Pese a su diseño tremendamente conservador con el aspecto de un coche 10 años más viejo, cuando el Grupo Rootes presentó el nuevo Sunbeam Talbot 90 nadie podía imaginar que se trataba de un coche extremadamente ágil, con buenas prestaciones y que adoptaba una serie de innovaciones mecánicas realmente sorprendentes.
Era un coche con una linea muy elegante, con pasos de rueda muy marcados, un frontal presidido por una parrilla vertical acompañada de dos horizontales más pequeñas, las puertas delanteras y traseras cerraban al unísono, por lo que había ausencia del pilarB. La zaga era muy compacta.
Además de la carrocería sedán se ofrecía un coupé y un elegante cabriolet.
En un principio todos montaban un motor de cuatro cilindros, 1,9 litros y 64 cv de potencia, lo que le permitía una velocidad máxima de 128 Km/H. Tal fue su éxito y lo que los usuarios elevaron el listón, que cuando se presentó dos años después, en 1950, la segunda generación, el MKII, los ingenieros tuvieron que esmerarse, empleando un nuevo chasis con una suspensión mucho más elaborada y un motor de 2,2 litros más potente.
Estéticamente abandonaba las tapas de las ruedas traseras y nuevas tomas de aire para refrigerar los tambores.
Ensamblado en la planta del Grupo Rootes en Ryton, Coventry, el Sunbeam Talbot 90 se mantuvo en el mercado hasta 1954, y en 1957 se presentó el MKIII, que perdió la denominación Talbot en favor de Sunbeam MKIII, que estuvo a la venta en 1957. Cabe reseñar que sus buenas prestaciones fueron testadas en el mundo de la competición, logrando el piloto británico Sir Stirling Moss el segundo puesto en el Rally de Montecarlo de 1952. En 1955 un MKIII logró la victoria por marcas.
El fabricante británico Oxford Diecast se ha revelado como uno de los mejores representantes del automovilismo británico clásico en la escala 1/43, con una serie preciosa de miniaturas, muchas inéditas en el mercado, con un acabado razonablemente bueno y un precio muy competente. Una de sus últimas creaciones es este simpático Sunbeam Talbot 90 MKII es un precioso, elegante y típico color negro. El nivel de detalle es bastante bueno, aunque sin florituras ni excesos, una miniatura sobria y elegante. La marca ofrece también en blanco la miniatura del MKI. El único fallo que le he encontrado es el tamaño de las ruedas, un poco más grande de lo normal, no obstante, no creo que sea un impedimento a la hora de hacerse con él.
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