domingo, enero 31, 2010

TVR Tasmin T350 de Spark







Desde 1957 hasta 1979 los modelos de la firma británica de deportivos artesanales TVR habían mantenido la misma línea de diseño, que ya la hemos visto en modelos como el Grantura o el Griffith 200 , muy redondeados y rechonchos. En 1980, en el seno del Salón del Automóvil de Bélgica, TVR presentó el Tasmin, un modelo cuyo diseño rompía radicalmente con sus antecesores.

Dicen que el nombre Tasmin se lo puso el propio presidente de la compañía, Martin Lilley, en honor a un amiga especial, aunque la denominación también sonaba muy similar a la de un Maserati, el Khamsin. TVR volvió a confiar en la fórmula con la que desde los años 50 había construido sus vehículos, o sea, un chasis tubular aparejado a una carrocería de materiales plásticos. El Tasmin se ofrecía en dos variantes de carrocería, coupé ( dos plazas y 2+2) y descapotable.

En el apartado mecánico, los primeros Tasmin iban equipados con un motor V6 de 2.8 litros del Ford Capri, de ahí su denominación Tasmin T280. Esta mecánica proporcionaba 160 cv de potencia, suficiente para lograr unas prestaciones bastante respetables para su peso. También se puso a la venta una versión más económica con motor de dos litros, ideal sobre todo para los mercados con alta presión fiscal.

En 1983 TVR introduce una variante de altas prestaciones, el Tasmin T350, equipado con un motor V8 de 3.5 litros Rover de origen Buick. Con 190 cv, el coche incrementaba sus prestaciones en 20 Km/H con respecto al V6. Rover también suministraba la caja de cambios de cinco velocidades. Dentro del mercado de los deportivos de alta gama el TVR tuvo gran acogida por tener un precio muy competitivo con respecto a otros competidores, aunque parece ser que su calidad de construcción era harina de otro costal. Conforme pasaron los años se fueron añadiendo a la gama modelos mas potentes, desarrollados a base de estirar la cilindrada del motor hasta los 4.0, los 4.2 y los 4.5 litros. La producción cesó en 1990.

Spark parece ser la única marca del mercado interesada porque la firma TVR tenga todos sus modelos representados en miniatura, incluyendo los más clásicos. Tras dos versiones del Grantura y un Griffith 200, llega el turno de un TVR de los 80, el popular Tasmin T350, en su configuración V8, que se le reconoce además de por sus logos, por las branquias de refrigeración sobre el capó motor. El modelo está súmamente bien realizado, con la finura habitual a la que nos tiene acostumbrado Spark. Podemos destacar especialmente la excelente realización de las llantas de aleación además del interior, cuero de dos colores y salpicadero de imitación madera. El único punto criticable, que me lo apuntaron unos amigos del Reino Unido, es la placa delantera de la matrícula, no porque corresponda a una numeración del Ulster, sino porque la placa delantera debería de ir con el fondo blanco. No obstante, seguramente si el comprador no es un coleccionista anglosajón este detalle no será un obstáculo a la hora de comprar el coche. Sólo nos cabe esperar que Spark siga ofreciéndonos bonitos TVR clásicos como éste.

sábado, enero 30, 2010

Hispano Suiza J12 T68 Fernández & Darrin Coupé de Ville de Ixo







La década de los años 30 puede considerarse en la historia de la automoción como la primera era de los supercoches. Fue en estos años cuando se construyeron algunos de los automóviles más radicales, tanto en el aspecto estilístico como el mecánico, pues no sólo los fabricantes se afanaban en construir el motor de mayor tamaño, con más cilindros y máxima potencia, sino que los carroceros también dieron lo máximo de sí para realizar algunas de las carrocerías más bellas y extravagantes jamás fabricadas. 

