lunes, abril 26, 2010

Jaguar MK X de Neo Scale Models






Siguiendo cronológicamente las denominaciones de los grandes Jaguar, el sucesor natural del MK IX vio la luz en 1961 y como era de esperar su nombre fue MK X. Posiblemente estemos ante uno de los Jaguar menos conocidos popularmente y no por ello es un modelo que deja de ser fascinante. Si echamos un vistazo general a su impresionante estética, observamos perfectamente como ya en 1961 se sabía claramente cuál sería la estética de las berlinas Jaguar casi hasta hace bien poco. 

Pero claro, el MK X nació el mismo año que el E-Type, el Jaguar más famoso de todos los tiempos y ese factor lo relegó a un papel de comparsa. Con una longitud de 5,2 metros y una colosal anchura de 1,93 metros, el MK X pasó a ser considerado una limousina. Hay que resaltar que desde su aparición ostentó el récord de ser el coche más ancho fabricado en el Reino Unido, un logro que le arrebató casi 30 años después el XJ220, también de su misma casa. 

Estéticamente rompía totalmente con sus antecesores, las líneas redondeadas y barrocas de los MK VII-VIII-IX dieron paso a un coche muy bajo, muy ancho y muy estilizado. Si a estas características le añadimos un nuevo frontal de grupos ópticos gemelos con una parrilla casi horizontal tenemos el cóctel que siempre ha caracterizado el estilo Jaguar. 

Las primeras unidades montaban el mismo motor que el E-Type, un seis cilindros en línea de 3,8 litros y 265 cv y a partir de 1964 fue sustituído por un 4,2 litros de igual potencia que en la gran berlina hizo gala de un par motor envidiable. Un motor muy potente, una caja cambios muy efectiva (ya fuese manual o automática), la suspensión delantera de la berlina deportiva MK II y la trasera del E-Type hicieron del MK X un coche muy rápido y manejable para el tamaño y el empaque que tenía. 

Otros refinamientos del coche eran sus frenos, de disco tipo Kelsey Hayes en las cuatro ruedas, y la dirección asistida de serie. En el interior, como buen clásico británico, era un maremágnum de materiales nobles. Todo el salpicadero era de madera, material que estaba presente también en los guarnecidos de las puertas y en unas mesillas reclinables que había tras los asientos delanteros. Los asientos eran de cuero. 

En 1966 el MK X sufrió un restyling y fue redenominado Jaguar 420G. Sólo se distinguía del MK X por la parrilla dividida en dos y por un junquillo cromado que adornaba a media altura cada flanco del coche. En 1968 se lanza al mercado la nueva berlina XJ, la cual tuvo como misión sustituir en una sóla gama tanto a las grandes (MK X/420G) como a las pequeñas berlinas (S-Type/420). El 420G se mantuvo en el mercado hasta 1970. En 1968, el chasis alargado del MK X/420G fue usado para la fabricación de la limousina Daimler DS 420. 

Con el MK X, la marca Neo Scale Models da un paso más de cara a completar su gama de grandes berlinas Jaguar. El modelo sigue la tónica habitual de la marca en lo que a modelos del Reino Unido se refiere, una temática que el fabricante domina bastante bien y que hemos podido constatar en este blog. Lo primero que a muchos coleccionistas nos vino a la cabeza al ver el nuevo MK X de Neo era su inevitable comparación con el de Norev, reeditado hace unos seis años del molde clásico de Eligor. El de Neo no sólo gana en detallado, sino también las proporciones del molde, pues el antiguo Norev peca de una estrechez de 0,5 centímetros, pues si el coche original medía 193 centímetros de ancho, en escala 1/43 debería medir 4,5 centímetros (4,48 para ser más extactos), cotas que sí respeta Neo. El modelo tiene el volante a la izquierda y matrícula holandesa, algo a lo que Neo nos tiene acostumbrados de vez en cuando. La combinación de colores exterior-interior elegida hace que resalte especialmente un interior excelentemente trabajado, donde se aprecian los numerosos detalles en madera, incluso hasta una de las mesillas reclinables está en posición abierta. El color dorado del exterior no ha hecho mucha gracia en los círculos de coleccionistas británicos, más amigos de un color oscuro, pero lo que no cabe ninguna duda es que Neo ha estado a su altura con esta espectacular miniatura. Quizás el único fallo que le podamos criticar es el uso de faros velados, pero puede pasarse por alto.

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