El Jaguar MK VIII hizo su debut en el London Motor Show de 1956. Como sucesor del exitoso MK VII, compartía con éste multitud de elementos, como el chasis y el motor de seis cilindros XK, aunque en el caso del MK VIII, su unidad motriz tenía las mismas especificaciones que el nuevo deportivo XK 140. Estéticamente era muy similar a su antecesor, aunque era muy fácil distinguirlos con sólo fijarse en el nuevo parabrisas de una sola pieza y en los faros antinieblas colocados sobre el parachoques delantero.
Otro elementos estilístico muy característico del MK VIII era un junquillo cromado que recorría ambos flancos del coche describiendo una curva muy sensual y que venía a delimitar los dos tonos de pintura de los coches, otra novedad que se estandarizó. En el interior era dónde verdaderamente se distinguía el MK VIII, siendo más lujoso y opulento que en el MK VII.
En el capítulo mecánico se volvía a recurrir al motor XK de seis cilindros en línea, aunque en esta ocasión se empleaba la nueva mecánica estrenada en el deportivo XK 140, sucesor del XK 120, cuyo motor equipó el MK VII. El motor empleado tanto en el XK 140 como en el MK VIII se bautizó como 'B-Type' al recibir las mismas válvulas más grandes del auto de competición B-Type, lo que le proporcionó una potencia de 190 cv frente a los 160 cv de la especificación anterior. Dicho motor tenía la culata pintada de azul claro.
El MK VIII, con su motor de 190 cv, carburadores dobles SU y caja de cambios manual de cuatro relaciones sorprendió por su manejabilidad y buenas prestaciones teniendo en cuenta que se trataba de un auto de aspecto y empaque muy burgués, logrando superar los 170 Km/H. Para los automovilistas más relajados y el mercado norteamericano, Jaguar ofrecía una caja de cambios automática Borg-Warner de tres relaciones.
Tras dos años de producción se fabricaron un total de 6.227 unidades del MK VIII, que sería sustituido por el MK IX. En enero de 1958, un MK VIII consiguió clasificarse como el primero de su clase para vehículos automáticos en la Australia Mobilgas Economy Run, un duro rally de más de 12.000 Km con salida en Melbourne y que circundaba todo el subcontinente australiano.
Neo Scale Models ha echado el resto con una formidable miniatura del MK VIII de Jaguar en la que no falta un sólo detalle. La combinación de colores que se ha optado es una de las más comunes en este coche, negro y azul claro. En su exterior destaca la gran profusión de tampografías, fotograbados y piezas independientes. Son reseñables los detalles de los derivabrisas de las ventanillas abiertos, el techo corredizo o la placa con la leyenda "NL" que lo acredita junto con su volante a la izquierda como un coche holandés, país de procedencia de la marca Neo Scale Models. Ya en el interior destaca el realismo de los adornos que imitan la madera propia del salpicadero de estos Jaguar. Una miniatura fantástica y altamente recomendable y que viene a demostrar que un modelo bien detallado en resina no tiene por qué exceder de 50 euros.
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