En el Salón de París de 1931 Hispano Suiza presenta el que puede considerarse su modelo más ambicioso, el J12 o Tipo 68. Lo más llamativo de todo era su motor, un colosal 12 cilindros en V de 9,4 litros contruido en aleación ligera que no tenía problemas en llegar hasta los 170 Km/H gracias a sus 220 cv de potencia. En realidad, el nuevo motor era un bloque derivado de la aviación refinado y adaptado por el genial ingeniero Marc Birkigt

Fue muy alabado por sus clientes su confort y maniobrabilidad, además de su extraordinaria potencia. La marca ofrecía tres tamaños de chasis diferentes. El precio del coche rondaba los 200.000 francos por lo que se deduce que sólo los más privilegiados podían adquirir uno. La labor realizada por los más prestigiosos carroceros franceses del momento, como Kellner, Van Vooren, Franay, Saoutchik, Chapron, Letorner & Marchand o Binder, contribuyó a engrandecer aún más la leyenda de un coche que fue la auténtica bestia negra de los dos supercoches del momento, el Bugatti T41 Royale y el Rolls Royce Phantom III, también motorizado por un V12 procedente de la aviavión

La producción del J12 de Hispano Suiza, fabricado en la factoría de Bologne, Francia, puesto que las de España habían sido expropiadas por el nuevo Gobierno republicano, cesó en 1938 con apenas 120 coches vendidos. De estos, apenas una decena incorporaron el motor J12 Bis, de 11,3 litros y 250 cv desarrollado para un proyecto ferroviario. Concretamente, el modelo de Ixo se corresponde con la elegante carrocería Coupé de Ville de Fernández & Darrin y su combinación de color gris y negra indican que puede tratarse del J12 chasis 14036 que el citado carrocero hizo especialmente para el millonario financieron Anthony Gustav Rotshild, adquirido en 1934 junto con un K6 limousine (chasis 15008). En sus últimas apariciones en exposiciones públicas, el J12 Fernández & Darrin Rotschild lucía ruedas de radios, por lo que se puede intuir que su actual propietario le retiró los tapacubos. 

El modelo que hoy les mostramos, fabricado por Ixo en diecast, fue visto por primera vez en el mercado dentro de la colección de vehículos de época editada por Altaya. Poco después, Ixo lo incluyó en su prestigiosa serie museo, donde la miniatura presentaba ciertos detalles mejorados con respecto a su homólogo de venta en kioscos, como los cromados de mejor calidad y nuevos detalles en metal fotograbado, como los limpiaparabrisas, el emblema del radiador, la cigüeña de la trasera o los pedales. La miniatura presenta una muy buena calidad en líneas generales y es la única que se puede encontrar en 1/43 en diecast, pues para encontrar una terminación mejor habría que recurrir a los caros modelos en resina de marcas como MA Collection o Heco Modeles. Con todo, este ejemplar de Ixo no dejará descontento a ningún aficionado a la marca que guste tener en su vitrina uno de los míticos modelos de la firma de la cigüeña.

viernes, enero 29, 2010

Armstrong-Siddeley Sapphire 234 de Lansdowne Models






La Armstrong-Siddeley Motor Limited se creó en 1919 a raiz de la unión de la empresa de Sir W. G. Armstrong Whitworth con la Siddeley Deasy Motor Company del coronel J. D. Siddeley, en la ciudad británica de Coventry, también conocida como la Detroit británica. Desde un principio la compañía fabricaba sus vehículos en pequeñas series y su gama de productos incluía tanto utilitarios como coches de lujo. La marca se hizo famosa en 1928 por la introducción de una caja de cambios semiautomática.

Tras la II Guerra Mundial, aparecieron los modelos LancasterTyphoon y Hurricane, que tomaban los nombres de los aviones que la empresa, bajo la marca Hawker-Siddeley, había fabricado para la contienda.

En 1953 la marca introduce el primer automóvil denominado Sapphire, una berlina con motor de seis cilindros que por tamaño, estilo, prestaciones y precio podía equipararse a un Daimler o un Bentley.

