El californiano Bruce Meyers debía tener escrito en su destino de forma inevitable que el gran éxito profesional de su vida iba a ser un pequeño cochecito recreacional. Nacido en el soleado sur de California en los primeros años del surf y muy influenciado por la tradición del mar y el ambiente playero, Meyers se hizo marino mercante para poco después ser llamado a filas en la US Navy para luchar en la II Guerra Mundial. Asignado al Bunker Hill, un portaaviones clase Essex que fue alcanzado por dos aviones kamikaze japoneses en la Batalla de Okinawa, fue de los supervivientes que logró salvar a muchos compañeros de morir ahogados y traer de vuelta el malogrado buque cual esqueleto humeante. Al término de la contienda navegó rumbo a los mares del sur para establecer un puesto comercial para un rico empresario y se instaló en Tongereva desarrollando diversas labores, entre ellas la extracción y comercio de perlas. Tras seis meses en Tahití regresó a EEUU y se dedicó a la construcción de barcos.
La nostalgia del estilo de vida polinesio y el contacto permanente con el mar le llevó a construir un catarán de 42 pies para navegar de regreso a los mares del sur, pero finalmente terminó trabajando para la empresa Jensen Marine para construir en fibra de vidrio los aparejos de la nueva línea de veleros diseñada por Bill Lapworth. Fue en ese tiempo, en la célebre playa de Pismo, cuando tuvo conocimiento de los vehículos conocidos como Dune Buggy, automóviles de orientación lúdica construidos para surcar las dunas de las playas y las salvajes carreras de la Baja. Bruce Meyers enseguida encontró que los pesados Dune Buggy realizados de forma amateur podían mejorarse notablemente haciendo uso de un material que él por su trabajo conocía muy bien: la fibra de vidrio.
El primer proyecto automovilístico de Bruce Meyers se denominó 'Little Red Riding Bus' y era una Volkswagen T1 modificada. Seguidamente llegaron los primeros 12 Meyer Manx Dune Buggy. El señor Meyers ideó un monocasco de fibra de vidrio muy ligero al que dotó de suspensiones provenientes de las camionetas pick up Chevrolet. El motor era el mismo cuatro cilindros bóxer de los Volkswagen Beetle, de 1.2, 1.3, 1.4 y 1.6 litros, siempre aparejados a una caja de cambios de cuatro velocidades. Eran de color rojo y esta primera serie es conocida como los 'Old Red'. En principio eran coches muy caros, pero una serie de ajustes para aprovechar mejor las piezas Volkswagen de los Beetle que se desechaban ocasionaron que de buenas a primeras los Buggy de Bruce Meyers comenzaron a protagonizar todas las portadas de las principales revistas de Hot Rods.
Los pedidos se agolpaban y ante la imposibilidad de darles salida, otras empresas copiaron el producto de Bruce Meyer. Precisamente su gran batalla fue la pelea judicial por lograr la patente de este coche que no le fue concedida. Las prestaciones de los Meyer Manx eran muy buenas debido a su ligero peso y su suspensión, y en algunas competiciones lograron doblegar a coches mucho más potentes. La denominación Manx hace referencia a los gatos de dicha raza, que son de tamaño pequeño y rechoncos, pero muy ágiles, de hecho, el escudo de los Meyers Manx muestra a un gato blandiendo una espada. De igual forma, esta denominación está muy ligada a la competición a través de la mítica motocicleta Norton Manx, ganadora del TT de la Isla de Man, de hecho Manx es una suerte de gentilicio de dicha isla, aunque el Meyer Manx nunca ha tenido relación directa con las competiciones de la misma.
Establecida la firma comercial BF Meyers & Co, se fabricaron aparte de los Meyer Manx MK I y MK II otras variantes como los SR -con ciertos elementos Porsche-, Tow'd -concebido para el desierto-, Tow'dster -híbrido entre ambos-, así como las variantes más civilizadas Resorter y Turista. Uno de los Meyers Manx más populares es el que conducía el actor Steve McQueen en la película 'The Thomas Crown Affaire', con una carrocería especial modificada y el motor de seis cilindros bóxer del Chevrolet Corvair. Bruce Meyers falleció el 20 de febrero de 2021 a los 94 años y aún seguía al pie del cañón pese a que él y su esposa Winnie habían abandonado el accionariado de la empresa en noviembre de 2020. Actualmente, BF Meyers & Co es propiedad de Trousdale Ventures y fabrica incluso una versión eléctrica del popular Buggy. Volkswagen incluso creó un concept car eléctrico denominado ID Buggy con el mismo aspecto que un Meyer Manx clásico.
Recientemente adquirí para la colección la preciosa réplica firmada por Spark del Meyers Manx de Steve McQueen en 'The Thomas Crown Affaire' y ello me animó a acompañarla con un modelo más clásico del legendario Buggy. Conocía las miniaturas realizadas por Neo Scale Models y Spark hace unos años, pero cual fue mi sorpresa que hace unas semanas Spark lanzaba una reedición del Meyers Manx de 1964 en su icónico color rojo pero con la capota puesta, así que aproveché los descuentos de Black Friday y ya por fin tengo un Meyers Manx clásico en mi colección. La miniatura es de resina y cuenta con la calidad habitual que Spark imprime a todas sus creaciones: un molde correcto y proporcionado y un acabado de primer orden en lo que a calidad se refiere. Es una miniatura que bien merece su adquisición toda vez que Spark sigue aplicando precios contenidos a sus modelos, y si se les puede añadir algún descuento, mejor.
2 comentarios:
Hola Keko, yo no soy mucho de buggys ni coches playeros, pero solo por ver ese motor tan detallado ya mereció la pena detenerme por "tu reino". Además una marca de coches que tiene un gato en el escudo no puede caerme mal forzosamente!
También me extrañó un poco que comprases esta miniatura, pero el tema de los gustos es muy personal, como no puede ser menos. En todo caso es muy llamativo este buggy y alegra la vitrina.
Saludos!
Pues la verdad que siempre anduve detrás del Meyer Manx original. Neo lo hizo hace unos años y literalmente voló. Este Spark tiene la ventaja que no es muy caro de por sí y que además le metí un cupón descuento, por lo que no llegó a 50 euros entre una cosa y otra. Y la verdad que Spark tiene unos acabados estupendos y es una marca más económica que el resto de fabricantes en resina y la terminación es similar. Es una marca con muy buen relación calidad-precio.
Saludos
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