicidades por tenerla!

Keko dijo...

Efectivamente es una maravilla de miniatura y el coche real es impresionante, quizás uno de los Rolls Royce más sofisticados jamás fabricado, pues estaba estrechamente emparentado con la aviación, pues además de que su motor derivaba de los que Rolls Royce construía para los aviones de guerra de entonces, su carrocería es un diseño de la De Havilland Aircraft con su estudio aerodinámico incluido. Y además perteneció a un personaje tan peculiar como Monty. Hace poco vi la película de Clooney 'El buen alemán' y sale este coche varias veces. Hay muchos reportajes de la II GM en Youtube donde se lo puede ver y es impresionante.

Saludos y gracias por tus visitas Antonio