El sello estilístico más distinguible de los Armstrong-Siddeley era su parrilla frontal en forma de V coronada por el emblema de la esfinge. Se dice que fue el coronel Siddeley el que encargó a un artista el emblema, inspirado por la estatua de la esfinge de Cleopatra que hay a las orillas del Támesis, en Londres. Y es que un periodista especializado describió en una ocasión a los coches de la marca como "silenciosos e inescrutables, iguales que una esfinge".

Contagiados por el éxito del Jaguar MK VII, en 1953 Armstrong-Siddeley introduce en el mercado un nuevo Sapphire, con una línea radicalmente diferente a su antecesor, que es el modelo que nos ocupa. La marca pretendía ofrecer a sus clientes una berlina de corte más deportivo. Estaba disponible en dos versiones, el 234, con un nuevo motor de cuatro cilindros y 2,3 litros muy brioso de 120 cv, y el 236, equipado con el seis cilindros Whitley de toda la vida, con un rendimiento más tranquilo y burgués. pese a las buenas intenciones los nuevos sedanes de corte deportivo no convencieron al habitual y conservador cliente de Armstrong-Siddeley, sobre todo por sus líneas. Además, eran bastante más caros que su competidor directo, el MK VII de Jaguar. La producción se interrumpió en 1958 y entonces se presentó el Star Sapphire, que recuperaba el estilo del Sapphire original y un motor de seis cilindros más grande, siendo también el último modelo de la marca, que cerró sus puertas en 1960.

Fabricado por Lansdowne Models, la división dedicada a los coches ingleses de Brooklin Models, este Armstrong-Siddeley puede ser hoy día una de las pocas miniaturas de esta mítica marca británica que pueden encontrarse en el mercado en escala 1/43. Igualmente corresponde a los Lansdowne de la última hornada, donde se trabaja más el detalle que anteriormente, cosa que queda corroborada al estar resueltos con piezas independientes los tiradores de las puertas, el tapón del depósito de combustible o las visagras del maletero. Como es habitual en los modelos de metal blanco, las proporciones del molde están muy conseguidas. El interior es de color azul oscuro y tiene el salpicadero en imitación de madera. Sólo cabe esperar que haya marcas valientes que sigan ofreciendo más modelos de Armstrong-Siddeley.

jueves, enero 28, 2010

Studebaker Commander Regal Starlight de Brooklin Models

1953 fue el año en que Studebaker presentó una carrocería completamente nueva desde 1947. Los nuevos modelos tenían el sello del prestigioso diseñador Raymond Loewy, uno de los gurús americanos del diseño junto con gente como Harley Earl (GM) o Virgil Exner (Chrysler Corp). En un principio los nuevos coches de la firma de Southbend estaban disponibles como sedán de cuatro puertas o coupé de dos. Los primeros no tuvieron mucha aceptación pero los segundos sí, y la proporción de ventas de coupés sobre sedandes fue de cuatro a uno.

El nuevo estilo de los llamados Loewy´s coupés fue muy bien acogido y la prensa especializada de la época no dudó en calificarlos como los coches americanos más bellos del momento. En un periodo donde los coches destacaban por su enorme tamaño y el uso abusivo del cromo y las aletas, Studebaker apostaba por las líneas bajas, el tamaño contenido (ojo, para los Estados Unidos) y la sencillez en el ornamento. Su perfil bajo y afilado y el uso de una doble parrilla horizontal en el frontal le conferían un estilo muy deportivo, cosa que no quedaba contrastada mecánicamente, pues el Commander Regal Starlight nunca contó con un motor especialmente potente pese a disponer de dos opciones, un seis cilindros y un V8. Éste último, de 3,8 litros y 120 cv, apenas lograba una velocidad máxima de 150 Km/H. La siguiente generación de coupés Studebaker, la serie Hawk, heredó las líneas básicas del diseño del Commander a las que se les fue recargando de elementos estilísticos de la época.

