Si bien el diseño de los automóviles norteamericanos tuvo una notable influencia en los modelos europeos de la década de los 50, esta característica se acentuó todavía más en marcas como Vauxhall, Ford u Opel, todas dependientes de las casas matrices al otro lado del Atlántico.
En marzo de 1953 ve la luz la que sería la última generación del Olympia de Opel, a su vez la primera de otro modelo emblemático, el Rekord. El nuevo automóvil de la marca del rayo se asemejaba mucho a los Chevrolet y Mercury de la época, aunque su tamaño era mucho más contenido. La nueva carrocería era de estilo pontón y rompía claramente con el estilo de la generación anterior, un diseño que databa de 1935.
El Olympia Rekord se ofrecía en tres versiones, sedán, cabriolet y Caravan-familiar.
El único motor disponible era un cuatro cilindros de 1,5 litros que hasta 1956 ofrecía 40 cv de potencia y luego aumentó a 45. En 1957 finaliza la producción del Olympia Rekord con la llegada del Rekord P1. El nombre Rekord permanecería ligado a Opel hasta 1986 y la llegada del Omega.
Después de que hace unos meses Neo presentara una bonita reproducción del Olympia Rekord sedán, la marca holandesa de miniaturas presenta este, para mi gusto, mucho más interesante cabriolet, en una combinación de colores muy llamativa y con un acabado de lo más fino que se ve en esta marca, pues llama la atención una miniatura de un tamaño tan pequeño y tan bien detallada. Quizás el hecho de que el interior está a la vista ha sido también uno de los factores que hizo que me decidiera por esta miniatura en lugar del sedán.
1 comentario:
Ah, si, lo tengo aunque de IXO para la colección Opel de Eaglemoss. Aunque mi modelo me parece muy digno sin duda el NEO está varios peldaños por encima. Tan solo se me hacen raros los arcos del techo, los veo como demasiado gruesos o bien los del mío eran demasiado finos.
Gran miniatura, Keko, un slaudo!
Publicar un comentario