domingo, diciembre 17, 2023

Ferrari 365 California Spyder de Kess Model










Durante sus primeras décadas de vida, Ferrari incluyó en su portofolio una gama de modelos muy lujosos, exclusivos y de edición limitada destinada a sus clientes más exigentes y, sobre todo, enfocados al gusto de su entonces mercado más lucrativo, los Estados Unidos. Modelos como los 375 América, 410 Superamérica o 500 Superfast pertenecen a esta sección tan especial de la gran familia de coches del Cavallino Rampante. Carrocerías específicas realizadas por encargo a los principales artesanos del sector y los acabados más sibaritas eran las señas de identidad de estos automóviles que se terminaban de aderezar con las versiones de mayor cubicaje de los motores V12 de la marca.

La llegada de la década de los 60 supuso un auténtico boom en el segmento de los coches deportivos, de hecho, muchos estudiosos coinciden en denominarla la 'Edad de Oro' de estos automóviles, y ello se debe en parte a que la gran mayoría de fabricantes comenzó a producir sus autos de altas prestaciones en serie. Incluso el Ferrari más exclusivo de este tiempo, el 500 Superfast, vio como todas las unidades fabricadas lucían la misma carrocería y sólo pequeños detalles diferenciaban a uno de otro. En este contexto de cambio de paradigma del sector, en el año 1966, Ferrari introduciría el que sería el último miembro de esta familia de coches super exóticos y exclusivos: el 365 California Spyder.

La denominación 'California' era a la vez un homenaje al formidable descapotable de 1963 y un guiño al mercado al que se pretendía seducir, los Estados Unidos, el más lucrativo para Ferrari, especialmente para los modelos más exclusivos y fuera de serie. Curiosamente, Ferrari rescató dicha nomenclatura en 2008 para un coche  que paradógicamente sería su modelo más económico y asequible.

Ferrari eligió el Salón de Ginebra para hacer debutar al sustituto del 500 Superfast. La firma de Maranello sorprendió a propios y a extraños desvelando un automóvil descapotable. Lucía un diseño muy de su época obra de Tom Tjaarda, entonces enrolado en las filas de Pininfarina. El gran morro de aspecto clásico con luces carenadas contrastaba con otro juego de faros antiniebla escamoteables ocultos, un recurso visto ya en el 330 GT Speciale. El pliegue que recorría los flancos le confería un aspecto muy grácil y la cola recortada lo hacía muy diferente a todo Ferrari visto hasta ahora. Unas tomas de aire sobre las puertas de tipo ornamental camuflaban los pomos de apertura. Este último recurso se hizo muy famoso en los Dino y en los Ferrari de motor central que vinieron a posteriori. Los faros traseros también resultaron muy llamativos, de forma trapezoidal, con un módulo arriba y tres en la parte de abajo. Realmente, el diseño del 365 California llegó a resultar incluso desconcertante por su curiosa combinación de formas rectas y curvas. 

Al igual que pasaba con el 500 Superfast, en el proceso de fabricación del 365 California, desde Maranello se enviaba el chasis a la factoría de Pininfarina en Grugliasco para el montaje de la carrocería, y posteriormente el vehículo retornaba a Maranello para el ensamblaje de los componentes mecánicos. El chasis era muy similar al empleado en el 330 GT 2+2.  En lo que a dicho apartado se refiere, y como su propia nomenclatura, indica, el 365 California equipaba un motor de 4.4 litros. Se trataba de una nueva evolución del V12 Colombo hacia un bloque más grande, al estilo Lampredi. Esta mecánica ya se había usado previamente en el 365P, un prototipo de competición privado. Erogaba 320 CV de potencia. La caja de cambios era de cinco velocidades.

Con el 365 California pasaba lo mismo que con su antecesor, el 500 Superfast. Era el Ferrari más caro de su tiempo. Sólo se fabricaron 14 unidades entre 1966 y 1967, a razón de uno al mes. De todos ellos, sólo dos llevaron el volante a la derecha. No sólo es uno de los Ferrari más exclusivos jamás fabricados, sino que también fue el Ferrari más largo, con 4,9 metros de longitud, un récord que perdió con la llegada del 612 Scaglietti en 2002. Ni siquiera su alto precio de venta compensó los altos costes de su fabricación, y es por eso que en Ferrari interrumpieron no solamente su producción, sino la de este tipo de vehículos fuera de serie. El puesto del 365 California lo ocupó el 365 GT 2+2, de producción ya estandarizada. Por tanto, el 365 California Spyder se le considera el último de los grandes Ferrari de serie limitada y fabricación artesanal casi a la carta. 

El 365 California es uno de esos Ferrari que hasta hace muy poco su reproducción en miniatura era cosa de fabricantes minoritarios y artesanales con réplicas a precios muy altos. No es que la miniatura que este año ha lanzado la firma italiana Kess sea barata, pero sí podemos decir que se trata del 365 California más asequible en escala 1/43. La miniatura está realizada en resina y cuenta con el habitual acabado de Kess, con muy buena calidad en líneas generales. Molde correcto en formas y proporciones y terminación muy detallada donde destaca el uso de piezas independientes de metal fotograbado que le otorgan realismo y buena imagen. Kess ofrece tres variantes de esta miniatura, en rojo y en azul, en ambos casos con la capota de lona puesta, y la burdeos que protagoniza la entrada del blog, la única con la capota quitada, que es por la que me he decantado dado que lo que me gusta cuando adquiero un descapotable es que lleve la capota quitada. Sin duda es una miniatura muy recomendable de un Ferrari que si bien no es de los más populares, siempre tiene hueco en el corazón de los ferraristas. Quizás a lo mejor su aspecto más criticable sea que da la sensación de llevar la suspensión alta. No obstante, es un modelo a escala que si en las fotos promocionales o de las tiendas online no convence en mucho, en mano resuelve todas las dudas y su adquisición resulta muy recomendable.

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