Este Commander Regal Starlight es una de las últimas referencias de la marca Brooklin Models y, al igual que hemos comentado con el Buick Roadmaster 75, se aprecia muy bien la evolución de esta marca hacia acabados más detallados y más cercanos al diecast. Realmente, Brooklin ya disponía de este molde y lo que ha hecho ha sido añadirle detalles nuevos en calidad de piezas independientes, como la doble parrilla frontal, el ornamento de las aletas, los emblemas y los limpiaparabrisas. Muy acertada es también la elección del color, en un elegante verde oscuro para la carrocería con verde agua para el techo. El interior es verde claro, creando así un bonito contraste. La ausencia del logo "V8" sobre la carrocería hace pensar que se trate de la versión seis cilindros, aunque nunca entró en la política de Brooklin detallar mucho las miniaturas con adornos. Sea como sea, esperemos que este Studebaker muestre el camino que seguirá Brooklin en lo sucesivo y que sus modelos sean cada vez más atractivos, tanto en la elección del coche en sí como en la terminación de las miniaturas.

miércoles, enero 27, 2010

Buick Roadmaster Serie 75 1958 de Brooklin Models






La serie 75 de Buick se presentó en 1957, tras tres años en que la marca venía experimentando unas ventas extraordinarias. Esta nueva generación de vehículos destacaba por una nueva estética, muy barroca y recargada, donde destaca especialmente el abusivo uso de los elementos cromados y las aletas. No obstante, la nueva generación de modelos Buick no tuvo tanta aceptación como sus antecesores. 

Como venía siendo habitual, la gama Buick se componía de cuatro carrocerías, sedán, coupé, descapotable y familiar. Igualmente el nombre de cada modelos hacía referencia a su nivel de terminación, de este modo se empezaba con el Special, para seguir con los Century, Super, Roadmaster y Riviera. La terminación Roadmaster, un término que Buick venía usando desde el año 1939, sólo estaba disponible en la serie 75 con carrocería sedán, mientras que la Riviera se reservaba para el coupé y para el cabrio. Entre las novedades técnicas destacan los frenos delanteros de tambor en aluminio, los cuales permitían una mejor evacuación del calor y, por consiguiente, más efectividad. 

También se introdujo proviniente de Cadillac la suspensión Air Poise, pero pocos fueron los clientes que optaron por ella. También fue el último año de la caja de cambios Dynaflow que tanta buena fama había dado a la marca. 1958 no fue un buen año para la automoción americana en lo que a las ventas se refiere, pero Buick fue una de las compañías que se resintió especialmente, ocupando el octavo puesto del ránking justo por detrás de Oldsmobile. Los Buick de la serie 75 iban equipados con un motor V8 de 6.000 cc de cilindrada, y en su versión Roadmaster rendía 330 cv. 

El Roadmaster 75 de 1958 ha sido una de las novedades fuertes de Brooklin Models del año 2009, muy esperado por los coleccionistas americanos. En líneas generales la miniatura muestra la buena evolución de esta marca que fabrica en metal blanco donde se ve que poco a poco van prestando más atención a los detalles. Llama la atención el precioso color elegido, que en el catálogo de la época se denominaba "Laurel Mist Metallic". El interior es de color gris oscuro. Los cromados causan un contraste muy agradable a la vista. Los ornamentos de las aletas delanteras vienen aparte y hay que pegarlos. En fin, confiemos en que la marca Brooklin no sólo siga ampliando su catálogo de modelos americanos, sino que que vaya mejorando en detalles.

domingo, enero 24, 2010

Mercedes 220 S 'Pontón' W180 de Minichamps







En 1953 se produce un hecho trascendental en la historia de Mercedes cuando se presenta el primer modelo construido en monocasco, o sea, que la carrocería y el chasis conforman la misma pieza. La nueva carrocería tenía una línea más moderna que las de la anterior generación, siendo su principal seña de identidad que las aletas ya estaban integradas en la misma. El primer año se fabrican los conocidos internamente como W120/121 motorizados por motores de cuatro cilindros de 1,8 y 1,9 litros (180 y 190).

