La historia del automovilismo nos ha dejado bien patente que a los fabricantes generalistas no se les ha dado bien por norma general los autos del segmento premium o ejecutivos. No es que no supieran cómo hacerlos o que salieran malos, como dice el argot, sino que a la hora de gastar un dinero considerable en un coche el consumidor se siente más a gusto con una marca que simbolice más el lujo y la distinción, que en un coche de lujo y distinción que se vende bajo la marca de un fabricante de utilitarios. El Opel Senator es un ejemplo perfecto, un automóvil construido con lo mejor de la calidad y la técnica de la tradición mecánica alemana pero que sobre su capó lucía el escudo del rayo de Opel, uno de los fabricantes de utilitarios más populares de Europa.
La segunda generación del Opel Senator vio la luz en la primavera de 1987. El nuevo buque insignia de Opel se basaba en una versión de batalla larga del nuevo modelo Omega, que sustituyó al Rekord y al Commodore. Estilísticamente presentaba un diseño radicalmente diferente a su antecesor, que era muy cuadrado y anguloso. Las formas del Senator B eran más redondas, gráciles y esbeltas, recordando a las de su pariente del otro lado del Atlántico, el Chevrolet Caprice.
En un principio, se ofrecían dos mecánicas de seis cilindros y 12 válvulas heredadas de la generación anterior, de 2,5 y tres litros de cilindrada con 140 y 177 cv de potencia cada una. Dos años después se introdujo un nuevo motor de seis cilindros con cuatro válvulas por cilindro, disponible en dos variantes, un 2,6 y un tres litros, que erogaban 150 y 205 cv de potencia respectivamente. Todos estaban disponibles con caja de cambios manual de cinco velocidades o automática de cuatro. El Senator ofrecía un equipamiento especialmente rico y sofisticado, que podía incluir climatizador, cuadro de instrumentos LCD, tapicería de cuero , llantas de aleación Ronan de radios tipo BBS, asientos eléctricos y calefactables, ordenador de abordo o control de velocidad de crucero, elementos que hoy no nos sorprenden pero que hace 25 años sólo los coches más lujosos los incluían. Por tanto, puede decirse que el Senator miraba de tú a tú sin pestañear a los Audi-BMW-Mercedes. El Senator más exclusivo de todos era el que modificó el preparador alemán Irmscher, especialista en modificar modelos Opel para carretera y competición, que montaba una versión del motor seis cilindros de cuatro litros y rendía 240 cv.
Cabe destacar que igual que el Senator A tuvo en el Monza su variante coupé, más exclusiva, el Senator B sólo se ofreció como berlina. Del mismo modo, el Senator B se ofrecía en el mercado británico bajo la marca Vauxhall, Daewoo en Corea del Sur y Chevrolet en Sudáfrica. Igualmente en Australia el Holden Commodore contemporáneo compartía muchos elementos técnicos y estilísticos con el Opel Senator. Cuando en 1994 se introdujo la nueva generación del Opel Omega, los directivos de Opel decidieron suprimir el Senator, pues pensaban que con el Omega tenían una presencia suficiente en el segmento de los coches premium. De este modo, se puede decir que el Senator B fue el último de los grandes Opel.
Sin ningún temor a equivocarme, me atrevo a vaticinar un gran éxito para esta miniatura de Neo Scale Models, pues además de ser un coche tremendamente popular que muchos tenemos en nuestro imaginario, está muy bien realizada. Es verdaderamente el componente sentimental el que más me ha influenciado a la hora de adquirirlo, pues recuerdo perfectamente este coche, incluso haberme subido en alguno. La miniatura cuenta con un molde con formas muy acertadas y un acabado muy trabajado, digno de lo que nos tiene acostumbrados Neo. En definitiva, una fantástica miniatura de un coche muy popular, por lo menos para mi.
3 comentarios:
Hola Keko,
Buf, me acabas de poner los dientes larguísimos con la entrada en tu blog de este pedazo de miniatura. Además personalmente me gusta el color que has elegido, me parece más idóneo que el de color azul marino. Me lo apunto como posible adquisición.
El artículo me ha parecido muy interesante, con muy buena información.
Saludos.
Hola Javier, gracias por tu comentario y visita, intuía que este coche te iba a gustar seguro, me parece una miniatura sensacional y este color me gusta más que el azul, aunque hubiese preferido negro, pero bueno. Seguramente si te haces con él no te decepcionará.
Yo también recuerdo este coche, no hace tanto he visto alguno por ahí y todavía destaca en el mar de coches impersonales que solemos ver todos los días. Es una miniatura que, por lo que veo, le hace justicia.
Enhorabuena por la pieza y un saludo!
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