Hay pocos automóviles que se merezcan tanto ser denominados clásicos como el Porsche 911. Después de casi 49 años en el mercado existen pocos coches que hayan mantenido su identidad tan a rajatabla como el modelo de Stuttgart, que aún hoy sigue manteniendo casi inalterado el diseño redondeado de su carrocería fastback en configuración coupé 2+2 y su motor de seis cilindros bóxer, aunque con el paso del tiempo despareciese su tradicional refrigeración por aire en beneficio de una líquida, más eficiente y acorde con los tiempos. En definitiva, el 911 sigue manteniendo el mismo espíritu con el que nació y conociendo la filosofía de su marca, seguramente se mantendrá en lo sucesivo.
Presentado en el Salón de Frankfurt de 1963, el 911 era llamado a ser el sucesor del 356, un coche especialmente exitoso y con un indiscutible lugar en el Olimpo de los Clásicos, pero que llevaba en el mercado desde principios de la década de los 50 y ya acusaba signos de obsolencia. Cabe destacar la anécdota de que el primer modelo se presentó como 901, pero el nombre hubo que serle cambiado debido a una supuesta demanda de Peugeot, que al parecer tenía los derechos a la hora de denominar a los coches con número de tres cifras con un cero en medio. No obstante resulta curioso cómo años antes marcas como BMW y Bristol usaron este tipo de número y nada se ha dicho al respecto.
En sus planteamientos, el 911 era una evolución lógica del 356, su diseño era una especie de puesta al día y mecánicamente mantenía el esquema "todo atrás", motor descolgado por detrás del eje trasero y propulsión a las ruedas traseras. El motor era de nueva factura, un seis cilindros en disposición bóxer u opuestos que cubicaba dos litros de cilindrada y rendía 130 cv de potencia, primero alimentado por tres carburadors Sólex, que fueron sustituidos por los Weber. En principio sólo se ofreció en configuración coupé, hasta que en 1965 llegó el Targa semidescapotable. A partir de 1967 empezaron a llegar las versiones S, R, RS, etc...
Sólo queda destacar que para ser un coche con "sólo" 130 cv de potencia, su rendimiento y su manejabilidad lo convirtieron en un duro enemigo para autos mucho más poderosos, siendo un arma temible en los rallyes en manos de gente como Bjorn Waldegaard.
Aprovechando la triste noticia de la muerte de su creador, Ferdinand Alexander Porsche, he querido sacar del fondo de mis vitrinas este modelo que no contaba con su entrada correspondiente en mi blog. Se trata de una miniatura de Minichamps que tiene ya unos añitos y conseguí a muy buen precio. No he encontrado su referencia en el catálogo del fabricante de miniaturas, pero luego averigüé que se trataba de un modelo promocional de la Boutique Porsche. Es una miniatura muy fina y muy bien acabada, con un detallado impecable, ya sabemos lo bien que se le da a Minichamps las miniaturas de coches alemanes. En definitiva, se trata de un modelo que no debería falta en ninguna colección de clásicos.
1 comentario:
Pues entonces tiene de por sí un gran valor añadido... te felicito por poseer esa joya!
Uno de los pocos Porsche que me gustan, con mucho sabor a clásico.
Saludos!
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