La inclusión de coupés y descapotables derivados de sus berlinas es una tradición bien arraigada en Mercedes. Si las berlinas de la Clase S siempre representan el escalafón más alto de Mercedes en cuanto a técnica y refinamiento, las versiones coupé y cabrio de los mismos vienen a añadir un plus de exclusividad.
El departamento de diseño de Mercedes empezó a trabajar en 1957 en el coche que debía suceder al 220 SE Coupé y Cabriolet, derivados de la berlina de carrocería Pontón W120. Diversos esbozos y prototipos mostrados en ese tiempo hicieron pensar que la marca de Stuttgart adoptaría para el nuevo vehículo un estilo similar al que tendría el roadster Pagoda, pero no fue así. El diseñador Paul Braq optó por unas líneas más clásicas, atemporales y no tan recargadas como las de las berlinas Colas.
A finales de 1960 entró en producción un nuevo coupé construido sobre el chasis W111, siendo la premiere en el 75 aniversario del Museo de Mercedes. Meses después, en el Motor Show de Frankfurt se presentó la variante cabriolet. En principio, el nuevo modelo sólo estaba disponible con el motor 2,2 litros de seis cilindros M127, o sea, la versión 220 SE, que erogaba 150 cv de potencia. En marzo de 1962 Mercedes añadió a la gama el 300 SE, que realmente era el equivalente coupé del 300 SE W112 de batalla larga. Era más lujoso que el 220 SE y se desitinguía estéticamente por un fino junquillo cromado que recorrió cada lateral del coche de forma longitudinal en su pare media. Realmente. Montaba el motor seis cilindros en línea M189 de tres litros y 170 cv.
En 1965 Mercedes lanza la nueva Clase S que sustituyó a los W111-W112, los W108 y W109. Resulta más que curioso que Paul Braq diseño esta nueva berlina basándose en las líneas maestras del W111 Coupé, por lo que Mercedes decidió no volver a fabricar una nueva generación de coupés-cabrios y simplemente adaptó los que ya tenía incorporándoles una parrilla algo más cuadrada y pequeña. El 220 SE fue susituído por el 250 SE, con motor M129 de 2,5 litros y 150 cv. En 1967 el 250 SE fue susituído por el 280 SE, con un nuevo seis cilindros M130 de 2,8 litros y 170 cv, más compacto y en cambio mejor que el veterano M189 de tres litros.
La incorporación en 1969 del nuevo motor V8 M116 de 3,5 litros y 200 cv marcó el último tramo de vida de los W111 a la vez que recibieron algo más de pedigree. Lo lógico hubiese sido que este modelo se hubiese denominado 350 SE, pero no fue así, y siguiendo el ejemplo de denominación de las berlinas W108 y W109, se mantuvo la misma nomenclatura que en los seis cilindros y se le añadieron dos dígitos indicativos de su cilindrada, de este modo el coche pasó a llamarse 280 SE 3.5.
Con una aceleración de 0 a 100 en 9,5 segundos y una velocidad máxima de 210 Km/H puede contarse entre los coches más rápidos de su tiempo, sobre todo teniendo en cuenta de que eran gigantes de caso cinco metros. Incluso se pensó en ir a más e incorporarle el V8 M117 de 4,5 litros, pero finalmente se desistió de ello. Con la llegada de la nueva Clase S W116, el W111 fue susituído por el C107, un coche de idéntica filosofía pero concebido de forma totalmente diferente, ya que se partió de la base del nuevo SL R107, pero esa es ya otra historia.
Los Coupé & Cabriolet de la serie W111 no son sólo mis modelos favoritos de Mercedes, también es uno de los coches que más me gustan de todos los tiempos. Ya tenía en mi colección dos miniaturas, una de cada carrocería, de este automóvil. Se trata de dos modelos construidos hace ya tiempo por Faller un fabricante alemán especializado en maquetas de trenes, pero que realizó una pequeña serie de miniaturas en 1/43 en plástico y con partes practicables, muy en la línea de Herpa, aunque no tan refinados. Hace unos años Spark también introdujo en su gama estos modelos, pero al ser resina y teniendo los de Faller de plástico, no me sedujo la idea de adquirirlos, pero en cambio sí me decidí por fin por estos de Minichamps, recientemente presentados. Concretamente estas dos variantes se corresponden con dos series especiales para la tienda Modelcarworld. Indudablemente se trata de dos versiones de 1969-70, una, el coupé, con sus tulipas delanteras simples, representa un modelo que para el mercado europeo, mientras que el cabrio, con doble óptica en tulipa vertical, es un ejemplar destinado al mercado norteamericano. Un buen detalle de Minichamps, al igual que el de equipar a uno con llantas de aleación y al otro con tapacubos. El acabado de las miniaturas es muy bueno, si bien echamos de menos más cromados de verdad y fotograbados, sobre todo porque por 10 euros más podemos comprar una miniatura en resina con mejor acabado. No obstante, son miniaturas atractivas que no defraudarán a ningún coleccionista.
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