viernes, julio 16, 2010

Cadillac Fleetwood Brougham 1980 de American Excellence






En 1980 la gama alta de Cadillac, compuesta por el Sedán De Ville, el Coupé De Ville y el Fleetwood Brougham, recibe una nueva carrocería más compacta donde destacaban ante todo las líneas especialmente cuadradas y el parabrisas trasero casi vertical. Los rasgos distintivos del Fleetwood eran el techo de vinilo y los tapacubos simulando llantas de radios.
    
También vinieron cambios mecánicos y el gran motor de 7.0 litros (425 ci) fue sustituido por un 6 litros (382 ci) que contaba con un sistema de modulación Eaton gestionado por ordenador que lograba mayor eficiencia en el consumo cuando se circulaba más lento. Pero fue precisamente la complejidad de este motor y los numerosos problemas que se derivaron de su electrónica, pues los controles y sensores del motor eran demasiado sofisticados para los ordenadores de la época.

En 1985, los Sedán De Ville y Coupé De Ville pasan a montarse en una nueva plataforma de tracción delantera, quedándose el Fleetwood Brougham como el último Cadillac de propulsión trasera de aquella época. El Fleetwood Brougham siguió manteniéndose en el mercado sobre todo porque era un coche muy demandado para convertirlo en Limousine. El último ejemplar salió de la planta de Arlington, Texas, en agosto de 1992.

La imagen popular de ser el coche de los malos de las películas de los 80 siempre acompañará a este coche, valgan como ejemplos series de acción norteamericanas como "Corrupción en Miami", "El Coche Fantástico", "Dallas" o "El Equipo A", entre otras.

De la mano del fabricante holandés Neo Scale Models y bajo la marca American Excellence nos llega este precioso Brougham del 80 en una elegante combinación bicolor de verdes. También está disponible, en edición limitada de 300 unidades para la tienda Modelcarworld, en burdeos con el techo beige. El modelo está muy bien ejecutado y reproduce muy bien las lineas de uno de los últimos grandes Cadillacs. Destaca sobre todo la finura de su parrilla frontal, hecha en metal fotograbado o las llantas de radios (curioso que en el coche real fuesen tapacubos de imitación). El acabado es el habitual al que nos está acostumbrando Neo, que da al coche mucho realismo. El interior es de color verde oscuro y también se reproducen todos los detalles, destacando el volante clásico de los Cadillacs de los 80, con dos radios estilo "Boomerang", y las molduras de imitación madera. Sin duda, un coche que dará mucho realce a cualquier vitrina dada su espectacularidad.

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