Opel presentó en 1973 la tercera generación (C) de su popular modelo Kadett en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Con más de 2,65 millones de unidades vendidas del anterior modelo -3,3 en total de las dos primeras generaciones Kadett-, el objetivo de la casa del rayo no era otro que hacer de su automóvil otro 'world car' y poder venderlo a todo el mundo, de hecho, el Kadett C fue concebido en ese concepto de universalidad, un auto que pudiera hacer el mismo buen papel en Islandia y a la vez en Hawaii. Y la clave de todo estuvo en su amplísima oferta de motores y carrocerías -hasta 18 variantes diferentes, fabricadas en Argentina, Alemania, Sudáfrica, Reino Unido, Brasil, Estados Unidos y Japón-, para todos los gustos y necesidades, destacando en todas ellas su buen manejo y versatilidad. En definitiva, el nuevo Kadett aunaba a la perfección todo lo bueno de un utilitario pero sin renunciar al puro placer de conducir, siendo un muy serio competidor del gran campeón de la clase media automovilística, el todopoderoso Volkswagen Golf.
En 1975 ve la luz el Volkswagen Golf GTI, versión de altas prestaciones del utilitario de Wolfsburg y la respuesta de su competidor de Russelsheim no se hizo esperar, haciendo aparición un año más tarde el Kadett GTE. El Salón de Frankfurt fue nuevamente el escenario elegido para la presentación del Kadett más deportivo hasta ese momento. El GTE sólo estaba disponible con la carrocería coupé tipo 'fastback' y montaba un motor cuatro cilindros de 1,9 litros y 115 cv de inyección del Opel Manta. Esta versión fue mejorada dos años después al ser equipado con el motor dos litros del Rekord, con la misma potencia pero con mejores prestaciones. La marca aprovechó para sustituir al Ascona SR por el nuevo modelo deportivo en el Mundial de Rallyes, de hecho, los GTE se vendían en dos combinaciones de color, bien blanco sobre amarillo o amarillo sobre negro, la misma de los coches de dicho certamen. En 1979 Opel introduce un nuevo Kadett, la cuarta generación o D, con tracción delantera y carrocería tipo hatchback, lo que deja al Kadett C GTE como el último Kadett puramente deportivo tanto en lo estético como en lo mecánico, puesto que las siguientes versiones GTE/GSI de tracción delantera nunca dejaron al conductor las sensaciones de la tracción trasera.
El catálogo de automóviles alemanes de Minichamps no sólo lo podemos calificar como "interminable", sino también excelente y creo que esta miniatura del Opel Kadett C GTE lo deja todo muy claro sin abusar de las palabras. Una miniatura sobresaliente y encantadora, con un magnífico molde y con un acabado en la misma línea, que deja muy patente cómo este fabricante, pese a su buen hacer, lo borda con sus modelos patrios.
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