Un año después, en 1954 aparece el modelo W180, construido con el mismo sistema, idénticos rasgos estilísticos aunque con un mayor tamaño debido a que en su vano motor debía albergar una mecánica de seis cilindros. De este modo debutaba también en el mercado el primer modelo de la Clase S de Mercedes.

El 220 S pronto se destacó claramente del resto de sus rivales, dándole a Mercedes la reputación de fabricante de coches bien construidos, mecánicamente sobresalientes y con un servicio de venta de primera calidad. El motor de seis cilindros se acoplaba a una caja de cambios de cuatro velocidades accionada desde la columna de la dirección. También disponía de servofreno y según las necesidades del cliente se optaba por una carburación u otra, según la potencia que se demandase. En 1956 se presentan en el Salón de Frankfurt las carrocerías coupés y descapotable y en 1958 se introduce la versión 220 SE con inyección. La producción de la serie "Pontón" cesa en 1959, siendo sustituída por el "Colas", de estética totalmente diferente.

Hoy les presento la última variante de color del fabuloso modelo 220 S de Minichamps, siendo la primera en combinación bitono (blanco crema con gris marengo). Es el primer detalle que destaca de este coche, pues permite también poder contemplar bien todos los ornamentos cromados de la carrocería, unos piezas independientes y otros pintados o modelados sobre la misma. Es muy acertado también el color del interior en rojo. Sin movernos de dentro, destacamos también el trabajado salpicadero imitando el color de la madera y el clásico gran volante blanco nacarado tan popular en los Mercedes clásicos. En definitiva, quizás el 220 S de Minichamps más atractivo de todos los que tiene.

Austin Princess de Oxford Diecast






A principios de los años 50 las limousinas se pusieron muy de moda en el Reino Unido, ya fuesen para ir al Buckingham Palace, a la Cámara de los Lores, al Parlamento o al Club. Así pues, la BMC decidió subirse al mismo carro que marcas como Rolls Royce, Daimler y Armstrong Siddeley e introdujo en el mercado el Princess en 1947 como su buque insignia. El nuevo coche estaba basado en el A135 Sheerline pero montaba una carrocería obra de Vanden Plas. Tenía un motor de seis cilindros y cuatro litros que ofrecía 122 cv de potencia.

Su elevado precio en comparación con el resto de los modelos de la BMC hizo que el coche no tuviera mucha aceptación entre el gran público, por lo que se hizo muy popular entre las compañías de alquiler de vehículos que los ofertaban para diversos eventos como bodas y funerales.

Apenas hubo cambios ni estéticos ni técnicos en las tres primeras generaciones del modelo y en la cuarta generación sólo cambió de nombre, pasando a ser el Vanden Plas Princess 4 Litres. El modelo se mantuvo en el mercado de forma testimonial hasta 1968, aunque en 1961 se introdujo un nuevo Vanden Plas Princess, aunque ya basado en la carrocería del Austin A99 Westminster.

La empresa Oxford Automobiles Company, también conocida como Oxford Diecast, apenas lleva un par de años en el mercado de los coches en miniatura. Sus primeros modelos eran pequeñas camionetas de reparto de marcas y decoraciones diversas para poco a poco ir introduciendo modelos clásicos de la automoción británica como Land Rover, MG, Daimler, Jaguar o Jensen. El nivel de calidad de estos últimos es muy notable con respecto a las camionetas y se puede afirmar que es similar al de la italiana Starline Models. Una buena prueba de ello es este Princess que les presento, su molde más novedoso. Destacan unas formas y proporciones muy conseguidas y un nivel de detalle muy bueno. El aspecto más criticable es que el color del tapizado interior es negro, si hubiese sido de un color claro, o incluso burdeos, el modelo hubiese resaltado más. No obstante, no debería ser un impedimento para adquirirlo, pues el coleccionista de clásicos británicos no quedará defraudado en absoluto. Esperemos que esta joben marca siga ofreciendo productos tan atractivos.

