sábado, septiembre 30, 2006

Ferrari 365 GTB/4 Daytona 'Early Version' de Kyosho









El stand de Ferrari del Salón del Automóvil de París de 1968 mostró el que sería la última y suprema encarnación del principio del motor delantero y tracción trasera en el mundo de los autos deportivos, la sublimación de cuando el concepto "funcional" abandona al automóvil. Su nombre, 365 GTB/4, pero llevaría para la posteridad aparejado un apellido tan ilustre como Daytona, en honor del mítico triplete que en la Scuderia firmó en la prueba de 24 horas celebrada en el trazado americano en 1967, dejando en total evidencia a Ford y a su ambicioso GT40.

Un poco más de la mitad de la longitud total del coche correspondía al motor y su espacio. Contaba con el habitáculo justo para el conductor y su acompañante y, tras ellos, un portaequipajes de dimensiones parsimoniosas. Su motor V12 de bloque grande Lampredi cubicaba 4.4 litros, de ahí su nombre, pues 365 es el volumen unitario de uno de sus 12 cilindros. Erogaba 352 cv de potencia y disponía de cuatro árboles de levas y seis carburadores dobles Weber. Pornografía mecánica pura. Dicha potencia era transmitida a las ruedas por una caja de cambios de cinco velocidades con sus recorridos a través de la tradicional rejilla en doble H. Ni qué decir tiene que era un automóvil que exigía bemoles a su conductor, pues cualquiera no era capaz de manejar con soltura su larga palanca de cambios o de operar su gran volante Nardi de tres radios y cerquillo de madera. En resumidas cuentas, era un fiera salvaje e indómita concebida para la libertad y la aventura.

La posición delantera de su motor causó auténtica sorpresa, pues algunos de sus competidores, como el De Tomaso Mangusta o el Lamborghini Miura, ya montaban el motor en posición central. Otros, como Maserati con su Ghibli o Aston Martin con su DBS, mantuvieron el esquema tradicional. Con todo, el Daytona superaba a todos ellos en velocidad con sus 285 Km/H frente a los 282 del Lamborghini, los 257 del Maserati, los 242 del Mangusta y los 238 del Aston Martin. La carrocería era obra de Pininfarina y estaba construida en los talleres de Scaglietti.

Era tan radical que algunos de los concesionarios más célebres de la marca, como Pozzi de París y Maranello Concesionaires de Londres, desarrollaron por su cuenta versiones de competición para sus clientes, en principio como iniciativa privada, pero a posteriori, recibieron el apoyo oficial del 'Departamento Clienti' de Viale Trento e Trieste de Módena.

En 1969 Ferrari da una nueva vuelta de tuerca al Daytona presentando en el Salón de Frankfurt la versión descubierta GTS/4, aún más bello, seductor y pasional, fácilmente distinguible por sus llantas de radios Borrani. Sólo se fabricaron 124 unidades del descapotable, por lo que muchos propietarios optaron por acudir a especialistas que "cortaran" el techo a sus coupés. Estos convertibles "postreros" suelen denominarse GTB/4 Spider para no confundirlos con los originales.

A partir de 1971 el frontal de perfex y sus faros carenados son sustituidos por unos del tipo escamoteables, una maniobra realizada para facilitar la venta de este coche en Estados Unidos, donde las normas de seguridad federales empezaban a endurecerse.

Uno de los Daytona más famosos de la cultura popular era el que conducía el actor Don Johnson en la exitosa y popular serie televisiva 'Corrupción en Miami', un ejemplar Spider en negro que era realmente una réplica construida sobre un chasis Corvette. El periodista Dan Batchelor escribió en un artículo publicado en el número de octubre de 1970 en la revista 'Road & Track: "El mejor y más rápido Gran Turismo del mundo no tiene por qué ser el más exótico", en clara referencia al Daytona sobre sus competidores. El actor Raúl Juliá conducía un Daytona GTB/4 Spider rojo en la comedia automovilística de los 70 'The Gumball Rallye'.

Esta miniatura pertenece a la nueva colección presentada por Kyosho y representa un modelo del año 1968, conocido también como 'Early Version', por sus faros integrados en el plexiglás. Tiene practicables el capot, donde podemos ver el motor muy bien detallado, y el maletero. Los detalles tanto interiores como exteriores son fidedignos y el molde es excelente.

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