En 1973 Porsche decidió resucitar el nombre Carrera para una versión del 911 y como la última vez que se usó fue en una versión del 356, era lógico que el modelo resultante fuese un Porsche de gran nivel. El resultado fue un 911 de calle pero derivable fácilmente hacia un modelo de competición, de hecho, uno de los objetivos fue fabricar más de 500 para homologarlo en la categoría de Gran Turismo.
En el apartado mecánico se recurrió al clásico 'flat six' de la marca con 2.7 litros de cilindrada y dotado de inyección mecánica para erogar 210 CV. Si a esto se le añade un peso de 960 kilos, se obtiene un vehículo capaz de alcanzar sin problema los 240 Km/h. De este modo nació el 911 2.7 Carrera Renn Sport -RS-, uno de los grandes mitos de la marca de Stuttgart.
Cabe reseñar que en función del uso que iba a hacer de él su propietario, se podían elegir tres niveles de equipamiento. El primero de ellos era una versión muy simplificada cuyo objetivo era satisfacer los requisitos mínimos para su homologación y se denominada RS H, por Homologation. Sólo se vendieron 17 unidades. La siguiente opción se denominaba M471 -su referencia en el catálogo- o RS Sport. Se trataba igualmente de un modelo con la consiguiente homologación para las carreras, pero tenía unas mínimas concesiones al confort con vistas a su uso por carreteras convencionales, como tratamiento anticorrosivo en sus llantas, moquetas, mínimo aislamiento acústico, paneles en las puertas, moquetas, ventanillas descendentes y asientos envolventes Reccaro. Finalmente se encontraba la opción más solicitada, el RS Touring -turismo- u opción M472, adaptado a su uso por la calle y que contaba con el mismo equipamiento en su interior que el Carrera 2.4. Todos los Carrera RS 2.7 eran fácilmente distinguibles exteriormente por lucir en la parte baja de sus flancos el logo 'Carrera' pintado del mismo color que las llantas y el clásico alerón de 'Cola de Pato'.
La marca japonesa Ebbro presenta una miniatura fantástica del Carrera RS, en la que destaca sus acertadas proporciones y su alto nivel de terminación exterior. Pero es en interior donde está el punto negativo de esta miniatura, ya que simplemente está modelado. Está claro que el interior del Carrera RS no era el colmo en detalles, pero por lo menos Ebbro debería haber reparado en una calcas para el cuadro de instrumentos y para el salpicadero.
2 comentarios:
Yo también colecciono coches a escala 1/43 pero no tan rigurosamente como tú, igual tenco el citroen tiburón que el bmw x5 bueno la limusina lincoln yo también la tengo (me costó tres euros) y un mini como el tuyo también eso sí, no hay duda que tu parque móvil es más extenso que el mío solo una cosa más ¿las miniaturas de minichamps no son las de peor calidad en cuanto a acababos?
Comentame y me dices
Hola Josa y gracias por dejar tu comentario. A mí personalmente la marca Minichamps me parece la mejor en diecast a escala 1/43. Si bien otras como Auto Art, Kyosho o Ebbro presentan un nivel aún más fino, Minichamps juega s su favor con una gama de productos extensísima y fácil de encontrar, amén de un nivel de terminación altísimo. Eso sí, meten sus pifias de vez en cuando, no vayas a creer que sólo Ixo-Altaya mete la pata.
Un saludo y puedes preguntarme lo que quieras.
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