¿Cuándo un Fiat deja de serlo? Cuando el mago de la preparación y del trucaje de motores autríaco Carlo Abarth pone las manos sobre el mismo. El Fiat Abarth 695 SS fue presentado al público oficialmente en 1964. Está considerado como la variante deportiva más perfeccionada, equilibrada y apta para su uso por carretera del mítico Fiat 500.
El utilitario concebido por Dante Giacosa fue un coche que conquistó el mercado a lo grande, pero estaba claro que no pasaba de ser eso, un utilitario. Carlo Abarth, el preparador y constructor de marcas como Simca y la propia Fiat, tuvo la idea de comercializar una versión más deportiva del modelo básico, sin llegar ser un coche de carreras.
La cilindrada del motor se elevó a 689,5 cc llegando a rendir 38 CV de potencia, nada mal para un coche que no llegaba a los 500 kilos de peso. Se añadieron detalles exteriores como pasos de rueda más grandes, llantas de aleación, pegatinas con el logotipo del escorpión y la tapa del motor medio abierta, en teoría para que el motor refrigerase mejor.
Esta miniatura de Spark, ejecutada en resina, supone una preciosa realización de la pequeña bomba italiana, con detalles de una finura muy grande, como la cantidad de piezas independientes que hay sobre la carrocería, los logos y las calcas de decoración, además de un interior muy cuidado y, sobre todo, el gran detalle de la tapa del capó entreabierta, aguantada con piezas de sujección y con el motor a la vista.
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