Desde que en 1933 Walter Owen Bentley vendiese su empresa a la Rolls Royce sus coches vivieron un cada vez más acentuado proceso de mimetización con los de la marca del Espíritu del Éxtasis. Así pues a finales de la década de los 70 un Bentley poco o nada tenía que ver con aquellas excelsas y enormes máquinas, las locomotoras más rápidas del mundo, según Ettore Bugatti, que marcaron la pauta en las 24 Horas de Le Mans de la década de los 30.
En el Salón de Ginebra de marzo de 1985, Bentley presentó su nuevo modelo, denominado Turbo R. Era una evolución del Mulsanne Turbo, a su vez evolucionado del Eight, que era el hermano gemelo del Rolls Royce Silver Spirit aparecido en 1982. Pese a presentar una tendencia totalmente continuista, fiel a ese principio de evolución y no revolución tan característico de la marca, técnicamente presentaba una importante renovación, sobre todo en el capítulo de suspensiones y tren de rodaje, con un equipamiento mucho más acorde a un coche con una características tan especiales.
Y es que el Turbo R de Bentley era único en su especie, pues no existía una berlina de semejantes características, incluso un Mercedes 560 SEL, un BMW 750 iL o un Daimler Double Six resultaban demasiados plebeyos. El motor era el habitual V8 de manufactura Rolls Royce, con 6.750 cc de cubicaje y con 350 cv de potencia gracias a su sobrealimentación, logrando una aceleración de 0 a 100 de 6,7 segundos y 230 Km/H de velocidad máxima autolimitada, aunque se dice que ejemplares sin limitador no tenían problema en alcanzar los 270 Km/H. Las primeras unidades montaban una caja de cambios automática de tres velocidades, mientras que a partir de 1992 se sustituyó por una de cuatro con un funcionamiento más correcto y que permitía un mejor aprovechamiento.
El Turbo R se mantuvo en el mercado hasta 1996, fecha en que lo sustituyó el Turbo RT de 400 cv. Para muchos puristas de la marca Bentley, el Turbo R vino a recuperar parte de ese ADN deportivo que los años de mimetización con Rolls Royce vinieron a perder los Bentley.
Hoy presento una miniatura tremendamente interesante y llamativa, un imponente Bentley Turbo R de la década de los 80 realizado por el fabricante holandés Neo Scale Models. El modelo cuenta con ma nufactura habitual a la que este fabricante nos tiene acostumbrados, con gran profusión de pequeñas detallas que hacen a la miniatura sumamente atractiva. La línea del molde me parece igualmente fidedigna, precisa y muy acertada. Según se ha comentado en foros especializados, la miniatura representa a uno de los modelos que probó la prensa, cosa que acredita las letras TU en su matrícula. En definitiva, una miniatura atractiva, bonita e imponente que cualquier coleccionista gustará de disfrutar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario