El californiano Bruce Meyers fue el creador de uno de los automóviles de ocio más populares de todos los tiempos. En sus talleres de Fountain Valley en SoCal, empleando un chasis acortado de un Volkswagen Beetle, así como su motor y la suspensión de la Chevrolet Pick Up, todo coronado con una ligera carrocería de fibra de carbono, la compañía BF Meyers ofrecía un automóvil tremendamente divertido y que fue muy común verlo en los destinos playeros de EEUU y de medio mundo, siendo denominados Buggy, un diminutivo derivado de 'Bug', otra de las formas anglosajonas de 'escarabajo'. Y de todos los Dune Buggy fabricados por Bruce Meyers, hubo uno muy especial, el más 'cool' de todos.
Aparte de ser uno de los actores más destacados de los años dorados de Holywood y un icono de la cultura popular, Steve McQueen destacó por su pasión por todo aquello que tuviese ruedas y un motor de combustión, de hecho, McQueen no sólo protagonizó la que se considera mejor película sobre 'Las 24 Horas de Le Mans' de la historia del séptimo arte, si no que también se encargaba de elegir los vehículos que debían salir en sus películas, y son casos conocidos el de la Harley-Davidson de 'La Gran Evasión', el Ford Mustang Fastback de 'Bullit' o el coche que protagoniza esta nueva entrada de 'El Kekomóvil'.
Steve McQueen protagonizó junto a Faye Dunaway en 1968 el thriller 'The Thomas Crown Affaire' -'El Caso Thomas Crown' en España-, dirigido por Norman Jewinson, una película donde encarnaba a un misterioso y enigmático financiero millonario con una supuesta y perversa afición de robar bancos empleando para ello a terceras personas. En un principio, dos fueron los automóviles elegidos para que McQueen condujera en la película, un Rolls Royce Silver Shadow Coupé y un Jeep para unas escenas por la playa... hasta que McQueen conoció de la existencia de los coches de Bruce Meyers.
Finalmente, el también protagonista de 'Bullit' no sólo logró cambiar el Jeep por un Meyers Manx Dune Buggy, también decidió personalizarlo a su gusto, por lo que lo envió al especialista Pete Condos, de Condos-Ferr. La carrocería de fibra de vidrio perdió los faros delanteros originales sobre las aletas en detrimento de unos carenados en la parte central. El parabrisas fue sustituido por uno más bajo e integral, inspirado en el de las lanchas motoras. Recibió un juego de neumáticos especiales Firestone con llantas de aleación y, como guinda del pastel, el motor Volkswagen original se sustituyó por una mecánica Chevrolet Corvair, de seis cilindros bóxer, 2.7 litros y 230 CV de potencia. Este Meyers Manx disponía de dos frenos de manos, uno para cada eje, con lo que Steve McQueen al volante podía bloquear cada tren según le apeteciese hacer una u otra pirueta con él.
En unas escenas rodadas en una playa de Massachusetts, Steve McQueen y Faye Dunaway disfrutan corriendo y saltando por las dunas con el Meyers Manx más especial y cool que se conoce. El coche fue subastado en marzo de 2020 por la firma Bonhams en su evento de Amelia Island bajando el martillo en unos nada despreciables 456.000 dólares.
La firma Spark, especializada en modelos de competición y deportivos realizados en resina, nos da una grata sorpresa veraniega con el lanzamiento del Meyers Manx que conducía Steve McQueen en 'The Thomas Crown Affaire'. Como viene siendo habitual en este fabricante de miniaturas, sorprende su excelente relación calidad-precio, sobre todo en una miniatura como esta, donde hay detalles excelentemente reproducidos y de excelsa finura, y con un precio bastante inferior a miniaturas de semejante calidad. El motor, las llantas y los neumáticos, el parabrisas, el interior o la rejilla portaequipajes están magistralmente realizadas. Ya Spark tenía en su catálogo un Meyers Manx, además de anunciar otros, pero sin duda, el más especial de todos es éste.
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