domingo, enero 10, 2010

BMW 600 de Schuco






Uno de los grandes problemas de BMW en la década de los 50, además de su maltrecha situación financiera, era que no disponía en su gama de productos de un coche de tipo medio. A la hora de comprar un BMW dos eran las opciones ateniéndonos a los criterios económicos de los clientes, por un lado el pequeño Isetta, por el otro los grandes sedanes y coupés de motor V8. Lo que realmente necesitaba BMW era un coche de tamaño medio y con un motor de 1,5 litros, o sea, fabricar un coche totalmente nuevo desde cero, cosa que la situación económica no permitía.

Por tanto, y haciendo uso de la tecnología disponible, se optó por crear una versión grande del Isetta, denominado BMW 600. Tomando como punto de partida el chasis y la carrocería del Isetta, el diseñador Willy Black alargó ambos elementos. Para que se pudieran colocar las plazas traseras, las ruedas de atrás se pusieron en los extremos y no juntas como habían ido en el modelo anterior.

El coche seguía teniendo la misma forma de huevo, su característica puerta frontal y se había añadido otra más en uno de los laterales para acceder al asiento trasero. En cuanto al motor, si el Isetta montaba un monocilíndrico el 600 incorporó un Bóxer de 585 cc proveniente de las motos BMW.

Las prestaciones del nuevo pequeñín de BMW parece ser que estaban a la altura, así lo constató el por entonces piloto de pruebas de la casa, Alexander Von Falkenhausen. Alcanzaba los 100 Km/H y superaba a otros autos de mayor tamaño, pero su precio, apenas inferior al de un Volkswagen Escarabajo, no lo hicieron atractivo ante el público, que seguía viendo un microcoche. Se fabricaron un total de 35.000 unidades. La verdadera solución al problema del coche medio de BMW la trajo el sucesor del 600, el 700, ya con una carrocería más convencional diseñada por Michelotti.

Tras un Isetta, un Goggomobil y un Lloyd Alexander, todos con su correspondiente caravana de camping, Schuco presenta esta atractiva versión de su conocida y excelente miniatura del BMW 600. La miniatura está muy bien realizada, con el nivel habitual de la marca alemana. El exterior cuenta con numerosos adornos hechos con piezas independientes. Al igual que al Isetta que ya enseñamos, la puerta es completamente operable.

Renault Dauphine Gordini 1093 de Norev






Las manos del ingeniero Amadeé Gordini, ayudado por su colaborador Pichetto, un ex trabajador de Bugatti, sobre el motor de 850 cc y cuatro cilindros del nuevo coche de Renault, el popular Dauphine, consiguieron extraer 37 cv de potencia y una velocidad de 125 Km/H cuando las versiones básicas de este utilitario apenas lograban los 105 Km/H. Así pues el Dauphine 1093 sustituía al 4CV 1063.

Más adelante los Dauphine 1093 ya rendían 40 cv de potencia y fue el momento en que Renault los empezó a alinear en diferentes competiciones, como la Mille Miglia del 56, las 12 Horas de Sebring de 1957, el Tour de Corse del y el Montecarlo en el 58. Esta mecánica fue también usada por los Alpine de Jean Redele.

Los buenos resultados no sólo proporcionaron a Gordini un jugoso contrato en el departamento de competición de Renault sino también la responsabilidad de introducir el Dauphine 1093 en los mercados exteriores, incluidos el británico.

Sólo se fabricaron unas 2.140 unidades del 1093, una milésima parte de la producción del Dauphine. La versión más potente que se logró rendía 50 cv. Su victoria más sonada fue la obtenida por Pierre Orisini y Jean Canonicci en el Tour de Corse del 62.

