El Silhouette fue oficialmente el primer Lamborghini de techo abierto. Llegó al mercado en 1976 y su carrocería angulosa, obra de Bertone, provocó que los periodistas especializados de la época lo llamaran el "Baby Countach". Pero lo cierto es que no tenía nada que ver con el Countach, pero sí con el Urraco, modelo que nació con la vocación de ofrecer un coche más asequible y manejable a los habituales clientes de Lamborghini, amén de hacerle la pascua a otros coches de la competencia como el Maserati Merak o el Dino 308 GT4 de Ferrari.
El Silhouette era un Urraco P300 rediseñado, con dos asientos en vez de cuatro. Las carrocerías de tipo de targa se habían empezado a poner de moda gracias al Ferrari 308 GTS o el Porsche 911, por lo que la empresa estimó oportuno presentar un coche de esta clase. En el apartado mecánico, el Silhouette montaba el V8 de 3.0 litros y 265 cv del Urraco P300. Gozó de muy poco éxito en parte a la poca fiabilidad de su mecánica y la baja calidad de construcción de sus materiales. Para ahorrar costes, el coche no fue adaptado a la normativa estadounidense de seguridad y de contaminación, por lo que se cerró en banda al que es el mercado por excelencia de los coches deportivos de lujo. En 1977, un año después de su fabricación y con 52 unidades vendidas, el Silhouette se dejó de fabricar.
El Jalpa fue una mejora del Silhouette que se mantuvo 10 años en el mercado y se vendió mejor que su antecedecesor. Montó un motor V8 de 3,5 litros y 255 cv, que tenía mejor par motor que el del Silhouette consiguiendo una nada despreciable velocidad de 235 Km/H. Los cambios en la carrocería eran leves pero se notaba la diferencia. El interior se rediseñó y se le colocaron llantas Campagnolo.
Con la compra de la empresa por parte de los hermanos Mimran, el Jalpa desapareció, llegando a Lamborghini la época de un sólo modelo. Los aficionados al cine, y más concretamente a las películas del boxeador Rocky Balboa, protagonizadas por Silvester Stallone, recordarán que éste conducía un Jalpa negro en 'Rocky IV'.
Siempre es de agradecer que los fabricantes de miniaturas no siempre vayan a los modelos más conocidos y nos sorprendan con reproducciones de vehículos de las que suele haber carencia. Éste es el caso por ejemplo de los Lamborghini Silhouette y Jalpa, dos modelos que prácticamente son dos completos desconocidos para la inmensa mayoría del gran público "amante del automóvil" que cree que el actual Gallardo es el primer Lamborghini "pequeño" que se construye. También es de agradecer que un fabricante como Minichamps, con unos excelentes acabados y un precio que sin ser bajo, es asequible, nos ofrezca unas buenas reproducciones.
Poco a poco los productos de Minichamos están viendo como su calidad sigue aumentando. Este es el caso de los Silhouette y Jalpa, miniaturas de última hornada del fabricante alemán donde se percibe este aumento. Destacan mucho los acabados exteriores, especialmente las llantas con forma de dial telefónico o el acertado y propio color blanco tan típico de los Lamborghini. El interior está muy bien rematado, con unos asientos bicolor muy bien conseguidos. Como no la tampografía y los logos son todos correctos.
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