Con el nombre de Autodelta fue creado en 1961 el nuevo Departamento de Competición y vehículos especiales de Alfa Romeo. A su frente, dos ex ingenieros de Ferrari, Lodovico Chizzola y Carlo Chiti, éste último un personaje clave en el inmediato devenir de la firma de Milán. De una u otra manera, el objetivo de esta filial no era otro que devolver a Alfa Romeo a la senda del éxito que conoció en los primeros años 50, cuando en los albores de la Fórmula 1 Giuseppe Farina y Juan Manuel Fango se alzaron con los campeonatos del mundo de 1950 y 1951.
El primer proyecto que vio la luz surgido de la colaboración entre Alfa Romeo y Autodelta fue el Giulia TZ1, un deportivo de motor Twin Cam 1.570 cc y chasis y otros componentes de la serie Giulia 105. Las siglas TZ de su denominación quieren decir 'Tubulare Zagato', 'Tubulare', en relación a la estructura multitubular de su chasis, y 'Zagato' por el diseñador responsable de las líneas de su carrocería, Ugo Zagato. El motor de 1,6 litros ofrecía 115 cv en configuración de calle y 160 cv en los modelos reservados a competición. A partir de 1964 llega la evolución de este vehículo, el TZ2. Construido en fibra de vidrio, al agresivo estilo de su carrocería le valió el apelativo de 'Baby GTO', dado su razonable parecido al Ferrari homónimo obra de Giotto Bizzarrini. Llama especialmente la atención en los TZ la forma de su trasera, denominada 'Coda Tronca' (trasera corta), recurso aerodinámico y estilístico desarrollado por el aerodinamista Wunibald Kamm.
En el caso del TZ2 sólo se construyeron bajo las especificaciones de competición pese a que había propietarios que hacían uso mixto del mismo. Su motor alcanzó los 170 cv de potencia, que unidos a su ligereza le valían para alcanzar una máxima de 245 Km/H. La producción del TZ2 fue interrumpida al comienzo de 1965 y apenas se fabricaron 12 unidades.
Perteneciente a la serie 'Alfa Romeo Glory Collection' con la que el fabricante de miniaturas alemán Minichamps homenajeó a la marca en su Centenario, este modelo realizado en zamack es de una gran finura tanto en lo referente a su molde, correcto en formas y proporciones, y a su acabado. Destaco en el uso de piezas independientes y de metal fotograbado para los logotipos y emblemas. El interior también está muy bien ejecutado y decorado. Una pieza que no debe faltar en la colección de todo 'alfista' y amante de los deportivos italianos clásicos.
3 comentarios:
Desde luego, me quedo con lo último de tu comentario cuando dices lo de que no puede faltar en la vitrina de cualquier Alfista que sea aficionado también a los modelos a escala.
Ya he visto otros Alfas de esa serie que mencionas y todos tienen muy buena presentación y calidades.
Yo tuve un Alfa Romeo (un 146) nuevo "del paquete" en el año 2000 y padecí la famosa rotura de la correa de la distribución, pero tengo un gran recuerdo de ese coche y su peculiar motor de doble bujía.
Y cómo sonaba...
En fin, no es lo mismo pero conozco el modelo de hoy pues lo tengo en un par de versiones hechas por Altaya, y siempre me fascinó ese diseño de "cola Kamm", aparte de la carga teconológica del modelo real.
No te puedo decir más de lo de siempre: enhorabuena por tenerlo, Keko.
Saludos!
El 164 era un coche precioso. Si buscas en la etiqueta Alfa Romeo seguro que encuentras el de Minichamps, que lo tengo en azul marino, versión 3.0 Súper. Tengo un buen puñado de modelos de esta colección 'Alfa Romeo Glory Collection' y son a cada cual mejor. Unos están en el blog y otros para salir.
Saludos Antonio
El mio fue un 146... el 164 era un maquinón!!
Aunque lo tenía muy vistoso.
Estaré pendiente de esos Alfas de tu Blog, me encantan!
Publicar un comentario