En España el Dauphine Gordini fue conocido como "el coche de la viudas", pues su configuración "todoatrás" aparejada a un motor alegre (que no deportivo) provocó más de una muerte. El 1093 se ofrecía en un color blanco crema surcado por dos finas líneas azules. Los coupés descapotables Floride y Caravelle derivaron del Dauphine.

El modelo que hoy les presento está realizado por Norev. En líneas generales podemos decir que se trata de una buena miniatura donde lo más destacable es su elegante acabado. Las líneas azules, la rejilla trasera, los anagramas y el emblema están tampografiados mientras que los tiradores de las puertas son piezas independientes. El interior está ejecutado en una elegante combinación bicolor marrón-crema. El único punto criticable que tiene son los marcos de las puertas excesivamente anchos, por lo demás, es correcto.

sábado, enero 02, 2010

Volvo 164 de Neo Scale Models







En las decadas de los 50 y 60 los Volvo nunca se consideraron coches de lujo aunque tampoco utilitarios, más bien sedanes de clase media. El cliente habitual que buscaba un Volvo se correspondía con una persona de cierto nivel, con familia y con un punto snob, punto que le lleva a cuando mejoran sus condiciones económicas aspirar a un auto de un nivel superior, como un Mercedes o un Jaguar. 

Con el objetivo de retener a ese tipo de cliente en la marca, dos años después del lanzamiento de la serie 100, en 1968, Volvo introduce en la gama una variante más exclusiva con la intención de ser competencia de otras marcas más lujosas. Siguiendo la tónica habitual en lo que a nomenclatura se refiere, el nuevo modelo se denominó 164, al ser una berlina de cuatro puertas de la serie 100 y con motor de seis cilindros. 

En líneas generales, pocas son las diferencias entre el 144 y el 164. Básicamente comparten la misma carrocería, sólo que en el 164 cambia el frontal, de este modo la parrilla horizontal dividida en dos y con los faros incluidos se convierte en una central cuadrada y los faros delanteros pasan a los extremos y a salir hacia fuera de forma prominente. 

Las primeras versiones incluían junto a la parrilla otras dos rejillas de ventilación que fueron pronto sustituídas por unos faros antiniebla. Mirándolo de frente el coche tenía cierto aire inglés muy elegantón y recordaba un poco al estilo de algunos Jaguar o Rolls Royce. El interior recibió asientos de cuero y un salpicadero en imitación de madera. 

El nuevo motor de seis cilindros denominado B30 había sido construido partiendo de un cuatro cilindros básico al que se añadieron dos cilindros más. Cubicaba unos tres litros y en principio apenas rendía 100 cv de potencia. El rendimiento fue mejorado cuando incorporó un sistema de inyección, que también mejoró el consumo. En cuanto a la caja de cambios, dos eran las opciones, manual de cuatro marchas más overdrive y automática de tres. 

Todos los atributos que avalaban a la serie 100, como la robustez, la fiabilidad y la seguridad también se daban en el 164. Volvo sólo ofreció el 164 en carrocería sedán, que sólo era un poco más larga que la del 144 al necesitar un morro más grande para albergar un motor de seis cilindros. No obstante, hubo encargos especiales para gente que los solicitó en versión break o sedán de dos puertas. 

Básicamente en lo referido a la miniatura lo mismo que se ha dicho del 145 se puede decir de este 164. Destacaremos en este caso la acertada y elegante combinación de colores empleada. Un detalle que no comentamos en el 145 y sí lo vamos a hacer con éste es la precisión con que se ha realizado el volante, con su característico claxon aro de metal hecho a base de fotograbado. Destacar también las clásicas faldillas tras las ruedas con los anagramas de la marca, un extra muy propio de países como Suecia, donde el barro y la nieve son habituales compañeros de la carretera.